El talle único esclaviza
Desde hace mucho tiempo, los cánones de belleza encorsetan el cuerpo y el alma de quienes se subordinan a sus dictados. El culto al cuerpo confirma que vivimos en una sociedad en la que los estereotipos rigen los comportamientos de muchos, hasta el punto de limitarnos en nuestras libertades a la hora de elegir qué comer, qué ponernos o qué sacrificar para alcanzarlos.
Bregar por desterrar ciertos concursos de belleza femeninos es sólo una forma de combatir la subversión de valores que premia al mejor envase y que cosifica al cuerpo femenino pisoteando su dignidad. Exigir que la industria textil provea prendas de tamaños reales para personas que suelen distar de tener medidas ideales es otra forma. La organización de la sociedad civil AnyBody Argentina reportó que casi un 70% de los argentinos refiere tener problemas para encontrar talles grandes "siempre o frecuentemente". En estos días lanzaron la edición 2017 de la encuesta nacional de talles en la que todos podemos participar (http://buenosaires.endangeredbodies.org/encuesta_sobre_talles_2017).
Las dificultades a la hora de querer comprar ropa nos permiten hablar de auténticas odiseas que activan sentimientos de frustración, enojo, impotencia y tristeza cuando las prendas sólo responden a segmentos reducidos de demanda, con efectos poco deseados en universos como el adolescente, más proclives a caer en trastornos alimentarios.
Una agencia brasileña lanzó una campaña bajo el paraguas de "No seas esclava de la moda" para una firma de ropa que se especializa en satisfacer las necesidades de mujeres reales. Las imágenes son impactantes: piernas, brazos, torsos oprimidos y con dificultad para moverse dentro de ajustadas prendas se exhiben ante la cámara una vez liberados, dejando a la vista las marcas de la opresión.
La promulgación de una ley nacional que unifique las normativas provinciales de manera "coherente e inclusiva" debe exigir que haya entre siete y ocho talles. Se deben asignar los fondos necesarios para completar las mediciones antropométricas que realiza el Instituto Nacional de Tecnología Industrial con el fin de conformar una muestra suficientemente representativa.
Se prevé brindar los plazos necesarios a los empresarios textiles para que puedan adecuarse a los cambios que, de manera unificada, regirán en todo el país sin las actuales variaciones territoriales, contemplándose también algún incentivo impositivo. La sanción y aplicación de la esperada y demorada ley de talles será bienvenida; controlar su cumplimiento será entonces el nuevo desafío.