Enrique Avogadro es el nuevo ministro de Cultura de la Ciudad
Lo anunció el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta en una conferencia en la sede de Parque Patricios de la que participó el funcionario saliente, Ángel Mahler, y sus pares de Nación y Provincia
El Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, confirmó esta tarde a Enrique Avogadro como nuevo ministro de Cultura de la ciudad en lugar del director de orquesta Ángel Mahler, que se desempeñaba en el cargo desde mediados de 2016. De la conferencia en la sede porteña de Parque Patricios participaron el ministro saliente y sus pares de Nación y Provincia de Buenos Aires, Pablo Avelluto y Alejandro Gómez, respectivamente.
"A Ángel Mahler le picó el bichito de volver a la actuación artística y por eso va a venir Enrique Avogadro, con quien trabajamos juntos en el gobierno de la ciudad y en el nacional, haciendo un gran trabajo en equipo", presentó así Rodríguez Larreta el cambio ministerial. Por otra parte remarcó que el funcionario saliente seguirá ligado al gobierno en lo referente a la recuperación de la avenida Corrientes que él mismo propulsó. Y agregó: "Ángel le dio mucho impulso a la cultura en la ciudad y el resto del equipo continuará en sus tareas".
Avogadro es un porteño cien por cien: nació en la Ciudad de Buenos Aires hace 41 años. Estudió en el colegio Cardenal Newman –por cuyas aulas pasaron también el presidente de la Nación, Mauricio Macri, y varios funcionarios de su gabinete-, y luego se graduó como licenciado en Estudios Internacionales, con especialización en Economía Creativa.
En agosto pasado había renunciado a su cargo como Secretario de Cultura y Creatividad en el Ministerio de Cultura de la Nación, conducido por Pablo Avelluto con quien, era de público conocimiento, no se llevaba bien. Los separaban distintas concepciones sobre política cultural.
Antes de llegar a Nación, Avogadro había sido director general de Comercio Exterior en el Ministerio de Desarrollo Económico de la Ciudad de Buenos Aires durante la gestión de Aníbal Ibarra y, cuando Macri fue jefe de Gobierno porteño, ascendió a Subsecretario de Economía Creativa; condujo el entonces flamante el Centro Metropolitano de Diseño (CMD).
Uno de los aspectos de la gestión cultural que más le interesa es contar con instrumentos de medición y evaluación de las políticas públicas de forma de poder discutirlas en base a información certera. “Es muy difícil encontrar (en el país) información sistemática y regular sobre las políticas culturales”, dijo a LA NACION hace algunos meses. Y agregó que “hay poca discusión sobre política cultural argentina y, menos, sobre cuáles deberían ser las políticas públicas culturales en el siglo XXI”.
La salida de Mahler
Según comentó a LA NACION, Mahler decide volver a la música y a la producción de espectáculos, pero se mantendrá ligado también a las actividades específicas de recuperación del Teatro Presidente Alvear y la reformulación de la avenida Corrientes, su gran vidriera.
Deja el cargo de ministro después de diecisiete meses de gestión, una designación que llegó tras largas semanas de incertidumbre luego de la renuncia de Darío Lopérfido. Músico y productor teatral, autor y coautor de exitosas obras como Drácula y El Jorobado de París, no tenía experiencia en gestión pública. Durante este año y medio le tocó cortar la cinta de la reapertura del Teatro San Martín y continuar las obras de infraestructura planificadas para el museo Enrique Larreta y aprobó las modificaciones presentadas para el Sívori y la Casa Museo Carlos Gardel, que también fueron reabiertas al público.
Su caballito de batalla fueron los programas de actividades culturales en los barrios.
Hace un mes, cuando le tocó el turno de exponer frente los legisladores porteños los fundamentos del presupuesto que su área solicitó al Ejecutivo para 2018 ($ 4.265.604.807), resumió su actuación: “Durante este año trabajamos muy fuerte en la descentralización de la cultura. Hicimos foco en los Centros Culturales de barrio para lograr su funcionamiento con talleres y una programación propia. Son programas que tienen menos visualización que aquellos espectáculos que convocan 70 mil personas, pero con el mismo nivel de importancia. Nuestra intención es que sigan creciendo en 2018”.
Sus críticos le reprochaban una gestión muy poco proactiva, una concepción cultural más cercana al espectáculo comercial que a las genuinas expresiones populares y la contratación a la empresa de sonido e iluminación Mahler ProSound, conducida por su hermano.También llamaba la atención que, un año y medio después de asumir, mantuviera aún compromisos como artista.
Como sea, Mahler dejará el cargo de ministro con uno de los “premios” más aspirados por la farándula: integrar el grupo de “personajes del año” de la tapa de Gente. Es uno de los 130 elegidos “por la variedad y rigurosidad de su gestión”. Una ironía del destino: la publicación coincide hoy con el alejamiento de su cargo.