Huellas de un pensador influyente
Sobre Los usos de Foucault en la Argentina, de Mariana Canavese
Lectura, recepción, uso, aberración, préstamo. No importa qué palabra se use para rendir cuenta del modo en que una sensibilidad interpreta una tradición de pensamiento, siempre implica hacerse cargo de un ámbito de disputa. Y cuando se trata de un filósofo tan leído como Michel Foucault (1926-1984) se impone además evitar los clichés. Mariana Canavese –historiadora, investigadora del Conicet y docente de la Universidad de Buenos Aires– se enfrentó a éste y otros dilemas a la hora de aproximarse al modo en que el pensamiento del autor francés se fue integrando al panorama intelectual argentino –que también es el político– entre la década de 1950 y la actualidad. Se trata ciertamente de años marcados no sólo por sucesos sociales clave, sino también por la conformación local de campos como la sociología, los estudios culturales, el urbanismo y la teoría crítica del derecho.
El universo intelectual que describe Canavese en Los usos de Foucault en la Argentina –que enlaza con naturalidad sorprendente la teoría, el trabajo exhaustivo de archivo y la dimensión crítica– involucra una suerte de superposición de instituciones con lógicas diversas y no siempre armónicas: editoriales, universidad, grupos de estudio informales, cafés, diarios, casas, bibliotecas. También personajes clave para la historia intelectual del período: José Blejer, Oscar Terán, Enrique Marí, Tomás Abraham, José Sazbón, Hugo Vezzetti, José Francisco Liernur, Emilio de Ípola, Pilar Calveiro desde su exilio, Roberto Jacoby. Autores tan heterogéneos que su sola mención deja en claro la riqueza y la disparidad de la recepción argentina del pensamiento de Foucault.
Son años además de transformaciones político-culturales caracterizadas por conceptos tales como fin de las certezas, discontinuidad, posmarxismo, posmodernidad, diseminación del sentido. Una sucesión de dislocaciones que, en el caso de Latinoamérica, se produce en el marco de un de un proyecto moderno inacabado y donde la lectura de Foucault se cruza con las de Louis Althusser, Jacques Lacan, Gilles Deleuze, Claude Lévi-Strauss o Maurice Merleau-Ponty.
El recorrido de Canavese deja en claro que fue ciertamente a través del campo psicoanalítico como se introdujeron por primera vez las ideas del autor de Las palabras y las cosas. El primer texto de Foucault en ser traducido al español en 1961 resultó Enfermedad mental y personalidad. Pero, a partir de allí, el pensamiento del filósofo francés se diseminó hacia el derecho, la estética, la historia, la sociología, la arquitectura –a través del papel cumplido por “La Escuelita”, notable espacio privado sobre cuestiones urbanas sostenido durante la dictadura–, las políticas de salud.
Militancia política y Foucault, marxistas y foucaultianos resultan dos binomios que guiaron gran parte de las discusiones de esos años. Y es allí donde la esencial polémica producida en la revista Punto de Vista en 1983 y1984 entre Oscar Terán y José Sazbón –brillantemente reconstruida– expresa el papel del francés en la Argentina a la hora de reflejar la crisis del marxismo.
Canavese evade plenamente una serie de peligros: el mero contextualismo –las lecturas de Foucault no se explican sólo por las circunstancias– , el mero textualismo –las obras no son entidades fantasmales–, el intento de distinguir entre interpretaciones correctas o incorrectas, y el apego a un supuesto Foucault “verdadero”. No evita ni se regodea en las rencillas académicas sobre apropiaciones de tradiciones filosóficas que, aun cuando suelen ser resultado de miserias humanas, no dejan de tener impacto sobre cuestiones de orden conceptual.
Los usos de Foucault en la Argentina es una versión revisada de una tesis doctoral escrita en dos ciudades, Buenos Aires y París, entre archivos y entrevistas, entre libros canónicos y apuntes marginales. Pero la autora es además periodista, y esto la vuelve particularmente eficaz para elaborar una mirada donde ningún hecho es considerado menor y donde la claridad, de una belleza austera, no resulta incompatible con la complejidad de las ideas.
LOS USOS DE FOUCAULT EN LA ARGENTINA
Por Mariana Canavese
Siglo XXI. 220 páginas, $ 215