Empresarios argentinos: entorno y estrategia
En este momento en que salen a la luz críticas a algunos nuevos grupos económicos del país por sus contactos con el poder y seguir estrategias de negocios vinculadas con factores políticos, resulta interesante preguntarse qué es lo que define las características y el comportamiento del empresariado argentino. Reiteradamente, como vox populi, surgen explicaciones sosteniendo que el problema del país es que no posee un empresariado como el norteamericano, o incluso –para no ir tan lejos- como el brasileño. Por el contrario, las características intrínsecas del sector privado argentino no generarían estrategias basadas en la búsqueda de eficiencia.
Uno de los primeros elementos que se analiza en un curso de estrategia es cómo el entorno influye sobre el plan de negocios y la búsqueda ventajas competitivas.
Estos argumentos pueden resultar convincentes para algunos, pero carecen de cualquier rigor científico. Asumir la teoría de que el empresariado argentino no tiene iniciativas o comportamientos eficientes por cuestiones genéticas o de lugar de nacimiento es equivocada y contrasta con la observación empírica. Incluso en la actualidad existen numerosos casos de firmas locales que han triunfado más allá de la Argentina evidenciando estrategias dinámicas y acertadas en el mercado global.
Lo que sí es pertinente de analizar son los incentivos que el entorno institucional genera para la mayoría de las firmas. En casi todas las escuelas de negocios del mundo, uno de los primeros elementos que se analiza en un curso de estrategia es cómo el entorno influye sobre el plan de negocios y la búsqueda ventajas competitivas. El entorno moldea la forma en que las firmas construyen su plan estratégico. La maximización de beneficios está inevitablemente ligada a las condiciones externas a la firma. Estas condiciones inciden sobre la decisión empresaria de centrar la estrategia en competencias de mercado u otras cuestiones como bien puede ser la política. Justamente, desde el campo de las ciencias políticas Ben Schneider de MIT, uno de los principales estudiosos del sector de negocios en nuestra región, sugiere que los empresarios poseen un portfolio de inversiones políticas que varían según lo que el entorno les plantea como más conveniente. De ese modo, en los Estados Unidos las estrategias de algunas compañías están marcadas entre otras cosas por importantes esfuerzos de lobby mientras que en la Argentina lo que prima son elementos más informales para hacer oír su voz. Cuánto y cómo el empresariado define su portfolio de inversiones políticas depende del contexto.
Ni iniciativas, ni emprendedores son lo que falta en nuestro país
De aquí es que el empresariado argentino está afectado por el entorno en donde se desenvuelve. Sus estrategias son fruto de los incentivos que se generan en ese contexto. La prevalencia de vínculos políticos como eje de la estrategia de algunos de los grupos que más crecieron en los últimos tiempos no es un hecho nuevo. El mismo tipo de reflexiones se hicieron en períodos previos: cuestionamientos a los vínculos políticos y el acelerado crecimiento de los grandes grupos económicos eran frecuentemente mencionados a principios de los noventa para explicar los problemas de las dos décadas anteriores. Si Brasil, Corea u otro país que alguna vez estuvo en una instancia de desarrollo similar a la Argentina, poseen empresas más grandes, dinámicas y eficientes esto tiene que ver con los incentivos que se generan en el entorno.
Los interesantes casos de éxito internacional a pesar del contexto, confirman que ni genes, ni iniciativas, ni emprendedores son lo que falta en nuestro país. Para que estos casos dejen de ser más que una interesante excepción y florezcan firmas con planes de acción competitivos, no ya como casos anómalos sino como regla, se debe comenzar a cambiar el ambiente externo que define las decisiones estratégicas de los empresarios aquí –tal como sucedería en cualquier parte del mundo-.
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