El nivel del gasto público consolidado
Este año, en función de los gastos sociales que han aumentado y de los recursos fiscales que han disminuido en términos reales (crecieron menos que la inflación), el gasto público consolidado ha llegado casi al 47% del PIB.
¿A qué cifra anterior se parece? Al gasto público consolidado del 2015. Después de ese año, el gasto consolidado se mantuvo alto y solo había comenzado a reducirse en 2018 y -especialmente- en 2019, pero ahora retomó ese gran nivel del 2015, lo que es un problema, aunque no hubo mucha alternativa práctica para frenarlo.
Primero, habría que definir bien qué es el gasto público consolidado. Este incluye todos los gastos como los salarios, jubilaciones, gastos económicos y sociales de todas las jurisdicciones (nación, provincias y municipios), aunque restando las transferencias entre la mismas para evitar duplicaciones. Por ejemplo, si una provincia ejecuta sus gastos en inversión ese se considera gasto provincial, no un gasto nacional, aunque haya otros gastos nacionales en cada provincia. Lo mismo ocurre con los gastos sociales ejecutados por una municipalidad con sus propios recursos, son gastos municipales. Lo más común de los gastos municipales son los sueldos de sus empleados.
¿Por qué es importante el gasto público consolidado? Porque muchas veces se transfieren los gastos de una jurisdicción a otra y esta es la única manera de contar todos los gastos estatales al mismo tiempo y no equivocarnos. En estos gastos también se incluyen los correspondientes a la deuda pública clasificados por cada jurisdicción. También en este año tenemos los gastos sociales, como el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) o los gastos para empresas relacionados con el pago de salarios y otros gastos sociales.
Todos estos gastos hicieron aumentar notablemente el déficit fiscal primario, es decir, el déficit sin considerar los intereses de la deuda pública. ¿Cómo varió este déficit primario? De ser el 0,5% del PIB en 2019, pasaría este año a ser el 7,5% del PIB, o sea que ha tenido un aumento extraordinario, que sería de unos US$ 34.000 millones aproximadamente. Este gasto se suma a los gastos de 2019 y por eso llegamos aproximadamente al 47% del PIB.
¿Qué podemos esperar para el año 2021? En este mes se va a enviar el Presupuesto Nacional para el 2021, por lo que pronto tendremos una guía adecuada para juzgarlo. Solo queremos mencionar que el gasto consolidado (nación, provincias, municipios) sustentable tendría que llegar a los US$ 100.000 millones al tipo de cambio oficial. Se estima que el gasto público consolidado bajó de cerca de US$ 300.000 millones en 2017 a US$ 175.000 millones en 2020.
Podemos observar que el gasto público consolidado siempre llegó al 28-30% del PIB y recién en el 2007 se incrementó significativamente, pero ahora no podría pagarse. Esto es evidente, pues también se efectuó una reestructuración de la deuda pública para hacerla factible a nuestra sustentabilidad.
Si no podemos cumplir con el gasto sustentable, es difícil que lleguemos a tener condiciones macroeconómicas sustentables también, como baja inflación, incremento del producto, aumento del empleo, reducción de la pobreza y crecimiento de la inversión.