El sistema UVA debe fortalecerse porque es la mejor opción posible
Recientemente, el precandidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández, propuso crear el Ministerio de Vivienda, como si encontrar la solución a problemas complejos e históricos se tratara de una cuestión de diseño de la estructura burocrática.
El candidato del kirchnerismo debería recordar primero que la política de vivienda dependía de la Secretaría de Obras Públicas conducida por José López, dentro del Ministerio de Planificación de Julio De Vido, ambos presos por escándalos de corrupción.
Desde hace décadas que a través del FONAVI y luego con el sistema discrecional de los planes federales, creados durante la presidencia de Néstor Kirchner, el Estado ha insistido en financiar toda la oferta directa del mercado de viviendas sociales. En muchos casos, bajo un esquema clientelar, poco transparente e ineficiente.
En este escenario, desde la Secretaría de Vivienda decidimos avanzar en estos años en 3 ejes fundamentales:
- Transparentar los procesos de asignación y construcción de viviendas: para que no haya más familias prisioneras del clientelismo ni empresarios y funcionarios enriquecidos con el dinero de los argentinos.
- Promover nuevas formas de financiamiento: el Estado por sí solo nunca podrá cubrir el déficit habitacional que desde hace décadas arrastramos en Argentina, por eso implementamos mecanismos que facilitan el acceso al financiamiento para que cada vez más familias puedan acceder a su vivienda.
- Sustentabilidad: no podemos permitir que desde el Estado se entreguen viviendas que no estén conectadas a servicios básicos, como si sus beneficiarios fuesen ciudadanos de segunda. No podemos entregar viviendas con sistemas de construcción poco eficientes que implican mayores costos energéticos para las familias.
Por otro lado, casi no existía el crédito hipotecario y esto lo sabe bien una generación entera de argentinos con ingresos medios que no ha podido acceder a la vivienda propia. En 2016 pusimos en marcha el sistema UVA en nuestro país que nos permitió que más de 100.000 familias accedan a su vivienda en base a su ahorro pagando cuotas similares a las de un alquiler.
La pasada crisis cambiaria generó un contexto macroeconómico adverso que impactó negativamente en muchas áreas de la economía. El acceso al crédito no fue la excepción, y es por eso que desde el gobierno nacional trabajamos fuertemente en buscar soluciones para reactivar el mercado de préstamos para la vivienda y llevar tranquilidad a aquellas familias que tomaron créditos con anterioridad.
El desajuste generó un aumento de las cuotas impactando en la economía familiar de los tomadores de crédito, pasando de una relación cuota-ingreso promedio de 25% a un 28%. Sabemos que el aumento de la cuota demanda un esfuerzo muy grande para seguir pagando las cuotas, pero la bajísima tasa de morosidad en términos históricos indica que hoy no existe un problema en este sentido, no estamos ante una crisis del sistema ni mucho menos. Tampoco hay juicios por ejecución de hipotecas, como lo indican falsos rumores, que solo buscan desestabilizar y generar temor.
Pero hay situaciones particularmente complejas, reales, que generan angustia, sobre todo las de aquellas familias de ingresos medios y bajos, que adquirieron una vivienda de hasta 140.000 UVAs de ocupación única y permanente, cuyo valor de cuota aumentó significativamente por encima de lo que hubiese aumentado si se actualizaba por un índice de salarios (CVS).
Ante esta situación, y reconociendo el esfuerzo de las familias por pagar la cuota del crédito hipotecario de la casa propia, el presidente Mauricio Macri y el ministro Rogelio Frigerio anunciaron recientemente la creación de la cobertura de cuota UVA, que cubrirá la diferencia entre la cuota mensual del crédito ajustado por el índice UVA y la cuota que hubiera debido pagarse si se hubiera ajustado por el índice de salarios (CVS), siempre y cuando la diferencia sea mayor a un 10%.
Para los créditos Procrear ya otorgados, el Estado Nacional compensará a aquellos beneficiarios que se les verificó la mencionada diferencia de Cuota UVA vs. Cuota CVS, y les activará la cobertura por todo el plazo restante del crédito. Para los nuevos créditos, la nueva línea Procrear Compra, el costo de la cobertura será del 1,5% del monto de la cuota correspondiente.
Sabemos que bajar las barreras de acceso al crédito hipotecario es el mejor camino para llegar a la casa propia, un pilar fundamental de cualquier política de vivienda sana y transparente. Y estamos convencidos que el sistema UVA debe fortalecerse, ya que se trata de la mejor solución posible y real para fomentar el acceso al crédito y así dar una repuesta sostenible al déficit habitacional argentino.
El autor es Secretario de Vivienda de la Nación