El pueblo de los longevos
“Si vivir es durar, prefiero una canción de los Beatles a un long play de los Boston Pops”, dijo Mafalda, pero en la isla de Cerdeña hay dos pueblos que eligen vivir largas vidas y se están disputando el premio a la población más longeva. En Perdasdefogu, la familia Melis entró al Libro Guinness de los Récords: uno de ellos tiene 99 años y entre sus 9 hermanos suman 800. A unos pocos kilómetros, en el pueblo de Perdas, existe la mayor concentración de habitantes centenarios (“pero no llegan a los 1000 habitantes; qué pena”, señala con acidez un perdasdefoguense).
En la entrada de ambos pueblos hay un cartel que dice: “El pueblo de los centenarios”, y los dos aspiran a convertirse en propuestas para aquellos que desean escapar de la muerte. Tanto en Perdas como en Perdasdefogu se espera un milagro económico de la mano del turismo. ¿Qué otra cosa es el turismo sino el arte de promover lo extraordinario o lo bizarro, aquella característica única que hace que cada pueblo sea distinto, como todos los pueblos?
Y además:
En Perdas se puede probar una marca de vino inspirada en los centenarios y una miel “endulzada por el aire que respiraban los ancianos”. En Perdasdefogu se puede visitar la Plaza de la Longevidad y probar el pan de papa local y el queso ácido que fueron estudiados por genetistas. Turismo de supervivencia extrema.