Idóneos y apocalípticos
"Corresponde agradecer al funcionario los valiosos servicios prestados, remarcando su idoneidad."
(Del decreto 1/2017, sobre la renuncia de Adolfo Prat-Gay)
La chatura política de la primera semana del año obliga a sacar agua de las rocas para encontrar Las Palabras, y el agua brotó del Boletín Oficial. En el primer decreto del año, Mauricio Macri y Marcos Peña se deshacen en elogios a Alfonso Prat-Gay e informan que "ha presentado su renuncia" como ministro de Hacienda y Finanzas -ellos se la pidieron- y le agradecen los "valiosos servicios prestados remarcando su idoneidad para cumplir sus funciones, su dedicación al servicio del país y su compromiso con el bien común".
País extraño. Le ordenan renunciar a un ministro idóneo, dedicado, comprometido y ejecutor de valiosos servicios. Si así trata el Gobierno a un triunfador, mejor no imaginar qué suerte les espera a quienes fracasen en el Gabinete. ¿O acaso se temió que semejante talento opacara al resto del elenco? ¿Fue ésa también la razón de la abrupta partida de Isela Costantini después de reducir el déficit de Aerolíneas Argentinas?
Un gabinete que aspire a la permanencia debe acatar las reglas no escritas del desaparecido servicio militar obligatorio en el que los soldados debían arrebañarse, no sobresalir, ser uno más, indiscernible en la masa porque el que sobresalía para bien o para mal, perdía y lo tomaban de punto.
Pero lo que más conspira contra la medianía es que el Gobierno batió el récord nacional en el tamaño del Poder Ejecutivo debido al número de ministerios. Eran 20 y tras la renuncia de Prat-Gay, Macri separó Hacienda de Finanzas. Hoy son 21, más la Jefatura de Gabinete, o 23, pues las dos subjefaturas de Gabinete tienen rango ministerial. Imposible evitar que alguien se destaque hasta por accidente, hasta por exceso de empeño en no destacarse. De todos modos, casi al mismo tiempo que agregaba una cartera, el Gobierno deslizaba a la prensa que su principal objetivo en 2017 es recortar el gasto estatal reestructurando secretarías.
Claro, es posible que los tardíos elogios a Prat-Gay fueran mera cortesía con quien no logró el ansiado despegue de la economía. Prat-Gay podría replicar que se lo impidió la atomización ministerial de la vieja cartera de Economía. Mientras tanto, y por las dudas, cuando al titular de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Sergio Bergman, le preguntaron por los incendios e inundaciones, habló de una "profecía apocalíptica".