Fotografía. Territorio de curadores
Novedad. La curaduría, que en el mundo del arte es una herramienta aceptada y valorada, avanza también en el dinámico ambiente de la fotografía. Cuatro protagonistas ponen en palabras sus experiencias
A partir del siglo XX los artistas usaron fotografías no sólo como referencia visual. El mundo del arte se apoderó de la fotografía deconstruyéndola, aplicándola en collages, tapándola con pintura, incorporándola a la escultura, y se volvió imprescindible para registrar y documentar los hechos artísticos.
Durante todo ese tiempo, desde el campo de la fotografía se podían oír los gritos de guerra en contra del arte establecido, que no se dignaba a hacerle un lugar a la pretendida independencia del medio. Entonces la lucha por el reconocimiento como arte se convirtió en bandera de fotoperiodistas y retratistas, documentalistas y "fotocluberos". Pero desde fines de los años 80 la fotografía en la Argentina experimenta una evolución que todavía no llega a su techo. Varios de los artistas que la practicaban seriamente se dieron cuenta de que todas las disciplinas artísticas habían sido atravesadas irreversiblemente en su discurso por la fotografía como técnica y por la acción de los fotógrafos como artistas.
La fotografía ya ganó su lugar. Ahora su propia tradición se ve amenazada por las herramientas habituales de su nuevo mundo. La curaduría de arte es sólo una de las prendas que los fotógrafos tienen que probarse para estrenar el traje de "artista visual".
María José Herrera
"El fotógrafo artista es como cualquier otro artista"
El curador no inventa, interpreta la obra para entender mecanismos que no son explícitos. Umberto Eco dice: "Es la obra la que tiene un ideolecto" (una lengua específica). El artista tiene una lengua particular. Y el curador entiende ese idioma.
Una de las cosas verdaderamente específicas de la fotografía es su reproductibilidad técnica. La fotografía es documento y objeto artístico. Y no necesariamente tiene que ser la copia original. Es lo mismo que pensar que un cuadro es más valioso porque está pintado con óleos caros.
Cuando analizás la fotografía como objeto artístico, te ponés a pensar en las diferencias entre la visión real y la fotográfica, en la reproductibilidad, en cuál es la historia de los intereses de esos fotógrafos que se apartaron de la fotografía vista como documento. Ahí es cuando un fotógrafo artista es como cualquier otro artista. Tendrá mayor capacidad de inmedidatez que un pintor, pero en esencia es lo mismo.
La fotografía sigue estando separada, en algunos aspectos, del mundo del arte por una imposición de las reglas del mercado, que necesita reinseminarlo con el aura para que sea un objeto único y así comercializarlo mejor.
Ahora, gracias a las escuelas de arte, las clínicas y las residencias, a los artistas se los ayuda a generar un discurso acerca de su propia obra. Eso genera una autosatisfacción muy grande que no necesariamente resulta en una gran obra. Poder hacer una obra es tener algo que decir, comunicar una perspectiva original.
Herrera es licenciada en Artes (UBA), fue jefa de Investigación y curaduría del Museo Nacional de Bellas Artes (1999-2012). Actualmente es directora general del Museo de Arte Tigre.
Bruno Dubner
"No hay que quitarle el sentido de aventura en una obra"
Mi sistema de montaje es muy clásico. Me gusta una foto al lado de otra. Pero, aun así, es una decisión. En mi caso, es que una muestra no parezca curada. De todas maneras, siempre hay una fisura entre la intención y lo que se ve. Aparece algo que hay que escuchar, ya sea ante las imágenes o en su disposición.
La práctica curatorial se da hoy en muchos dispositivos donde no la registramos como tal. Experiencias como Tumblr, donde chicos sin experiencia alguna arman curadurías geniales mezclando fotos familiares con otras de grandes maestros.
El artista es el primer crítico. Yo no creo que el curador tenga que cumplir funciones de crítico. El curador produce. Godard decía que la mejor manera de contestar una crítica era con otra película. Puedo ver crítica en todos los aspectos de la vida.
El curador no es un mediador entre el artista y el público. Eso lo hace un guía de museo. No hay que quitarle el sentido de aventura que nos propone la obra.
La fotografía tiene fecha de invención. A diferencia de la pintura (que sigue siendo pintura), la fotografía hoy no es daguerrotipo. La esencia de la fotografía es no tener esencia. La evolución tecnológica ha hecho que la fotografía sea indefinible. La fotografía nació con la ventaja de preguntarse a sí misma todo el tiempo. Modificó a todas las artes. Es incontrolable, y ésa es su característica.
Arte y fotografía no están separados. Si trabajas y pensás en ese medio, automáticamente te transformás en otra cosa: en un artista. No hay que renegar de la fotografía para ser un artista.
Dubner es fotógrafo. Cursó estudios de filosofía y fotografía. En 2005 ganó el Primer Premio Adquisición en el Salón Nacional de Artes Visuales.
Federico Baeza
"Somos como brujos que perdimos la magia"
No todas las muestras tienen que estar curadas. Se puede colgar una muestra de acuerdo con el galerista y se llama a un crítico para que escriba un texto. No necesariamente una muestra curada es mejor que una no curada.
El curador tiene que desarrollar la capacidad de escenificar. Pensar una estrategia para que la disposición, los colores, los posibles recorridos estén en sintonía. Hay que entender cómo ve el artista.
El curador cumple las funciones de un crítico. El curador y el crítico son como los siameses: muy unidos, pero siempre dos. No puede haber un designio individual que sea ininteligible para los demás. No concibo la curaduría sin la escritura. Para el ejercicio de la palabra pública hay que tener capacidades argumentales y de diálogo. No hay que simplificar el discurso para que sea más claro. Eso es subestimar al público, y los textos demasiado pedagógicos lo único que hacen es establecer una idea de la desigualdad. Se trata de dar puntos de discusión que estimulen el pensamiento de todos.
A diferencia del artista, los curadores no generamos aura. Los catálogos, los vitrinas, el mobiliario, el montaje son archivo en todo caso, pero no generan aura. Somos como brujos que perdimos la magia. Nuestro trabajo es restituir un aquí y ahora para la obra. La exhibición es una recontextualización de las imágenes.
Hoy, se puede decir que la fotografía ha colonizado el resto de las artes. Se infiltró y, simultáneamente, perdió algo de la autonomía de su lenguaje. Y no me parece mal. Tendemos a un campo multidisciplinario. Hoy es constitutivo de un artista saber sacar fotos.
Baeza es licenciado en Artes. Director de extensión del área Crítica de Arte ?de la Universidad Nacional de Arte.
Guadalupe Chirotarrab
"La obra tiene que hablar por sí misma; hay que hacer que surja"
Yo trabajo desde el conocimiento del arte contemporáneo. Tengo ciertos resquemores al pensar la fotografía de hoy como un medio que tiene que conservar cierta autonomía. Hoy, ante la hipercirculación de imágenes, es muy difícil hablar del interés específico del medio dentro del contexto del arte contemporáneo. En sí mismo, el medio no tiene mucho más para decir. En los años 80, Sherrie Levine, Cindy Sherman y otros de la picture generation generaron una discusión que era propia de la fotografía. Hoy, la práctica artística contemporánea está por delante de la evolución del medio fotográfico.
Hay que estudiar y conocer la historia cultural del arte. Tener conciencia política de cómo influye cada cosa que se promueve, cada artista que se exhibe. El trabajo del curador no es ingenuo.
El curador es un investigador. Un personaje camaleónico de acuerdo con el contexto con el que tiene que dialogar. En algunos casos es un mediador para traducir algunas ideas complejas. Sobre todo en un trabajo institucional para el público en general. Y en otros casos puede ser que genere nuevos significados que obstaculicen la llegada a ciertos públicos. La obra tiene que hablar por sí misma. Y hay que dar un territorio para que esa obra surja.
La fotografía es un recurso del artista, algo que utiliza todo el mundo. Como disciplina ha generado muchas preguntas desde su inicio, pero ahora no es un tema relevante. Y con esto no quiero decir que la fotografía no sea importante.
Chirotarrab es arquitecta (UBA), curadora independiente e investigadora de arte contemporáneo. Entre 2009 y 2013 fue directora artística de la Galería Foster Catena.
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