La agonía del kirchnerismo
Si las elecciones fuesen mañana, la derrota sufrida por el Frente de Todos en las PASO podría ser aún más abultada, según ciertas encuestas
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La tormenta de viento y tierra que ayer empañó el acto público que encabezaban Victoria Tolosa Paz y Axel Kicillof en Ezeiza pareció un indicador de que ni siquiera el tiempo acompaña al Frente de Todos de cara a los comicios generales del 14 de noviembre. Pero lo peor para la coalición gobernante es que, al menos hasta hoy, a un mes de las elecciones, tampoco las encuestas de opinión pública alientan buenas expectativas para el oficialismo.
Por caso, el último sondeo de opinión pública llevado a cabo por la consultora Federico González y Asociados en la provincia de Buenos Aires (3000 casos mediante un mix de encuestas presenciales y online, relevados entre el 3 y el 9 de octubre) le sigue dando a la lista de diputados nacionales de Juntos por el Cambio, encabezada por Diego Santilli, una ventaja del 36,3% contra el 30,6% del Frente de Todos. Más lejos, figuran las listas encabezadas por José Luis Espert, con el 5%; Florencio Randazzo, con el 4,3%; Nicolás del Caño, con el 4%, y Cynthia Hotton, con el 1,4%.
Pero si se descuenta el 4,7% de quienes dicen que votarán en blanco y se proyecta el 13,7% de quienes no saben a qué partido votar, la ventaja de Santilli sobre Tolosa Paz se estiraría a 7,1 puntos: 44,5% contra 37,4%.
Las noticias procedentes del interior del país tampoco son buenas para la coalición kirchnerista. La consultora CB realizó del 9 al 12 de octubre una encuesta en Córdoba entre 1021 personas, con un resultado concluyente. Con la proyección del voto del 12,6% de indecisos, le asigna a la lista de Juntos por el Cambio, liderada por Luis Juez y Rodrigo De Loredo, una intención de voto del 53,5%, contra el 25,7% de la nómina de Hacemos por Córdoba, encabezada por Alejandra Vigo y Natalia de la Sota, y solo el 7,7% de la del Frente de Todos, conformada por Carlos Caserio y Martín Gill.
De este modo, en la provincia mediterránea se proyecta que Luis Juez estaría muy cerca de obtener un resultado histórico, dado que su caudal electoral no solo suma los votos de Mario Negri –su competidor en las PASO¬–, sino también electores de fuerzas más pequeñas que aspirarían a darle un mensaje a Cristina Kirchner y al gobierno de Alberto Fernández en las urnas. La lista del gobernador Juan Schiaretti, Hacemos por Córdoba, estaría cumpliendo su objetivo de recuperar una banca de senador y mantener diputados nacionales, en tanto que el Frente de Todos exhibe una caída respecto de las primarias abiertas y pone en riesgo la única banca que está en juego en la Cámara baja. Más aún, según señala la consultora que dirige Cristian Buttlé, las medidas económicas del gobierno nacional no estarían impactando de la manera esperada por el oficialismo y se observa un traslado de intendentes y dirigentes K hacia las filas del schiarettismo, al tiempo que podría registrarse la peor elección del peronismo kirchnerista en la historia de Córdoba.
En opinión del consultor Federico González, la derrota del oficialismo en las PASO será muy difícil de revertir en la provincia de Buenos Aires, pese a la inyección de recursos que se están volcando para seducir a votantes que, en 2019, se inclinaron por la fórmula Alberto Fernández-Cristina Kirchner, y que en las primarias le dieron la espalda al Frente de Todos. Desde su perspectiva, hay un error de diagnóstico post PASO, por cuanto el Gobierno se hizo eco del mensaje de la vicepresidenta, de acuerdo con el cual había funcionarios que no funcionaban, y se procedió a hacer cambios en el gabinete. “El problema es que Cristina no se hace cargo de que ella es también parte del fracaso”, sentenció González.
Su último sondeo revela que, cuando se les pregunta a los encuestados por qué razones no votarían al Frente de Todos la primera motivación que surge, con el 31,2% de menciones, es que “está Cristina Kirchner”. En cambio, un 17% de menciones aluden a que “está Alberto Fernández”. En el medio se ubican quienes señalan que no se identifican con ese espacio político (30,4%) y quienes esgrimen que “es un espacio kirchnerista” (25,7%).
Entre las razones que dan los encuestados por Federico González y Asociados para votar al Frente de Todos, la más mencionada es el deseo de “que no gane un espacio macrista, de Cambiemos, de derecha o liberal” (22,7%). Solo el 15,6% de menciones aducen que “está Cristina Kirchner”.
En otras palabras, puede conjeturarse que la intención de voto al Frente de Todos se justifica mucho más por el rechazo al macrismo por parte de esos electores que por fidelidad a la vicepresidenta de la Nación.
Del mismo modo, en los últimos tiempos, en el rechazo de la sociedad a las medidas del gobierno nacional prevalece la negatividad frente a no pocas decisiones en las que se ha advertido la sombra de la ideología de Cristina Kirchner y sus acólitos. Es así como la liberación de presos suscitó el rechazo del 86% de la población, el intento de privatización de la empresa Vicentin mereció un 59% de desacuerdo y la proyectada reforma de la Justicia otro 58%, según Federico González.
En todas esas iniciativas ha influido el cristinismo, al igual que en la preferencia oficial por las vacunas de Rusia y China, que terminó demorando la decisión de adquirir vacunas de los Estados Unidos, cuya llegada anticipada hubiera permitido ahorrar no pocas muertes por coronavirus.
Los negativos datos sobre las proyecciones de intención de voto para el oficialismo podrían haberse agravado en las últimas horas, por la desfavorable reacción que provocó el acto intimidatorio del ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, contra el humorista de LA NACION Nik, y los recientes episodios delictivos registrados en la provincia de Buenos Aires que conmovieron a la sociedad.
En conclusión: si las elecciones fuesen mañana, el oficialismo debería prepararse para una catástrofe electoral. Felizmente para sus dirigentes, aún queda un mes, en el que podrán modificarse las expectativas o bien podrá prolongarse la agonía.