Jack London, también profético
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John Griffith Chaney –más conocido como Jack London– fue un prolífico escritor estadounidense, autor de novelas como “Colmillo Blanco”, “La llamada de lo salvaje” y “El vagabundo de las estrellas”, además de ensayos y 197 relatos. Estos últimos fueron rechazados por cientos de diarios y editoriales, antes de que se le aceptara el primero, por 5 dólares. Años más tarde fue el escritor más cotizado de los Estados Unidos.
Casi la totalidad de esa obra nos muestra a un London realista, que con precisa prosa describe a personajes de variadas características y situaciones sociales, culturales y económicas, en escenarios también distintos, pero nunca confortables: el crudo frío del Klondike, en el noroeste de Canadá; la agreste Polinesia; los inhóspitos calabozos, y las peligrosas calles del East End londinense. “Con las historias de London estamos ahí de verdad, en el fin del mundo y al límite de la resistencia humana”, precisó cierta vez el periodista Tony Horwitz.
Sin embargo, este escritor nacido en 1876 en San Francisco, California, también nos dejó una novela de ficción posapocalíptica y quizá también profética de la actual pandemia de coronavirus: “La peste escarlata”.
En esta obra publicada originalmente en 1912, London nos sitúa en el año 2073, cuando James H. Smith, exprofesor de Literatura de la Universidad de California, relata a sus tres nietos, la pandemia mundial de peste escarlata, ocurrida 60 años antes, en 2013, que destruyó a casi toda la humanidad.
En ese mundo despoblado y de absoluto primitivismo -volvieron las tribus y ya no hay más clases dominantes, ni ricos ni pobres-, el anciano Smith intenta inculcarles los conocimientos, los aciertos y errores humanos, la tecnología, la comida de calidad. Pero el exprofesor no logra su cometido con estos tres jóvenes, que solo saben contar hasta diez y que desconocen los libros, la electricidad, los gérmenes. Después de 60 años, el mundo había cambiado. Nada era como entonces…
“La peste escarlata”, más allá de mostrarnos la fragilidad de la civilización frente a la fuerza de la naturaleza, es un texto desesperanzado, en el que London transmite su pesimismo sobre la raza humana y su incierto porvenir.
En 1916, cuatro años después de la publicación de esta novela, “El hombre de las mil vidas”, como a London se lo conocía -por la intensidad con la que vivió-, fue encontrado muerto por causas que aún se desconocen. Tenía 40 años.