Elogio del papel
Que a estas alturas una persona joven haga un encendido elogio del papel como plataforma literaria parece casi contracultural. Sobre todo, si además esa persona se identifica (y es identificada) de pies a cabeza con el mundo digital. A Maru Leonhard (36 años) se la conocía hasta ahora como activísima tuitera y, antes, como bloguera; es decir, para encontrarla había que recurrir a una pantalla. Pero acaba de publicar su primera novela, la muy elogiada Transradio, y lo hizo en el formato clásico. ¿Qué sintió al recibir los primeros ejemplares? Lo contó así en declaraciones al sitio ANDigital: "La sensación que tuve cuando abrí la caja me emocionó genuinamente por algo nunca vivido. Espero que los libros físicos duren muchísimo tiempo más". Y agregó. "Ya de por sí es algo especial publicar, y en papel es un plus. El objeto libro tiene algo romántico. Es irremplazable". Emocionante, romántico, irremplazable. ¿Hay que repetir que lo dice una joven de estos días, natural de las redes, y no un viejo profesor de literatura?
Bienvenidos los libros digitales. Bienvenida la lectura bajo cualquier nuevo soporte. Pero no despidamos al libro de papel, aún vivo y lozano en vidrieras, bibliotecas y, sobre todo, entre las manos.