Es el peronismo, estúpido
Como en un loop, una vez más la realidad nos choca de golpe. Aquella frase de la época de Bill Clinton, “es la economía, estúpido”; viene a contramano del resultado de las elecciones generales de este 22 de octubre.
Algunas apreciaciones sobre este proceso:
· Las PASO le permiten al oficialismo recalcular, rectificar y remontar un mal resultado. Pasó con Macri en 2019 y con Massa ahora.
· No tenemos una ley que obligue a un ministro, diputado, presidente o quien sea que ejerza un cargo público, a renunciar a su cargo mientras hace campaña para otro. Esto supone un uso discrecional de fondos públicos y una utilización electoral del mismo cargo. La discrecionalidad y la tolerancia a estas prácticas no son privativas de ningún partido político y no son novedad tampoco. Países tan distintos, pero no tan lejanos, como Bolivia, Costa Rica, Colombia o Ecuador tienen restricciones a este respecto: por ejemplo, en el caso de Ecuador, los ministros deben renunciar antes de inscribir su candidatura, en el caso de Costa Rica los ministros deben renunciar doce meses antes de la fecha de la elección.
· La estrategia divide et impera ha dado sus frutos. El mejor caso para mostrarlo es la provincia de Buenos Aires: allí se gana con mayoría simple. Esto le permitió a Kicillof lograr ser reelecto, frente a un 26.62% de Grindetti y un 24.59% de Píparo.
· Por definición las PASO no obligan a los partidos a ir a internas, si a ir a PASO, pero no a presentar alternativas al elector: parece un juego de palabras, pero hay internas sin opciones internas. Así lo ha hecho siempre el kirchnerismo a nivel presidencial. Sólo en esta ocasión presentaron un candidato testigo, a fin de simular una competencia donde Grabois no era competencia para Massa. Por eso es que las PASO se han convertido en una encuesta menos sesgada y menos arbitraria que las que circulan por los medios. Al final de cuentas, funcionan como un sondeo compulsivo.
· Mientras tanto, las PASO desgastaron a JxC. La interna se fagocitó una elección que parecía ganada. En los pasillos decían que quien ganaba esa interna se sentaría en el sillón de Rivadavia. Terminaron terceros. Perdieron votos entre las PASO y la general, pero la cantidad de votos que perdieron entre 2019 y 2023 es el resultado de un sin número de errores voluntarios.
· El peronismo siempre es peronismo, es vertical no importa con quién. Pero también es personalista. Ahora muta del kirchnerismo al massismo.
· El ballotage es un mal mecanismo para formar gobierno: si Milei ganara la segunda vuelta, gobernará en un contexto donde el Congreso se definió en esta elección. La renovación parcial favoreció una vez más al peronismo.
· La corrupción, la economía y la inseguridad no definieron el voto a Massa. Al contrario.
Por otro lado, una reflexión sobre las herencias del kirchnerismo en la política argentina:
· La institucionalización de la corrupción y un entramado de captura del estado
· La institucionalización de la violencia política y del patoterismo como forma de hacer política.
· La institucionalización de la opacidad, del amiguismo, como política de estado
· La degradación del orden institucional
· Mucho estado, poca sociedad civil.
De cara al ballotage de noviembre, los partidos políticos tienen un desafío: por el lado de La Libertad Avanza, un proceso de construcción pendiente por su rápido crecimiento. Por el lado del Pro, definir qué partido va a jugar. El radicalismo y el peronismo, los partidos tradicionales de nuestra historia, muestran una capacidad de supervivencia y reciclaje sin comparación, ajenos a la crisis de representación que parecía cernirse sobre nuestra política.
Una pregunta pendiente queda flotando en el aire: ¿han estado la política partidaria y los líderes de los partidos a la altura de las circunstancias? ¿De la crisis que vivimos hace… años… o décadas?
La respuesta es no. El peronismo, de la mano de Massa, se convirtió en el administrador de la decadencia. Y el populismo nos encierra nuevamente en una trampa de la cual la Argentina parece no poder salir.
Directora Licenciatura Ciencias Políticas Ucema