El Papa, gran amigo de los gatos
El papa Benedicto XVI, un gran amante de los gatos, dialoga con ellos. Sí, Ratzinger habla con los felinos como si fueran seres humanos.
Fue el cardenal Tarcisio Bertone, actualmente arzobispo de Génova, pero durante años brazo derecho de Ratzinger, quien reveló este costado oculto del nuevo Papa alemán al semanario italiano Dipiú.
"En nuestras tardes de paseo en Borgo Pío, el barrio donde ambos vivíamos, muy a menudo por las callejuelas encontrábamos muchos gatos. Al verlos, Ratzinger los saludaba como se saluda a un ser humano y se detenía a hablar con ellos", contó el purpurado italiano. ¿Qué le decía el futuro Pontífice a los gatos, y en qué idioma? "No lo sé, porque el cardenal hablaba un idioma para mí incomprensible, un lenguaje en cierta forma trascendente", contestó.
Lo cierto es que la reacción de los gatos a la charla del ex custodio de la ortodoxia católica era fenomenal: quedaban encantados, inmóviles, y muchas veces, hasta lo seguían. "Una vez desde Borgo Pío entró al Vaticano con una decena de gatos en su séquito. Y mientras él seguía hablando con ellos, recuerdo que fue interrumpido por un guardia suizo que, sonriendo, le dijo ?Su eminencia, mire que los gatos están tomando por asalto la Santa Sede´. Y entonces Ratzinger le contestó: ?¡Oh, no creo que sean peligrosos!´".
La semana pasada, la gran pregunta era si el papa Ratzinger se iba a mudar al departamento papal del tercer piso del Palacio Apostólico con gatos. La respuesta es sí, y no, según confió a la prensa su ama de llaves, Ingrid. Se llevó, de hecho, dos gatos, pero de porcelana.
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