Emprender, una solución posible
Podría empezar esta columna mencionando los datos alarmantes de la realidad argentina que todos conocemos, pero lejos de invitar al lector a encontrar soluciones, estaría contribuyendo al síndrome argentino de la parálisis por análisis, una especie de epidemia que mantiene a nuestra sociedad en un loop constante de pensamiento que nos aleja de tomar acción. O en criollo, como me dijo una amiga emprendedora, “el problema de la Argentina es que estamos siempre hablando de los problemas que tenemos”.
Y mi propuesta hoy es que cambiemos la mirada y hablemos de lo posible; de los hombres y mujeres que siguen apostando por el país, que quieren hacer algo para contribuir con el cambio, y emprenden para dar respuesta a los problemas estructurales en el sistema económico, en el desarrollo social, en la educación y tantos otros etcéteras. Ser emprendedor en la Argentina significa mucho más que una persona que crea un negocio, es elegir buscar soluciones a los problemas que tenemos.
Por eso, para evaluar el potencial del emprendedor de escalar su negocio, una de las primeras preguntas es: ¿cuán grande es el mercado al que estás apuntando? O dicho en otras palabras: ¿a cuántas personas le podrías resolver un problema con tu negocio? Si hacemos una lista de la cantidad de problemas a los que nos enfrentamos, los que escuchamos y a los que les damos vueltas una y otra vez en nuestra mente, seguramente se nos ocurrirán un par.
Pensemos en las soluciones tecnológicas (o no) que usamos todos los días y resuelven nuestras necesidades diarias. Cuando idearon estos proyectos, sus fundadores estaban poniendo el foco en la solución, de haberse enfocado solo en el problema habrían conseguido paralizarse y procrastinar la acción. Y además, entrar en el continuo círculo de queja y malestar.
¿Te suena? Probablemente esta es la forma que más cómoda nos resulta, pero podemos elegir cambiar el chip y pasar a la acción. Emprender una solución para atacar ese problema nos ayudará a reducir la ansiedad, la incertidumbre, a ser parte de lo posible. Este es el tipo de mentalidad que promovemos y, creemos, nos hará crecer como país.
Se estarán preguntando a qué me refiero cuando hablo de problema. Según la RAE, un problema es un conjunto de hechos o circunstancias que dificultan la consecución de un fin y yo agrego que puede ser desde una dificultad diaria, nimia, como tomar un taxi, hasta resolver la inclusión financiera de las personas que están fuera del sistema. Todas esas dificultades, propias o de la sociedad, son objeto de un emprendimiento y, en consecuencia, una forma de disminuir la incomodidad social.
En este contexto, en este país, el desafío siempre es arriesgarse, pero a su vez, este es el momento en el que surgen las mejores ideas, porque si mantenemos los ojos y la mente abierta, la creatividad florece. Además, nunca es el momento ideal para emprender, pero hoy más que nunca, necesitamos emprendedores que resuelvan los pequeños y grandes desafíos de la humanidad.
El camino no es fácil y también es solitario, por eso los emprendedores necesitan acompañamiento en su recorrido y conocer experiencias, aprendizajes y lecciones para resolver un problema.
Más allá de las batallas que habrá que librar, las personas y el talento que tiene nuestro país deben recibir acompañamiento y herramientas, y la cultura y la mentalidad emprendedora debe ser extendida a todos los sectores de la sociedad. Esta mentalidad es la que va a sacar el país adelante.
Directora ejecutiva de Endeavor Argentina