Empoderar a los consumidores a través de internet: ¿utopía o realidad?
Fue Abraham Lincoln, el decimosexto presidente de los Estados Unidos, quien dijo una vez que todos los hombres nacen iguales, pero que ese era justo el último momento en que son similares. Y la verdad es que razón no le faltaba.
Desde que Robespierre mencionó a fines del siglo XVIII la tan conocida proclama “Liberté, égalité, fraternité”, la humanidad se ha enfrascado en una frenética búsqueda de igualdad entre sus pares. Haciéndolo inclusive desde varias perspectivas, muy diferentes entre sí. Partiendo de la Revolución Francesa, viendo la revolución bolchevique de Lenin o llegando hasta la visión criptoanarquista de los primeros usuarios de internet.
Todas estas luchas nos demuestran cómo nuestra sociedad ha batallado en los últimos 200 años de historia para lograr la tan anhelada igualdad, que al final ha también demostrado no ser una cosa que se alcanza, sino que se muestra como una meta que nos hace buscarla día a día entre nuestros pares.
No obstante, a pesar de buscar en cada momento de nuestra comunidad esas herramientas que nos permitan empoderarnos y acceder a nuevas cosas, nunca parece un elemento alcanzable. La disparidad también avanza y en algunos casos lo hace más rápido de lo que deseamos.
Por más que avancemos, la humanidad sigue encontrándose con sistemas en donde los poderosos siguen dirigiendo los hilos del día a día, en donde cada uno de nosotros nos seguimos viendo limitados para poder decidir inclusive con nuestros propios gustos sobre lo que queremos hacer.
Ciertamente, hoy en día no podemos decir que todo sigue igual que antes. No respondemos ante un señor feudal ni tampoco ante un rey. Aunque, tenemos a otros “reyes en la colina” que pudieran estar pasando desapercibidos, a pesar de que los vemos cada minuto que nos sumergimos en las olas digitales.
La figura de los reyes a los que las sociedades de antes les rendían pleitesía todos la conocemos. Coronas, fastuosas ropas, pomposas pelucas y grandes castillos. Sin embargo, los nuevos reyes de hoy son bastante diferentes. Radican en Silicon Valley, conducen un coche eléctrico porque les “preocupa el ambiente”, sus hijos estudian en Palo Alto y sus fortunas son más grandes que el PBI de la mayoría de los países del mundo.
Estos nuevos reyes se han levantado a partir de nuevos modelos de negocio, en donde a través del internet han conseguido recursos valiosos de parte de los millones de usuarios que se concentran en sus plataformas. Los nuevos reyes que ya no necesitan de campesinos que siembran sus campos, ahora tienen usuarios que cosechan datos en el Internet.
Pero, me pregunto, ¿cómo es posible que los nuevos soberanos se hayan formado a costa de Internet? ¿No se suponía que Internet era la máxima expresión de empoderamiento para los usuarios? Es posible que por diseño se haya planteado así, en las mentes de los estudiosos que vieron desde los orígenes de Internet una posibilidad para que todos pudieran acceder a información y lograrán conectarse a lugares que antes solo podían soñar.
Sin embargo, la realidad ya nos demuestra que no es así.
Cambridge Analytica, Pegasus y todas las filtraciones de exempleados de las “big tech” son muestras suficientes del hecho de que, más allá del planteamiento del diseño, Internet parece estar en manos de unos pocos poderosos y en detrimento de los usuarios. Sin embargo, no podemos concluir aquí y dar todo por perdido. Si bien es cierto, que hoy en día la mayoría de los servicios que utilizamos en Internet está a merced de las grandes corporaciones y poderes, hay propuestas alternativas que se están planteando para cambiar las cosas.
Con la misma visión que muchos criptoanarquistas se plantaron frente al poder militar norteamericano en los inicios del Internet, hoy en día, grandes pensadores y desarrolladores han tomado el relevo para dar soluciones. Ideas que ayuden a verdaderamente empoderar a los usuarios y consumidores del vasto mundo de Internet a través de la descentralización.
Con una nueva meta, casi tan utópica como lo es alcanzar la igualdad en nuestras sociedades, la descentralización se plantea como la contraoferta del monopolio de las big tech. Mientras las grandes instituciones buscan acumular cada vez más tamaño, quienes creemos en la descentralización creemos que la solución es la de traspasar el poder a los usuarios y consumidores de la misma Internet.
¿Utopía o realidad? Ciertamente una realidad que suena utópica ante nuestros días, pero definitivamente una que vale el esfuerzo alcanzarla. Por una Internet en donde los usuarios tengan el poder de sus datos y de todas las acciones que quieran llevar a cabo dentro de la red. Por una Internet donde tengamos usuarios verdaderamente empoderados.
Social Media Manager de Parity Technologies