A continuación, la desgrabación de sus principales conceptos:
- El cruce de acusaciones, esta comedia o drama de enredos que hay en el oficialismo, dice mucho de lo que está pasando con la Argentina, y no son tan importantes la multiplicidad de peleas, sino la naturaleza de esos conflictos.
- Este Gobierno es una mezcla absolutamente heterodoxa de un montón de sectores. Como tenía que ganar las elecciones, el kirchnerismo buscó un candidato que resultó ser Alberto Fernández, pero en el medio vinieron peronistas tradicionales, sindicalistas, tipos de la extrema izquierda, militantes de Derechos Humanos, organizaciones piqueteras, punteros políticos, de todo. Una ensalada de gente. Esto cada tanto estalla con cortocircuitos, peleas y discusiones. Ahora estalló.
- Hay tres datos importantes. El primero, que quien arroja la primera piedra para este conflicto es, nada más y nada menos, que la jefa de todos ellos, Cristina Fernández de Kirchner, cuando el sábado critica a Alberto Fernández a través de Twitter retuiteando un artículo periodístico que lo cuestionaba.
- El segundo dato es que todas estas discusiones se dan en un escenario público, en redes. Todos vemos este espectáculo. No es que Cristina Fernández llama por teléfono a Alberto Fernández y le dice lo que no le gustó. No pasa eso, se lo dice a través de Twitter. Es parecido a las peleas de los mediáticos por televisión, como si esto fuera un gran reality.
- Primero, Cristina tuitea una nota criticando a Alberto y nadie dice nada. Alberto se hace el distraído, pero se suma Hebe de Bonafini. Él le da entidad. Ella señala a Alberto Fernández por su reunión con los empresarios del 9 de Julio. Lo acusa de haberse juntado con asesinos. El Presidente, en vez de hacerse el distraído y decir que no hay que hacerle eco, le contesta la carta y escribe una en la que dice que se tiene que juntar con todo el mundo. Se suma Julio De Vido, un señor que está con arresto domiciliario por robar plata del Estado, y apoya a Hebe de Bonafini. Todo esto es fuego amigo. Las piedras vienen de adentro. Aparece Juan Grabois, dirigente piquetero, que le hizo campaña a Cristina y acusa de ladrón a De Vido. De Vido le contesta que robó con Cambiemos sacándole plata al Ministerio de Desarrollo Social. Se suma Nora Cortiñas y dice que el problema es el gabinete de Alberto Fernández, que hay medio que debería estar preso. Hoy habló Alberto Fernández y dijo que tienen que hablar entre todos.
- Seguramente esto va a terminar por ahora, pero quien inicia todo esto es Cristina, todo ocurre en un espacio público y debilita a Alberto Fernández, porque esto no pasaría si el Presidente fuera un líder indiscutido, serio y que generara respeto en todos los sectores. Todo esto podría ser un problema del oficialismo, pero es un problema de todos.
- Estas personas están discutiendo sobre la dictadura militar, sobre el asesinato de Kosteki y Santillán, sobre lo que robó o no robó Julio De Vido hace 15 años, sobre lo que hizo o no Grabois hace cuatro años y sobre lo que hizo o no medio gabinete. Están discutiendo las miserias de su pasado.
- La Argentina está en una crisis histórica, descomunal, probablemente la mayor crisis económica que se recuerde. Se viene un desastre, y esta gente, que es la encargada de gestionar esta situación, está discutiendo sobre cualquier cosa, sobre sus lealtades, quién traicionó a quién, quién es más malo que el otro, quién se sentó con quién. Todos los gobiernos tienen internas. Siempre hay lío en un vestuario, el tema es por qué discuten. Si discuten por las medias, estamos sonados. Si discuten por el equipo, por ahí sirve.
- El problema es que discutan pavadas que no conducen a ningún lado, cuando tendrían que estar pensando cómo hacer un país viable, cómo construir un futuro.
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