El precio de la soja puede mantenerse
Las proyecciones para el mediano plazo son alentadoras para la Argentina, porque seguiría en niveles elevados
- 4 minutos de lectura'
Suponemos que el precio de la soja, como el de cualquier otro producto, depende en buena medida de las existencias del mismo. Esto nos enseña la teoría económica: si el stock de un bien o servicio es muy pequeño, el precio seguramente será alto. Esto lo vivimos a diario con el precio del dólar en los mercados libres, que aumentan en la medida en la que hay bajas existencias de dólares netos de existencias que son difíciles de usar. Eso pasa, por ejemplo, con los swaps con China, que se agregan en las reservas brutas, pero son difíciles de pasar a un préstamo en dólares, que es la moneda que estamos usando y en la cual estamos endeudados.
En el gráfico que se muestra a continuación podemos ver la evolución de las existencias de soja en EEUU, que determinan, entre otros factores, el precio del producto en el mercado de Chicago.
En efecto, las últimas estimaciones de siembra cosechable de soja para el país del norte llegan a 35,1 millones de hectáreas, lo que tomando en cuenta un rendimiento de 34,2 qq/ha cosechada nos llevan a 120 millones de toneladas, según las cifras de la Bolsa de Cereales de Rosario. Como aún falta aproximadamente un mes para tener confirmación de estos datos, se teme que con las condiciones climáticas que se vienen registrando, será difícil llegar a esos valores.
Se puede observar en el gráfico también que los stocks serían 4,2 millones de toneladas, o sea del 3,5 % del consumo, cifra que se considera baja para las actuales perspectivas. ¿Qué significó esto? Que el precio de la soja se deterioró algo por unos días, pero revisando las cifras, el mercado volvió a los precios más altos para la soja, alrededor de los 500 dólares la tonelada.
¿Qué podemos esperar para los precios de este producto en Argentina? Que el precio internacional seguramente se va a mantener elevado en el próximo tiempo y será bueno quizá para el momento de la siembra en Argentina que es noviembre/diciembre para la primera cosecha en la zona núcleo.
Estudiando la evolución de los stocks de soja hacia atrás, se puede apreciar que este factor de oferta y demanda ha fluctuado bastante y llegó a los 20 millones de toneladas de existencias frente al consumo en algunos años como el 2004/5. En los últimos 2 años, la relación, como hemos dicho, bajó bastante, y en la cosecha anterior fue apenas algo peor que la de esta próxima cosecha, alcanzando la existencias alrededor de 3,5 % del consumo. Esto significa en principio que los precios internacionales de la soja se van a mantener altos. Esto no hace más que hacernos acordar que las retenciones a las exportaciones de soja son de 33%, lo que implica un precio neto muy inferior al internacional para este producto del agro.
El precio de la soja durante los distintos gobiernos argentinos, producido por Enrique Erize, se puede ver en el grafico siguiente y tiene como característica que fue muy alto en los mandatos de Cristina de Kirchner, lo que también coincidió con problemas de liquidez y tasas de interés bajas en lo internacional. Esto vuelve a repetirse en el 2020 y 2021 y posiblemente durará por algún ejercicio más, dados los stocks pequeños de los que se dispone actualmente en relación al consumo general de soja. Con Menem el precio fluctuó en los 200 dólares la tonelada, aunque con De la Rúa se ubicó en los 165 u$s/tt, un precio muy bajo. Después aumentó mucho y sobre todo en los dos gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner, aunque ese conjunto de recursos se usó para consumo y nada para ahorrar para la época de vacas flacas. Ahora también es un precio alto que se va a mantener en esos niveles, por lo cual el sector externo podrá andar bien también. Recordemos que además de estos precios altos, también tenemos en lo internacional una cotización muy baja de las tasas de interés, a pesar de que la inflación de EE UU ya llegó al 5,4 % anual.