Estoy saliendo con un chatbot
Las aplicaciones de citas como Tinder, Grindr o Bumble no son el mejor lugar para ir en busca de la verdad, pero la llegada de la IA está complicando aún más las cosas: allí tenemos fotografías retocadas para rejuvenecer a un galán, o conversaciones compuestas de réplicas provistas por chatbot para fingir ingenio o inteligencia. El 30% de sus usuarios las está utilizando.
La IA –un sujeto obsesionado por encajar y conformar– se convierte en el Cyrano de Bergerac del usuario, “Tendría que existir una regulación para saber cuándo se trata de un humano y cuándo es un bot con quien se habla”, explica Ángel Galán, del Immune Technology Institute de Madrid; porque si no el diálogo se torna desigual.
Pero imaginemos que una persona usa la IA para conquistar a otra. Y que esta otra también utiliza la IA para corresponderle. Tendremos una historia de amor entre dos robots que se mienten mutuamente. Un romance entre algoritmos, en el que ninguno de los dos humanos quiso venir a la cita.ß
Algo más...
Si escribimos en DatingAI la frase “Hola, ¿qué estás buscando?”, se nos sugerirán diferentes respuestas. ¿Carismática? “Alguien con quien vivir aventuras, ¿empezamos una juntos?”. ¿Sarcástica? “Ya sabes, lo normal, dominar el mundo y encontrar a alguien que soporte mi mal gusto para elegir pelis de Netflix”.ß