Erik Prince, dueño de un ejército al servicio de la guerra privatizada
Su firma, Blackwater, obtuvo contratos multimillonarios por sus servicios de protección en Irak y Afganistán. Pero su papel en ambos frentes fue mucho más lejos: incluyó operaciones secretas y hasta la búsqueda de Osama ben Laden. Para algunos, Prince se atribuye un rol mesiánico en la lucha contra el islam Jean Palou Egoaguirre El Mercurio/GDA
Si tienes el dinero, puedes contratar 17 James Bond con Arnold Schwarzenegger a cargo", aseguran, medio en broma, medio en serio, en los pasillos de Blackwater, la controvertida compañía de seguridad militar fundada por el magnate y ex oficial SEAL Erik Prince, acusada de emplear violencia excesiva en sus operaciones de protección de diplomáticos en Irak.
Y el Pentágono, al parecer, todavía necesita de estos James Bond y Arnold Schwarzenegger privados.
Pese a los escándalos en que se ha visto envuelto Blackwater -que incluso cambió su nombre a "Xe Services" en un intento por resetear su imagen-, los expertos afirman que la administración de Barack Obama seguirá necesitando la ayuda de la poderosa empresa de Prince, cuyas fuerzas fueron conocidas alguna vez como el "ejército en las sombras de George W. Bush".
"Se trata de conveniencia y costo. El Departamento de Estado norteamericano se hizo dependiente de sus contratistas en Irak porque contratarlos era más fácil que asignar suficientes fuerzas propias a ciertas tareas", explica Benjamin Friedman, analista del Brookings Institute, de Washington. Sean McFate, de New America Foundation, también de la capital estadounidense, agrega que esta "dependencia" no sólo abarca "los servicios de protección en el terreno, sino también el entrenamiento de soldados y policías extranjeros".
La objeción es que, durante el gobierno de Bush, el rol de Blackwater fue mucho más allá de la protección de funcionarios o de resguardar caravanas o instalaciones sensibles en Irak. Según reveló The New York Times , la CIA le habría confiado en 2004 la búsqueda del mismísimo Osama ben Laden y sus secuaces jihadistas, e incluso los aviones Predator que actualmente se usan en la guerra en Afganistán fueron armados por una de las divisiones "secretas" de la compañía.
James Robbins, ex consultor del departamento de Defensa de EE.UU., explicó que la razón de esto pudo estar en que Prince se ha preocupado en reclutar a muchas de las figuras de la CIA, como el actual vicepresidente de la firma, Cofer Black, quien fue el encargado de las operaciones antiterroristas después del 11-S, aquel que advirtió que traería la cabeza del líder de Al-Qaeda en una caja con hielo seco. "Blackwater puede ser mucho más eficiente en usar gente con experiencia", dice.
Desde su fundación en 1997, y sobre todo desde el 11-S, Blackwater ha pasado de ser un modesto centro de entrenamiento de policías locales a ser un verdadero holding militar con múltiples ramificaciones, y cada vez asume más tareas que antes ocupaba directamente al Pentágono.
Si necesitan aviones o helicópteros, por ejemplo, está Aviation Worldwide, o Presidential Airways; si se necesitan espías, Total Intelligence Solutions podría ayudar, y para operaciones "especiales" o "secretas" estaría la misteriosa unidad llamada Blackwater Select. Y así con una serie de reparticiones cada vez más especializadas, como aquella dirigida a la seguridad marítima -cuentan con un barco armado de 183 pies de largo- o la de vehículos blindados, con un modelo exclusivo, el Grizzly APC.
Además, en su centro de operaciones, en Carolina del Norte, se entrenan más de 40 mil uniformados al año, procedentes de distintas ramas de las Fuerzas Armadas.
Otros mercados de la guerra
La apuesta por la expansión a otros países sería Greystone Limited, firma fundada en 2004 y única sección que no está asentada en Estados Unidos. Según anuncia en su página web, se enfoca en "misiones de paz", logística y entrenamiento de fuerzas.
"De algún modo, las operaciones de Prince son la versión militar de la aseguradora AIG: es demasiado grande para caer", resumió la revista Mother Jones .
Tan vinculado está al sistema militar norteamericano que, quizás sin saberlo, Obama ya ha pagado varios millones de dólares a la polémica firma.
Jeremy Scahill, autor de Blackwater: The Rise of the World´s Most Powerful Mercenary Army , afirma que, desde que Obama asumió la presidencia, su gobierno ha contratado a "Xe" por más de US$ 174 millones en "servicios de seguridad" sólo en Afganistán e Irak, pese a que este último país no le renovó el permiso de trabajo a principios de este año.
Admite, en todo caso, que han ido bajando sus asignaciones -en 2006 llegó a pagarle US$ 600 millones- en beneficio de otras compañías, como DynCorp y Triple Canopy. Pero sigue siendo muchísimo más que el millón de dólares anuales que recaudaba Prince antes del 11 de seotiembre de 2001. ¿Para cuántos Arnold alcanzará eso?
Algunas otras cifras resultan relevantes para poner en contexto la dimensión del negocio: US$ 100 mil millones mueve anualmente la industria de las compañías militares privadas; US$ 300 mil millones ha gastado desde 1994 el Departamento de Defensa de Estados Unidos en 3601 contratos con 12 empresas militares norteamericanas; unos 190.000 contratistas de diversa índole trabajaban a principios de 2008 en Irak, pero Blackwater fue la firma con más personal armado, mil empleados; por último, US$ 12,4 millones han donado las 17 principales firmas militares de Estados Unidos a campañas presidenciales desde 1999.
Hermético, Erik Prince, de 40 años, suele rehuir las cámaras y concede muy pocas entrevistas, lo que ha dado pie para una serie de rumores.
Scahill, el autor de Blackwater: The Rise of ..., afirma que se trata de un "neo-cruzado" con una agenda de supremacía cristiana. "Blackwater -dijo- pretende crear un ejército privado de patriotas temerosos de Dios, bien pagados y al servicio de la hegemonía de Estados Unidos."
Esto lo ratificó John Doe 2 (testigo N.N.), un ex funcionario de la compañía, quien el 3 de agosto pasado declaró bajo juramento en una corte de Virginia que Prince "intencionalmente desplegaba en Irak ciertos hombres que compartían su visión de la superioridad cristiana, deseando que ellos tomaran y sabiendo que tomarían cada oportunidad para asesinar musulmanes". Esta fuente afirmó que sus colaboradores mataron a "una o más personas" que -suponían- habían podido atestiguar en su contra.
En una de sus pocas apariciones públicas, en una audiencia en el Capitolio en 2007 sobre el asesinato de 17 civiles iraquíes por parte de fuerzas de Blackwater, Prince aseguró que no eran "mercenarios" y apeló al patriotismo: "Somos estadounidenses que trabajamos para EE.UU. y protegemos a estadounidenses".
"Se trata de un ultraconservador que actúa bajo su autoproclamada misión de "salvar al mundo"", señala Quincy Surasmith, director del documental Iraq for Sale . "Su involucramiento en la política militar es una parodia, y no podemos dejarlo continuar", agregó.
Su éxito en los negocios también va de la mano de sus importantes contactos políticos. Fue pasante en la Casa Blanca bajo la presidencia de George Bush (padre), y ha donado más de US$ 325 mil a causas republicanas desde 1998. El ex candidato presidencial demócrata John Edwards lo calificaba de "compinche político" de George W. Bush.
Como oficial SEAL le tocó ir a Haití, Bosnia y Medio Oriente, pero no participó de operaciones de combate. Duró sólo cuatro años en la fuerza, para luego hacerse cargo de la millonaria herencia que le dejó su padre -vendieron su empresa de autopartes en US$ 1300 millones- y comenzar el imperio de Blackwater.
Quién es
Nombre y apellido:
Erik Prince
Edad:
40 años
El inicio de su imperio:
Nacido en Michigan, en junio de 1969, es hijo de Edgar y Elsa Prince. Fundó Blackwater en 1997, dos años después de que su padre muriera inesperadamente y él heredara 1300 millones de dólares.
Con los republicanos:
Ha donado dinero para numerosas causas a través de una fundación que lleva el nombre de sus padres. También ha colaborado económicamente con el Partido Republicano. Tiene seis hijos.