Ficción y realidad
Cuando el teatro Liceo se inauguró, en 1872, el edificio del Congreso no existía. Había una sola incomodidad: la bosta que dejaban a sus puertas los caballos que llevaban a los espectadores montándolos o en carruajes. De allí que hasta hoy en círculos artísticos se desee “mucha merde”, como sinónimo de éxito.
El Congreso le ocasionó otras peripecias al Liceo. Cuando las manifestaciones se ponen espesas allí, como ayer, sus funciones peligran. También si son demasiado festivas y multitudinarias, como la Marcha del Orgullo que, en 2023, obligó a levantar dos funciones de Piaf.
En 1974, cuando Guillermo Bredeston y Nora Carpena representaban Una rosa para el desayuno, serios disturbios alrededor de esa sala obligaron a bajar sus persianas con todo el público adentro.
La obra teatral más vista en este momento es ¿Quién es quién?, con Soledad Silveyra y Luis Brandoni, en el Liceo. La acción comienza cuando el matrimonio que encarnan miran por TV una protesta frente al Congreso. Semanas atrás, cuando el presidente Javier Milei habló por la noche desde allí, la mencionada actriz aconsejó por redes sociales a los espectadores a que llegaran a pie. Las dos funciones de ese día se realizaron a sala llena.
Temas

Últimas Noticias
Ahora para comentar debés tener Acceso Digital.
Iniciar sesión o suscribite