Hablar del tabaquismo y del cáncer es empezar a prevenirlos
Cada 31 de mayo se celebra el Día Mundial Sin Tabaco, establecido por la Asamblea Mundial de la Salud con el objetivo de “llamar la atención mundial hacia la epidemia del tabaquismo y sus efectos letales”. Para cumplir con el objetivo, es fundamental que los diversos actores sociales trabajen de forma conjunta para generar conciencia sobre el tema y también evitar el desarrollo de otras enfermedades como el cáncer de pulmón.
En ese sentido, es muy importante que se eduque al respecto, informando sobre los hábitos saludables de manera integral. Se necesita que cada vez más instituciones comuniquen sobre la relevancia de evitar el consumo de tabaco para que la población sepa que la adicción a la nicotina y la exposición constante a sustancias que dañan la salud tiene nombre y apellido: tabaquismo, y es una enfermedad crónica. Es fundamental visibilizar que el fumar puede causar cáncer de pulmón y que ambas enfermedades son prevenibles.
El primer paso para tener una población sana es que todos sepan acerca de lo esencial que es la buena alimentación, realizar actividad física diaria, cuidar la salud mental, usar protección al mantener relaciones sexuales y realizar controles médicos periódicos.
Para eso, la prevención primaria es fundamental. Se trata de aquellos hábitos esenciales para mantener una vida saludable: los que se aprenden de chicos, en casa o en el colegio, pero que se pueden incorporar a lo largo de toda la vida. Gracias a ellos se pueden evitar hasta un 40% las posibilidades de contraer cáncer y otras enfermedades, como las cardiovasculares o diabetes.
Resulta primordial que la educación se cultive y consolide desde temprano en las casas, en las escuelas, y en la mayor cantidad de ámbitos: con contenido adaptado a cada edad, es necesario reforzar los mensajes y explicar las diferentes maneras que tenemos para cuidarnos. Para que la población tenga las herramientas necesarias para decidir no exponerse al tabaco, para que se evite probar un cigarrillo por curiosidad, ansiedad, “presión social”, angustia o por verlo en el comercio. Si bien en nuestro país, a través de la Ley 26.687 se prohibió la publicidad en medios de comunicación, aún está permitida en los diversos puntos de venta. A través de la disposición se estipula que la publicidad o promoción, en los casos exceptuados de la prohibición, debe incluir un mensaje sanitario, que puede ser -por ejemplo- “fumar causa cáncer”.
En materia regulatoria a nivel internacional, en el marco del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco se prohíbe su publicidad, promoción y patrocinio. Además, en el artículo sobre “Educación, comunicación, formación y concientización del público” se contempla la adopción de medidas que promuevan “programas eficaces y apropiados de formación o sensibilización y concientización sobre el control del tabaco dirigidos a personas tales como profesionales de la salud, trabajadores de la comunidad, asistentes sociales, profesionales de la comunicación, educadores, responsables de las políticas, administradores y otras personas interesadas”.
Lo cierto es que con información de calidad se pueden tomar buenas decisiones, cada persona desde su lugar: ya sea promoviendo nuevas políticas públicas, creando talleres de cesación tabáquica o evitando el consumo.
Muchas personas piensan que si ignoran el tema, es como si no existiera. Pero, al contrario, evitarlo es agravarlo. Es fundamental hablar del cáncer para empezar a prevenirlo y eso es responsabilidad del accionar colectivo de las organizaciones, instituciones, gobiernos y el Estado.
Presidenta de la Liga Argentina de Lucha Contra el Cáncer (Lalcec)