Elena Poniatowska: "México no ha cumplido con sus pobres"
Encolumnada claramente detrás del opositor Andrés Manuel López Obrador, la reconocida escritora y periodista afirma que quienes rechazan el triunfo del oficialista Felipe Calderón saldrán a las calles y están dispuestos a librar una larga batalla judicial
No todo está dicho en la elección presidencial mexicana. Ganaron unos y perdieron otros, pero no todos los recursos han sido agotados por una oposición que siente que le han birlado el triunfo para dárselo al oficialista Felipe Calderón. Lo que vendrá ahora, afirma la reconocida escritora y periodista mexicana Elena Poniatowska, nacida en París e hija de un noble polaco, son protestas en las calles, grandes manifestaciones de adhesión a Andrés Manuel López Obrador, impugnaciones de los resultados y una larga y engorrosa batalla judicial.
Lo que vendrá, insiste en diálogo telefónico con LA NACION un día después del dramático recuento definitivo de los votos, es un período de incertidumbre e indefinición que, aunque pueda ser grave para el país, no lo es tanto, opina, como la posibilidad de que quienes optaron por el cambio deban en su lugar "aceptar un fraude".
Es que la autora de La piel del cielo y La noche de Tlatelolco sabe cuál es el país en el que quiere vivir y ese país no es el México actual ni el que, a su juicio, propone Calderón. Ese México, dice, es el de una clase que controla desde siempre el poder político y económico, que gobierna para su propio beneficio y que -porque "así son las oligarquías de América latina"- tiene una deuda histórica con los pobres y los indígenas.
Pertenece, Poniatowska, a una intelectualidad que abrazó al PRD de López Obrador y se aferra aún a su promesa de crear oportunidades para los más postergados y a un discurso que, salvando distancias, se repite como un eco entre los nuevos líderes del progresismo regional. Algo que, evidentemente, la pone en sintonía con nuestro país. "Sigo con interés lo que sucede en la Argentina -dice-y me gusta Kirchner. Desde luego me parece un cambio maravilloso al lado de lo horripilante de Menem y su horripilante mujer y sus horripilantes historias."
- ¿Qué puede ocurrir ahora en México? ¿Comienza una batalla judicial?
-Sí, va a haber una batalla judicial. La gente que apoyó a López Obrador no se va a dejar, va a haber manifestaciones en el Zócalo. También habrá impugnaciones y se llevará el caso al Tribunal Federal Electoral.
- ¿Usted va a participar de las movilizaciones?
-Sí, claro.
- ¿Considera que se ha asistido a un fraude como los que ha habido en el pasado en México?
-Yo lo que digo es que tal vez tengan el mismo número de votos López Obrador y Felipe Calderón, pero porque al final se invirtió muchísimo dinero en una campaña del miedo en la que se decía que López Obrador era un peligro para México. Y todos los empresarios y la gente de dinero en México apoyaron a Felipe Calderón.
- ¿Cree que se puede confiar en instituciones como el Tribunal Electoral? ¿Se puede confiar en un fallo justo?
-Vamos a ver qué es lo que sucede, pero por lo pronto va a haber manifestaciones de protesta.
- Usted ha señalado que la ciudadanía debe defender el triunfo de López Obrador. ¿De qué medios dispone esa ciudadanía?
-De las manifestaciones y las denuncias y las pruebas de las boletas electorales. Hay muchísimas maneras de defender el resultado.
- Esto puede conducir a un proceso sumamente engorroso y lento...
-Sí, puede llegar hasta el mes de septiembre.
- ¿Le preocupa esa indefinición?
-Sí, para el país sería grave, pero me parece más grave para la gente que votó por López Obrador tener que aceptar un fraude.
- El PRD ya ha sufrido este tipo de situaciones...
-Sí, claro.
- ¿Qué expectativas llevaron a la intelectualidad mexicana a volcarse tan decididamente por López Obrador?
-Ocurre que él propone un programa de cultura que es importante. Los intelectuales, gente que piensa y que lee y que ha estado del lado de las mejores causas en nuestro país, creen en su discurso.
- En ese sentido, ¿qué tipo de país cree que propone López Obrador?
-Propone un país en el que las grandes minorías, los más pobres, tengan oportunidades que no han tenido, y donde se haga llegar la educación a lugares donde no ha habido escuelas. En fin, propone un nuevo proyecto de país en el que muchos estamos interesados en vivir, en ver y en experimentar. No queremos siempre más de lo mismo, es decir, una clase en el poder que se beneficia sólo a sí misma y que siempre tuvo sus fortunas en Suiza. Así son las oligarquías de América latina.
- ¿Esas oligarquías siguen intactas en México?
-Si, están los poderosos, los ex presidentes con sueldos desmesurados y las ganancias millonarias al lado de la pobreza.
- ¿La pobreza es la mayor deuda que dejan los últimos gobiernos en México?
-Creo que sí; creo que México no ha cumplido con sus pobres y que los pobres tenían la ilusión de, por lo menos, ya no vivir en un país donde estuvieran como sirvientes o casi como esclavos, como se puede decir en países donde hay una población indígena tan grande como en México, como en Perú, como en Bolivia. En los países de América latina, los indígenas, que son los pobres, obviamente, están al servicio de los blancos. Esto se ha revertido un poco en Bolivia al ganar la presidencia Evo Morales, pero en México esto no está sucediendo.
- ¿Usted sitúa la reacción que espera del electorado mexicano en este contexto latinoamericano?
-Hemos visto en América latina cómo la balanza se ha ido inclinando hacia la izquierda. Ahora, en México, la cercanía con Estados Unidos y el poder que tiene Estados Unidos en México dificultan las cosas: hay muchos mexicanos que quieren nacer en Estados Unidos o ser norteamericanos y el peso de la cultura norteamericana hace difícil que pueda manifestarse una política a favor de los intereses de unos cuantos.
- Lo curioso es que en el caso de México y Estados Unidos hay temor y desconfianza hacia el otro a ambos lados de la frontera...
-Sí, porque se van todos los mexicanos pobres, a los que México no puede alimentar, a los que no les puede dar nada. Entonces se van todos a Estados Unidos y atraviesan la frontera a riesgo de su propia vida.
- ¿Usted cree que un gobierno de López Obrador podría, de alguna manera, contener a estos mexicanos que deben emigrar y ofrecerles más oportunidades?
-Creo que se podrían crear empleos para que ya no queden absolutamente vacíos los pueblos y muchas ciudades de México de las que se va la gente y sólo quedan mujeres y niños. Por ejemplo, Zacatecas es un estado que vive enteramente de las remesas que mandan los mexicanos que se van a Estados Unidos.
- Estas remesas son una fuente muy importante de ingresos para México. ¿Qué pasaría en caso de un regreso masivo de los emigrados?
-Las remesas son tan importantes o quizá más que el petróleo. Son un fenómeno del que se enorgullece el presidente Fox como si fuera posible enorgullecerse o sentirse contento de que los habitantes de tu propio país se tengan que ir por hambre.
- Si Calderón finalmente asume, ¿qué se puede esperar de un gobierno que nace débil en su legitimidad y tan cuestionado?
-Bueno, es que tendrá la misma gente a su lado, a los empresarios, a los que hacen el dinero en nuestro país, a los hombres de negocios, y el país y su gente seguirán recibiendo más de lo mismo.
- El PRI adelantó que está dispuesto a apoyar a Calderón ¿Esto habla de una mayoría conservadora muy superior al electorado de López Obrador?
-No sé, porque el PRI ha sufrido ahorita una gran derrota. El PRI desde luego ya no tiene dirigentes, salvo dos mujeres destacadas, que son Beatriz Paredes y Dulce María Sauri, que tendrán que reconstruir el partido.
- Y si los reclamos por fraude fueran escuchados y finalmente asumiera López Obrador, ¿podría esperarse también un apoyo del PRI para darle mayoría parlamentaria?
-Concordia, todos hablan de concordia. Yo, por desgracia, no sé qué va a suceder, pero el escenario político es un escenario confuso, turbio, en el que el PRI es un perdedor que tiene que hablar por la herida, porque nunca había obtenido un puntaje tan bajo, y si ahora dicen que se van a sumar a Calderón, pues es un sálvese quien pueda.
-Se ha agitado el fantasma de la violencia en las calles. ¿Cree que es posible que algo así suceda?
-Creo que no. Creo que somos lo suficientemente maduros como para evitarlo. No hubo violencia en 1988 con Cuauhtémoc Cárdenas y no creo que la haya ahora, pero sí va a haber demostraciones de qué es lo que quiere la mayoría de la gente: habrá manifestaciones en las calles, pero organizadas, y no creo que comiencen a golpearse o a insultarse o a querer tomar las armas. Hemos sufrido la revolución y somos seres pensantes.
- Carlos Fuentes ha dicho a LA NACION que existe en México una violencia latente...
-Yo no he visto violencia y he estado aquí todos estos meses. Claro que si a la gente se le niega sus derechos y se la exacerba, pues puede haber violencia.
- ¿Qué tanto se involucran los intelectuales mexicanos en la vida política y qué tanto se escucha su voz?
-Se ha escuchado su voz ahora, se recurre mucho siempre a los escritores, a los pintores, se les pide su opinión y todo esto repercute pero, en el fondo, los que más repercusión tienen son los políticos. Por una vez ahora, en esta elección, los escritores y pintores, la gente pensante, que lee y escribe, se alió en su totalidad con Andrés Manuel López Obrador. Yo no conozco a un solo escritor o a un solo intelectual o científico que esté del lado de Felipe Calderón.
- ¿No coinciden en lo más mínimo con su proyecto?
-Bueno, no se han manifestado a favor de él, pero si ven que Calderón gana, pues quizás algunos se alineen porque son intelectuales oportunistas.
- Si gana Calderón, ¿por qué carriles puede pasar la relación de México con el resto de América latina, teniendo en cuenta que muchos países son gobernados por la izquierda y se esperaba que México se sumara a esa ola?
-Creo que le va a ser más difícil a Calderón remontar esa pendiente, pero Calderón va a tener, como es obvio, todo el apoyo de los Estados Unidos, que es el aliado que siempre han buscado los presidentes de México hasta la fecha.
- Esa es la relación prioritaria...
-Es la relación prioritaria y creo que eso trae limitaciones porque bien podría México considerar a China como una aliada. China es el país más poblado, el que más ha avanzado, un país fascinante y con el que México no tiene casi relaciones. Yo no soy política, pero creo que si no se produce un acercamiento con China es por temor a los Estados Unidos.
El perfil
Origen noble
Nació en París el 19 de mayo de 1932, hija del príncipe Jean Evremont Poniatowski, descendiente directo del último rey de Polonia, y de la mexicana Paula Amor-Escandon. Poco antes de la II Guerra Mundial la familia se mudó a Ciudad de México.
Trayectoria y obras
Luego de estudiar en EE.UU. se volcó al periodismo y la literatura. Su obra más conocida es La noche de Tlatelolco , sobre la masacre de 1968, y también es autora de varias novelas y colecciones de cuentos.