Josefa Dominga Balcarce, nieta del general San Martín
Hoy se cumple el centenario de la muerte de una mujer de vida ejemplar, la nieta del general San Martín, doña Josefa Dominga Balcarce y San Martín, a quien el Libertador llamaba “Pepa”. Nació el 14 de julio de 1836 en Grand Bourg, Francia, en la casa en que vivía la familia Balcarce junto al Padre de la Patria, quien la había adquirido el 25 de abril de 1834, y que se transformó en el hogar preferido del general.
Esta casa, que aún existe, está ocupada por una congregación de hermanas de Nuestra Señora de Sion, hermanas contemplativas. Se mantiene igual salvo una pequeña modificación al agregarse una capilla en su parte extrema izquierda, el resto es similar. Tuve la oportunidad de visitarla un par de veces y constaté que se encuentra en buen estado de conservación. Allí nació esta gran mujer, que fue la que aportó detalles de la vida del general.
Podemos resaltar, entre otros aspectos, que donó innumerables bienes personales que había utilizado su abuelo a lo largo de su vida, y que la mayoría de ellos se encuentran en el Museo Histórico Nacional. Quizás los más destacados son los muebles de la habitación del Libertador, que acompañó con un pequeño gráfico a mano alzada para indicar cómo estaban distribuidos en Boulogne Sur Mer. Hoy se pueden observar tanto en el museo Histórico Nacional como en la Casa Museo de Boulogne Sur Mer en Francia.
Josefa se casa en 1861, en París, con Fernando María Gutiérrez de Estrada y Gómez de la Cortina, diplomático mexicano. No tuvieron la suerte de tener hijos por lo cual no hay descendientes de la familia San Martín. Pepa, a los 73 años, estuvo presente cuando se le rindió homenaje a su abuelo al inaugurar el primer monumento del general en Europa, que justamente se encuentra en la costanera de Boulogne Sur Mer. En ese homenaje participó un Escuadrón Montado del Regimiento de Granaderos a Caballo General San Martín (150 granaderos), que viajaron en cuatro barcos para ese importante acontecimiento. La Argentina era una potencia mundial. El motivo fue el centenario de nuestra independencia, si bien se inauguró casi un año antes, el 24 de octubre de 1909.
Durante la Primera Guerra Mundial, Josefa Dominga transformó su casa de Brunoy, donde ella fallece a los 87 años, en un hospital de sangre, para atender a heridos y lisiados de la Gran Guerra. Por eso posteriormente es condecorada por Francia con la Legión de Honor. Finalizada la guerra creó la Fundación Balcarce y Gutiérrez de Estrada para atender en su casa a aquellos que necesitaban albergue y alimentos. La fundación fue donada por ella misma a la Fundación Filantrópica de Francia, que aún existe.
Brunoy es una pequeña localidad muy cercana de Grand Bourg (30 km de París) donde Mariano Balcarce y Mercedes San Martín se instalaron en forma definitiva a la muerte del Libertador. Esa casa la heredó Josefa. Pepa descansa en el mausoleo de la familia Balcarce en el cementerio de Brunoy, ya que Francia no autorizó su traslado a Mendoza con el resto de su familia por ser considerada una heroína francesa.
General (R)