Honrar a los ex combatientes
Más allá de la opinión que pueda merecer la decisión política que en 1982 involucró al país en una guerra con Gran Bretaña de dolorosas consecuencias, la sociedad argentina guarda el más entrañable y respetuoso recuerdo hacia los connacionales que arriesgaron u ofrendaron sus vidas en ese enfrentamiento armado.
La guerra de las Malvinas puede ser objeto de severos análisis críticos en función de los aspectos estratégicos, políticos e institucionales que estuvieron en juego. Pero siempre será necesario mantener viva la llama de la gratitud nacional hacia los argentinos que cayeron en esa conflagración desigual y cruenta y hacia los combatientes que regresaron al país después de haber luchado dignamente en defensa de la soberanía nacional.
Por todos esos motivos, causaron profundo desagrado las expresiones vertidas por un funcionario bonaerense -el administrador portuario Miguel García- durante su controversia con el intendente de Necochea, JulioMunicoy, ex combatiente de Malvinas. Según lo consignado por el periódico Ecos Diarios, de esa ciudad, el administrador portuario declaró que el intendente incurre en un error si piensa que "el hecho de haberse equivocado de colectivo y haber estado en Malvinas" lo pone en situación privilegiada o diferente respecto del resto de la población.
Expresiones de esa clase constituyen un agravio gratuito e inadmisible hacia quienes combatieron en el Atlántico Sur con sacrificio y heroísmo, lo cual compromete el reconocimiento moral de todos los argentinos.