Hardware wallet vs. Caja de seguridad
Las finanzas globales se están transformando. La semana pasada, el cada vez más influyente Elon Musk compró, a través de su firma automotriz Tesla, 1.500 millones de dólares en bitcoin, legitimando así una ola de inversiones corporativas en criptomonedas que comenzó con empresas pioneras como la tecnológica MicroStrategy y seguirá materializándose en los próximos meses de la mano de los precios récord que registra la divisa estrella del blockchain.
Musk debe haber encontrado atributos de peso en la criptomoneda más popular de todas para realizar tamaña apuesta. Desde este espacio, hemos mencionado varios y en la columna de hoy nos vamos a concentrar en uno que eleva al bitcoin a la mejor forma de propiedad privada inventada jamás por el hombre: su capacidad de convertirnos en los únicos custodios de nuestro capital y evitar depender de una entidad financiera o una institución gubernamental.
Hablamos de la posibilidad de guardar bitcoin y demás criptomonedas en un dispositivo conocido como hardware wallet, una suerte de billetera física.
¿Qué es y cómo se utiliza? ¿Qué ventajas brinda en comparación con la clásica caja de seguridad del banco? A continuación, la describiremos e intentaremos despejar posibles dudas.
Qué es y para qué sirve una hardware wallet
Las criptomonedas son activos digitales que se almacenan en un sistema contable tecnológico de bloques unidos conocido como blockchain. Esta red es caracterizada por su carácter descentralizado e inmutable, lo cual significa que, una vez que la criptomoneda es colocada allí, solo se puede acceder a ella mediante una llave privada. Esta llave es un conjunto de entre 12 y 24 palabras que habilita a su poseedor (y solo a él) a transferir su capital a otro lugar. Sin esa llave privada, no hay forma de acceder al bloque donde están los activos. De allí la importancia de cuidar bien la clave para no perder el acceso a los fondos.
La hardware wallet es un dispositivo físico parecido a un pendrive con pantalla, en el caso del Nano Ledger, o a un pequeño smartphone, según el modelo de Trezor, que cuenta en su interior con nuestra llave privada y se conecta a la computadora a través de un cable USB, permitiéndonos el acceso a nuestros activos digitales en cualquier momento y lugar.
Se recomienda al poseedor de la hardware wallet anotar en una hoja las palabras de la llave privada para evitar que la pérdida del dispositivo por robo, olvido o daño le impida seguir accediendo a sus fondos. Las palabras anotadas que componen la llave privada deben ser celosamente custodiadas, puesto que podrían darle el acceso y control de los fondos a un tercero.
Pasando en limpio: para acceder al bloque de la blockchain donde se encuentran nuestros bitcoins o criptomonedas necesitamos la hardware wallet o las 12/24 palabras que componen la llave privada. Idealmente, ambas deben ser guardadas en lugares distintos, de modo que un imprevisto no nos impida seguir accediendo a la llave digital y, con ella, a nuestro capital en cripto.
Repasemos casos hipotéticos mediante ejemplos para que quede más claro lo que estamos aconsejando:
Caso 1: Voy a conectar mi hardware wallet y el dispositivo no prende. Se rompió. No hay problema. Tengo guardadas en un lugar seguro las 12 o 24 palabras de mi llave privada. Compro un dispositivo similar al que dejó de funcionar y “levanto” mi tenencia en la nueva hardware wallet. Lo hago introduciendo en ella mi llave privada.
Caso 2: Pasa el tiempo y descubro horrorizado que se mojó el papel donde tenía anotadas las palabras de la llave privada. No puedo distinguir lo que había escrito en su momento. Lo bueno es que tengo mi hardware wallet. No me dirá cuál es la llave privada, pero me dejará acceder al capital. Lo resuelvo descargando una wallet (billetera) en el celular (son menos seguras que las físicas) y transfiriendo mis criptoactivos allí de manera temporal. Realizada esta operación, reseteo la hardware wallet para obtener una nueva llave privada, vuelvo a anotarla (con tinta de mejor calidad y en un lugar más seguro) y transfiero nuevamente los criptoactivos de la wallet del celular a la hardware wallet.
Seguridad en las hardware wallets
La hardware wallet tiene un sistema anti hackeo: para confirmar una transferencia a otra billetera se deben presionar los botones, en el caso del Nano Ledger, o la pantalla táctil, en el caso del Trezor. De esta forma, se impide que un virus o un hacker ingrese para robar fondos.
Por otra parte, la llave privada no queda alojada en la computadora donde se conecta el dispositivo a la hora de operar, sino que se encuentra en el mismo dispositivo.
Además, la hardware wallet cuenta con un PIN numérico que debemos elegir al momento de instalarla y que nos protege en caso de que nos la roben. Sin el PIN, no puede ser utilizada.
Existe incluso una capa de seguridad más. Es optativa, pero se recomienda sumarla. Se trata de una passphrase (frase de contraseña) conformada por una palabra que, a diferencia de la llave privada, nosotros podemos elegir y funciona en conjunto con la llave.
Si la sumamos a las medidas de seguridad, para poder acceder a nuestros fondos necesitaremos el dispositivo con su PIN más la passphrase o bien las 12/24 palabras más la passphrase.
Como es una palabra que elegimos nosotros, podemos memorizarla o anotarla aparte. De esta forma, si alguien nos roba el dispositivo y accede también al PIN, no pueda acceder a los fondos, puesto que aún le resta conocer la passphrase.
La comparación final: hardware wallet vs. caja de seguridad bancaria
a. La caja de seguridad tiene un elevado costo de mantenimiento, mientras que la hardware wallet no tiene costo mensual.
b. La caja de seguridad nos permite acceder a nuestros fondos solamente los días hábiles y en horario bancario, mientras que con la hardware wallet podemos hacerlo todos los días y en cualquier momento
c. La caja de seguridad bancaria no se puede transportar, mientras que a la hardware wallet la podemos llevar con nosotros a todos lados (con sus tenencias adentro o, mejor dicho, con la llave que permite el acceso a nuestras tenencias).
d. La caja de seguridad tiene un límite espacial que no podemos superar; por lo que, si queremos seguir guardando dinero de esa forma, debemos solicitar y pagar otra caja de seguridad o aumentar el tamaño, lo que a su vez eleva el costo de mantenimiento mensual. La hardware wallet no tiene límite alguno. Podríamos guardar allí en criptomonedas todo el dinero que quisiéramos.
e. Los fondos alojados dentro de la caja de seguridad bancaria pueden ser robados. No sucede lo mismo con los que tenemos en la hardware wallet. Si tomamos recaudos y cumplimos las medidas de seguridad mencionadas más arriba, nadie podrá sustraerlos.
Muchas personas podrían argumentar que la caja de seguridad bancaria nos permite tener dólares guardados y advertir que la hardware wallet solo habilita bitcoins y otras criptomonedas cuyo precio es muy volátil, pero se equivocarían: desde la aparición de los stablecoins (criptomonedas estables) esto no es así. Actualmente un inversor acaudalado puede tener 10 millones de dólares en stablecoins atadas al dólar en una hardware wallet. De esta forma, ganaría en seguridad y permanecería ajeno a la variación del precio del bitcoin y otras cripto amantes del vértigo.
Como puede observarse, las ventajas son tantas que la pregunta sobre la adopción de la hardware wallet a nivel individual e incluso corporativo y gubernamental no apunta a si efectivamente va a ocurrir o no, sino cuándo sucederá.
Desde este espacio, seguiremos colaborando con más información y análisis sobre las herramientas que las nuevas tecnologías nos proveen a fin de seguir desarrollando las finanzas personales.