El objetivo del viaje del Papa
La visita de Benedicto XVI a Madrid con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud es la octava que realiza un papa a España. Juan Pablo estuvo allí cinco veces. Y Benedicto XVI, en 2006 y 2010.
Estas visitas tienen como propósito respaldar a una Iglesia española que convive junto con la Iglesia vasca y la Iglesia catalana, y que tiene como motor al cardenal Antonio María Rouco Varela, que mañana cumplirá 75 años, edad en la que debería dimitir, aunque en su caso se supone continuará todavía por un buen tiempo. Conocido por su gran capacidad para organizar y una preparación intelectual forjada en las mejores universidades alemanas, es un fumador empedernido, un habilidoso jugador de ajedrez y un amante del cine y la música que además toca el piano. Este gallego de 1,68 m de estatura habla alemán, francés, inglés, latín, hebreo y griego, es doctor en Derecho Canónico, se declara seguidor de Jacques Maritain, Reginald Garrigou-Lagrange, Ives Congar, Urs von Balthasar, Romano Guardini, Santa Teresa y San Juan de la Cruz.
Desde la asunción de José Luis Rodríguez Zapatero se propuso sacar a los católicos de la sacristía y hacerlos presentes en el debate público, para que la Iglesia recupere la relevancia social y la influencia pública que tuvo. Un modelo que es aplicado en Italia por el vicario del Papa en Roma y, durante décadas, presidente del episcopado italiano, el cardenal Camillo Ruini. La diferencia entre Ruini y Rouco es que, en Italia, la principal fuerza de choque de la Iglesia es la todavía poderosa Acción Católica. En cambio, en España, el otrora brazo secular de la jerarquía está muy debilitado, por lo que Rouco tuvo que apelar a los nuevos movimientos apostólicos.
Rouco ha sacado ya tres veces a la Iglesia a la calle para defender la ley natural y el "Evangelio de la familia y de la vida". En una de estas movilizaciones se calculó la presencia en un millón de personas, a las que Benedicto XVI les dirigió un largo mensaje en español que fue transmitido por televisión.
No extraña que haya sido Rouco el hombre que organizó este multitudinario encuentro. El cardenal ha sido siempre respaldado por Roma, empeñada en salvar a Europa de una crisis eclesial muy profunda, que no tiene sus raíces sólo en la Iglesia, sino que la sufre todo el viejo continente y que de rebote le pega también a una Iglesia que ha sido su cabeza jerárquica e intelectual durante casi 2000 años. Europa, que contaba con muchos sacerdotes, cierra ahora sus seminarios porque no hay vocaciones. En realidad lo que no hay son hijos, porque las parejas eligen evitarlos.
Los dos últimos papas no han querido asumir esta crisis que no se repite en los demás continentes, porque mientras América mantiene su solidez, en Asia y Africa se vive un crecimiento geométrico que permite subsanar los baches de la Iglesia española, donde el promedio de edad de los sacerdotes ronda los 67 años, disminuyeron notoriamente religiosos y religiosas y se calcula que unos 2500 sacerdotes extranjeros están cubriendo los templos que quedaron desatendidos.
Pero la España de los contrastes muestra por otra parte que unos 800 sacerdotes hispanos ejercen tareas misioneras en América, especialmente en Perú, Estados Unidos, Venezuela y Brasil.
La Conferencia Episcopal Española, que mantiene una tensa relación con el gobierno, advirtió sobre "las tendencias laicistas en la organización de la sociedad, la desidentificación de la realidad misma del matrimonio y de la familia, los atentados contra la vida del concebido no nacido, el recorte de libertades en materia educativa y la deriva de una parte de la juventud, sometida a nuevas formas de esclavitud". Hasta la época de Francisco Franco, el 98% de los españoles se declaraba católico. Hoy es el 80%, y sólo el 20% practica el culto.
Según una encuesta realizada por la Fundación Santa María, mientras en 1994 el 77% de los jóvenes de 15 a 24 años admitía ser católico, en 2005 el porcentaje llegaba al 49% y sólo un 10% concurría a misa. Por otra parte, las bodas civiles se han impuesto sobre las religiosas en Cataluña y representan ya más del 54% del total. A este cambio ha contribuido en gran medida el auge de los enlaces en segundas nupcias, que se venía gestando desde hacía años. En el último lustro las uniones exclusivamente civiles aumentaron más del 66%. También la inmigración tiene repercusiones en el ámbito religioso. Según una investigación del diario ABC en 2007, existen más de 800 mezquitas u oratorios en los que practican su fe cerca de un millón y medio de musulmanes.
Las Jornadas Mundiales de la Juventud se iniciaron el Domingo de Ramos de 1984 se en Roma, con una asistencia de 300.000 mil jóvenes, y hay coincidencias en señalar que la propuesta surgió de nuestro cardenal Eduardo Pironio. Posteriormente se celebraron en tres ocasiones en forma anual en la capital italiana, hasta que luego se optó por realizarla en otros países cada tres años. Fue así como en 1987 se hizo en Buenos Aires. Las últimas fueron en Colonia, Alemania, en 2005, con Benedicto XVI, y en 2008 en Sydney, Australia. La actual es la segunda vez que se realiza en España, organizadas ambas por Rouco.
Se trata de encuentros en donde predomina la amistad entre desconocidos en medio de un clima de alegría, y que la revista española Vida Nueva mostraba como la contracara de lo que se está viviendo ahora en Gran Bretaña.
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El autor es periodista. Fue rector del Instituto Grafotécnico