La ambición de Jorge Macri puede hacer perder a JxC en la ciudad
En las PASO del 13 de agosto los resultados para la jefatura del gobierno porteño fueron los siguientes: Jorge Macri, 28,72%; Martín Lousteau, 27,21% (total Juntos por el Cambio, 55,92%); Santoro (Unión por la Patria), 22,21%; Marra (La Libertad Avanza), 12,95; Biasi (FIT-U), 2,43%.
Veamos algunos datos que pueden ser útiles para poder analizar un posible desenlace de la elección porteña del 22 de octubre:
- Luego de las elecciones PASO, en la cual compitieron 12 candidatos, 4 siguen en carrera de cara a la elección general, uno por Juntos por el Cambio (JxC), otro por Unión por la Patria, otro por La Libertad Avanza y otra por el Frente de Izquierda y Trabajadores-Unidad.
- Juntos por el Cambio, como equipo, superó el 50% de los votos. Si esto se replicara en las elecciones generales, la coalición ganaría en primera vuelta porque de acuerdo con la Constitución de la ciudad resulta ganadora la fórmula que logre obtener más del 50% de los votos emitidos y positivos.
- Jorge Macri, del Pro, obtuvo 528 mil votos (51,3%) del total de los sufragios de la interna de Juntos por el Cambio, mientras que Lousteau obtuvo 501 mil votos (48,7%). La victoria de Jorge Macri fue por muy escaso margen.
- En la lista de legisladores porteños se impuso Jorge Macri, también por muy escaso margen. De tal modo, la lista encabezada por el diputado que reemplazó al renunciante Franco Rinaldi, Juan Del Gaiso, obtuvo 50,9% de los votos mientras que la lista de Lousteau, encabezada por Graciela Ocaña, cosechó 49,1%.
- Aunque quedó fuera de carrera para las elecciones generales de octubre, Lousteau fue el candidato más votado en 8 de las 15 comunas porteñas (las comunas 3, 5, 6, 7, 9, 10, 11 y 15). Jorge Macri fue el candidato más votado en 5 comunas que forman parte del cordón norte de la ciudad (las 1, 2, 12, 13 y 14). Leandro Santoro fue el candidato más votado en 2 comunas ubicadas al sur de la ciudad (las 4 y 8).
A nivel porteño se pudo observar una campaña entre “halcones” y “palomas” más discrepante aún que la observada a nivel nacional, ya que a los “ninguneos” mutuos se agregó una absoluta falta de comunicación entre ambos candidatos. Lousteau le recriminó incluso a Jorge Macri que no quisiera debatir con él antes de las PASO.
Vale recordar tres cuestiones que son importantes para comprender por qué el voto que fue para Lousteau puede no volcarse hacia Jorge Macri, lo cual lo obligaría a someterse a una segunda vuelta, un ballotage que seguramente lo hará competir un mes después contra Leandro Santoro, que, si bien representa a la fuerza oficialista (y puede colmar de cargos públicos a La Cámpora porteña), no deja de parecer un alfonsinista, con excelentes modales y buena imagen.
Lo primero para recordar es que apenas Jorge Macri aterrizó muy intempestivamente en la ciudad porteña, comunicó en los medios, literalmente, que él ya había hablado con Horacio (Rodríguez Larreta) y que habían acordado que el Pro debía seguir siendo el tronco de la coalición y así ocupar el cargo de la presidencia, de la gobernación bonaerense y de la jefatura porteña (si gana JxC en los tres distritos se cumpliría el deseo de Jorge Macri).
Lo segundo para recordar es que mientras el exintendente de Vicente López aterrizaba hacía un ratito en la ciudad porteña y hacía estas declaraciones, Lousteau y el partido radical, al cual representa en la ciudad, advirtieron esto como un atropello, ya que Lousteau venía trabajando junto a Rodríguez Larreta y el resto de las “palomas” de la coalición para desafiar en las urnas el cargo de jefe porteño.
En tercer lugar, gran parte del radicalismo aún tiene presente lo que ocurrió en 2015, cuando Cambiemos ganó la elección: fue el Pro el que monopolizó el poder, y al radicalismo, como socio mayoritario, solamente lo tocó otorgar más de 100 años de territorialidad, gobernadores, decenas de legisladores, cientos de intendentes y de concejales a lo largo y ancho del país.
Y si a los datos nos remitimos, en las elecciones legislativas de 2021, el mapa se pintó de morado antes que de amarillo. Así fue que el “exconvidado de piedra de 2015 a 2019″ decidió encender motores de cara a las próximas elecciones de 2023, y emergieron candidatos radicales en las diversas provincias, municipios y a para cargos ejecutivos a nivel nacional, bonaerense y porteño. Sin embargo, los números de las diferentes encuestas daban ganador al Pro para presidente, y el radicalismo aceptó ir a la vicepresidencia secundando a ambos precandidatos del Pro y no ir para la gobernación provincial, aunque contaba con candidatos competitivos en territorio bonaerense. Pero no resignó su aspiración a ir por la jefatura de gobierno porteño, por eso compitió y perdió –por muy poco, pero perdió- y felicitó inmediatamente al candidato del Pro, Jorge Macri.
Concluyendo, si por un momento dejamos de lado el interés (o la ambición) personal de Jorge Macri y los “halcones”, y se pone el foco en el votante porteño, podemos inferir que casi la mitad de los votantes de la coalición y más de un cuarto de los votantes de todas las fuerzas querían un jefe de gobierno que no sea de Pro, que no sea “halcón” y que sea radical. Pero Jorge Macri y los “halcones” que lo acompañan parecen no querer tomar nota de estos datos.
El Pro “halcón” se preocupó muchísimo para que CABA no pase a ser gobernada por algún socio de la coalición que no sea de ese partido. Sin embargo, esa ambición puede hacer que caiga, paradójicamente, en manos del kirchnerismo.
Faltan gestos y acciones para compartir, porque en las coaliciones se comparte poder. Si no, dejan de ser verdaderas coaliciones, y entonces sus votantes dejan de ser sus verdaderos votantes.
Politóloga y Profesora de la Universidad de Buenos Aires