Jack el Destripador, el asesino de las mil caras
Cada diez años se descubre una nueva identidad para Jack el Destripador. Ha sido un miembro de la familia real, un carnicero, una logia masónica o un médico de la corona. Y, en esta última semana, un joven peluquero polaco. "Poseo la única prueba forense en la historia del caso. Por fin hemos resuelto el misterio de quién era Jack el Destripador", dice Russell Edwards, un investigador británico obsesionado por el asesino serial.
En estos días se publica su libro Identificando a Jack el Destripador, donde explica que el estudio del ADN encontrado en el chal de una de las víctimas (Catherine Eddowes) corresponde al de uno de los descendientes actuales del sospechoso Aaron Kosminski. Kosminski llegó a Inglaterra huyendo de los rusos. Scotland Yard lo describe como un esquizofrénico paranoico con alucinaciones.
La hipótesis de Edwards combina la xenofobia inglesa de estos días con los elementos de policía científica, a lo NCIS. Un asesino al gusto moderno, porque cada tiempo construye sus propios monstruos, y su fantasía le inventa rostros distintos.