Italia y la Argentina, una relación especial
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En una época marcada por nuevos desafíos y profundas tensiones internacionales, la amistad entre Italia y la Argentina es una piedra angular de la política exterior italiana: una armonía entre los pueblos incluso antes que entre los gobiernos. Una relación especial, basada también en la presencia en la Argentina de más de un millón de italianos y aproximadamente 20 millones de descendientes de italianos. Hemos recibido con mucho interés las primeras decisiones del gobierno de Milei en política exterior y la determinación con la que la nueva Administración intenta llevar a cabo reformas necesarias e incisivas para estimular el crecimiento económico y restaurar la competitividad del país.
También sobre esta base hemos inaugurado una fase de reactivación estratégica de nuestras relaciones bilaterales, ya caracterizada por una serie importante de visitas y reuniones. Pienso en la misión a Roma del pasado febrero del presidente Javier Milei, que precedió pocos meses a su participación en la Cumbre del G7 en Apulia, presidida por Italia.
Como parte de la amplia misión de sistema que se desarrolló en febrero, recibí en Roma a la ministra de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Diana Mondino: fue la primera visita bilateral del nuevo gobierno argentino a un país de la Unión Europea, lo que permitió identificar los temas prioritarios de mutuo interés, comenzando por la colaboración económica. Juntos también presidimos un foro empresarial bilateral que tuvo lugar en la sede de Confindustria en Roma y que contó con la participación de una importante representación de empresarios de ambos países.
Con la ministra Mondino también inauguramos en Milán, en junio pasado, un evento dedicado a la Argentina y al tema “Oportunidades en el sector energético y transición productiva”, organizado por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional, en colaboración con la Agencia ICE, la Cámara de Comercio italiana en la Argentina y otros socios, para explorar oportunidades de cooperación en uno de los sectores impulsores de la economía argentina.
Con este espíritu de fuerte amistad y cercanía, estoy por iniciar mi primera visita oficial a la Argentina, donde me reuniré con varios importantes funcionarios de gobierno del país. El programa institucional será inaugurado –confirmando la relevancia de los temas económicos– por una mesa redonda con empresas italianas y argentinas, en la Unión Industrial Argentina, con la participación del jefe de Gabinete de Ministros de la Nación Argentina, Guillermo Francos.
El empresariado italiano es uno de los más importantes de la Argentina. Más de 300 empresas emplean a 16.500 trabajadores aproximadamente, con una facturación de alrededor de 2.640 millones de euros en los sectores automotriz, energía, infraestructuras, agroalimentario y seguros. Las inversiones de las empresas italianas en la Argentina ya superan los 1.500 millones de euros y, en 2023, el intercambio comercial fue de 2.340 millones de euros. Es la señal de una cooperación ininterrumpida que hoy intentamos fortalecer y profundizar, acompañando al mismo tiempo el proceso de estabilización del marco macroeconómico y financiero del país.
El nuevo gobierno argentino ha dado ya importantes pasos, por ejemplo, con la adhesión de Buenos Aires a la OCDE, que el gobierno italiano apoya firmemente debido al carácter estratégico de esta importante elección política. Procesos que ven a Italia al lado de la Argentina, consciente del papel crucial que tiene Buenos Aires también en el nivel regional. En el inicio de un nuevo ciclo institucional importante en Europa, en mis reuniones en Buenos Aires quiero llevar el mensaje de que Italia está lista para ser la voz de la Argentina y de toda América Latina en Europa.
Ya se han iniciado colaboraciones bilaterales de elevado valor estratégico en muchos sectores estratégicos: pienso en particular en la cooperación entre la Agencia Espacial Italiana (ASI) y la Comisión Aeroespacial Nacional Argentina, para un sistema de satélites para la gestión de emergencias, y también en la de la diplomacia jurídica, a través de programas de asistencia técnica y formación italianos (Programa Falcone y Borsellino) y europeos (El PAcCTO; Copolad; Eurofront). Es importante recordar que la Unidad Antimafia de la Policía Federal Argentina, creada en septiembre pasado, ha sido inspirada en la Dirección de Investigación Antimafia italiana. Con el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, ahondaremos en estos temas y también discutiremos el programa de formación para magistrados argentinos implementado por IILA, en colaboración con nuestra Guardia di Finanza, y con el apoyo de la Cooperación al desarrollo italiana.
El deseo del gobierno italiano es poder reforzar el partenariado bilateral de 360 grados en todos los sectores: pienso, naturalmente, en la diplomacia cultural, que se nutre de los profundos vínculos históricos y sociales que unen a Italia y la Argentina (pronto se inaugurará en Buenos Aires la exposición “Puccini y la Argentina”) o en las numerosas colaboraciones entre nuestras universidades en sectores clave como el espacial, al que otorgamos becas cada año para investigadores argentinos que aspiren a pasar un período de investigación en Italia. Pero pienso también en la importancia de la diplomacia deportiva: en este tema quise promover, con el secretario de Turismo, Ambiente y Deportes, Daniel Scioli, la firma de una inédita declaración de intenciones.
En los próximos días celebraremos también la Semana de la Lengua Italiana en el Mundo y es en ese contexto que visitaré la Escuela Italiana “Cristoforo Colombo”, para reunirme con los alumnos y profesores de las escuelas paritarias presentes en Buenos Aires que, junto con las demás que operan en Córdoba, La Plata y Mendoza, hacen de la Argentina el país que alberga el mayor número de escuelas italianas en el extranjero. El italiano es la lengua del saber hacer, de nuestras excelencias que combinan tradición e innovación, expresión de nuestros territorios. Queremos celebrarlo con muchas iniciativas como un extraordinario vehículo de crecimiento, bienestar y desarrollo para llevar a nuestros países al futuro.
Hay muchos desafíos globales que Italia y la Argentina pueden enfrentar juntos. Pienso, en primer lugar, en lo que está sucediendo en Venezuela y en la fuerte convergencia y puntos de vista en común entre nuestros gobiernos, unidos para pedir el respeto del voto democrático del pasado 28 de julio y la liberación de los disidentes políticos, y en el apoyo a la oposición venezolana, incluso después del exilio de Edmundo González Urrutia. Italia está comprometida en primera línea ante la crisis institucional en Venezuela: promoví inmediatamente la creación de un grupo de trabajo permanente en el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional para seguir la evolución del país y prestar asistencia a los numerosos ciudadanos ítalo-venezolanos.
Los puntos de contacto y las áreas de colaboración entre Italia y la Argentina son innumerables. Nuestros países son, después de todo, dos grandes democracias que comparten una parte muy importante de su propia cultura e historia. En este enfoque, el pontificado del papa Francisco –ayer obispo de Buenos Aires, hoy Obispo de Roma– es un elemento más que une a argentinos e italianos, en la conciencia de nuestros orígenes comunes.
Italia estará siempre al lado de la Argentina y de su pueblo. Italia y la Argentina son un ejemplo único e irrepetible en el mundo: somos un único pueblo, somos una sola nación.
Vicepresidente del Consejo de Ministros y ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional de la República Italiana