Fernández se resiste a ser el opositor que Cristina necesita
Cristina Fernández de Kirchner necesita que Alberto Fernández sea su principal opositor. Una función que el Presidente se resiste a cumplir. Probablemente porque no fue prevista en el acuerdo original por el que Cristina lo eligió como candidato a presidente, en absoluta soledad. Pero también porque, si lo hiciera, comprometería la única base electoral con la que cuenta para sostener a su gobierno: los votos que los sondeos le atribuyen al Frente de Todos en el conurbano. El lugar donde obtuvo la ventaja para vencer a Juntos en 2019.
Los focus groups en poder de Horacio Rodríguez Larreta muestran que Fernández es el principal condicionamiento a la estrategia de la vicepresidente: alejarse de su gestión para conservar ese capital electoral. En la zona sur, la imagen positiva del jefe del gobierno porteño (48,6%) registra un virtual empate con la de Cristina (48,4%), que es apenas superior a la de Fernández (45,3 %). Estos datos le darían a Fernández un argumento eficaz para justificar la procrastinación como su zona de confort político.
Contribuye a que la sociedad lo adopte como otra víctima presunta del kirchnerismo. Es una situación que exaspera a Cristina y la empuja a cometer de nuevo el mismo error. “El Gobierno es nuestro”, bramó casi con impotencia Andrés “el Cuervo” Larroque, ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense. El desliz de quienes los intendentes sindican como el ventrílocuo predilecto de la vicepresidente convirtió un hecho menor en una cuestión de Estado. Wado de Pedro no iba a asistir a la reunión de Gabinete por un problema familiar.
Finalmente lo hizo para aventar versiones de una ausencia premeditada. Pero también para no desairar a los gobernadores. La reunión fue convocada por Juan Manzur. El jefe de Gabinete habría condicionado su permanencia en el Gobierno a ser jefe de campaña de la reelección de Fernández. Manzur lidera la liga de gobernadores del norte. El de Catamarca, Raúl Jalil, es uno de ellos. Acompañó a De Pedro a su gira por Israel. El ministro podría integrar una fórmula presidencial que Cristina negocia con gobernadores.
Alexis Guerrera no tomó los recaudos de De Pedro ni de Jorge Ferraresi y Matías Lammens, de gira por Cuba. Los “motivos personales” del ministro de Transporte para justificar su inasistencia promovieron suspicacias. Guerrera es el delegado de Sergio Massa en el gabinete. Massa quiere ingresar a él como un superministro que absorba las carteras de Economía y Producción. Una concentración que opacaría al jefe del Gabinete. Para eso precisaría el consenso de Fernández y de Cristina.
El kirchnerismo envía señales confusas sobre la posibilidad de avalar a Massa. La Legislatura bonaerense resolvió anteayer el apartamiento preventivo del fiscal de Tigre, Claudio Scapolan, procesado por la Justicia Federal como líder de una asociación ilícita ligada al narcotráfico. La senadora del Frente Renovador Sofía Vanelli y el diputado Walter Caruso, escudero del intendente de San Isidro, Gustavo Posse, se opusieron a la decisión adoptada por los otros nueve miembros del jury. Antes hubo una votación más ajustada.
Scapolan pidió el aplazamiento de la audiencia hasta que la Cámara Federal resuelva la apelación que presentó para que su procesamiento quede sin efecto. El pedido fue rechazado por siete integrantes del jury, pero acompañado por otros cuatro: Vanelli, Caruso, el abogado José Manuel del Cerro y el diputado de Juntos, Daniel Lipovetzky, ligado a Daniel Angelici. Por eso su posición no resultó tan sorpresiva como la activa participación de Ana María Bourimborde.
Bourimborde es la titular de la Cámara Civil y Comercial de La Plata y fue elegida por la Corte para presidir el jury contra Scapolan, del que previamente se excusaron todos sus miembros, al igual que los del Tribunal de Casación Penal. Bourimborde es la esposa de Carlos Martínez, un histórico dirigente del PJ de La Plata estrechamente ligado a Julio Alak, a quien Axel Kicillof designó ministro de Justicia por pedido de Cristina.
La impresión en Juntos, con mayoría en ese jury, es que el kirchnerismo dejó solo a Scapolan, acusado por el destituido fiscal de Pilar, Washington Palacios, de fraguar el acta policial sobre el asalto al domicilio de Massa en los días previos a la elección del 2013 en la que el Frente Renovador venció al Frente para la Victoria.
Los estudios que encarga Rodríguez Larreta sobre el conurbano revelan que la mitad de quienes elegirían al oficialismo (48%) podrían considerar otra opción. Ese aparente debilitamiento del liderazgo electoral de Cristina abre dudas sobre la efectividad de la institucionalización del Frente de Todos en la provincia de Buenos Aires. La disputa en el bloque de Diputados por las dos vacantes en el Consejo de la Magistratura paraliza la actividad en esa Cámara.
Germán De Césare ocupará un lugar por Massa. La pelea por el otro revela la tensión entre La Cámpora y los intendentes tras el nuevo acercamiento de Cristina a Kicillof. Martín Insaurralde propone a Mariano Cascallares. Máximo Kirchner, a Maite Alvado, pareja de Facundo Tignanelli. Cascallares lidera la logia de intendentes que ocupan posiciones en el gobierno nacional y el bonaerense, autoconvocados para evitar que la pelea entre Fernández y Cristina afecte el interés común.
Un espíritu de cuerpo disimulado con el esfuerzo por cumplir con las directivas de la vicepresidenta. Negocian con abnegación pero sin entusiasmo que la oposición se allane a votar en el Senado la designación de Federico Thea en el Tribunal de Cuentas. La misma convicción que expresan para atender la urgencia de restituir el régimen previsional especial a los empleados del Banco Provincia (Bapro).
Una devolución de gentilezas con Sergio Palazzo, que accedió a abstenerse de votar el entendimiento con el FMI en el Congreso. El titular de la Asociación Bancaria precisa contener a una junta directiva mayoritariamente peronista, que no observa con agrado su inserción en el kirchnerismo. La caja previsional del Bapro tiene 15.000 beneficiarios y un déficit anual de 15.000 millones de pesos, provocado por jubilaciones que promedian los 200.000 pesos, pero con casos donde llegan a los 700.000. El déficit total de la provincia fue en 2021 de 90.000 millones.
Fiel a su estilo, la Corte le hizo saber informalmente que declararía la inconstitucionalidad de la ley 15.008 con la que María Eugenia Vidal modificó ese régimen. Es lo que pide la Asociación Bancaria en tres demandas colectivas. Ese fallo le permitiría a los jubilados del Bapro percibir retroactivos por un monto total estimado en 30.000 millones de pesos. La pelea por el Consejo de la Magistratura impide sesionar y aprobar la asignación de comisiones parlamentarias.
Lo que obliga a lograr la presencia de los dos tercios del cuerpo para convocar a sesión y a tratar las iniciativas sobre tablas. Un salvavidas para la oposición que negocia modificar, y no derogar, la ley 15.008. Sergio Berni intentó capitalizar esta crisis. Acusó a Fernández de hacerse un autogolpe. Un respiro al asedio del “trabajo a tristeza” de “la bonaerense” a modo de protesta por el deterioro de sus salarios con la inflación. La otra cara de la inseguridad en el conurbano.
Cristina duda en desplazar a Berni y que Kicillof sufra un desgaste similar al que tuvo cuando desplazó ministros para cumplir con su orden de incorporar intendentes a su gobierno. Otra razón que podría argüir Fernández para negarse a ser opositor.