El museo del desendeudamiento externo
Por la recesión comenzaron los despedidos y suspensiones de personal, y el Gobierno volvió a asustarse
Desde que la situación fiscal entró en territorio deficitario en 2009, su financiamiento durante un lustro fue con emisión monetaria y reservas del BCRA (no en vano a principios de 2009 Cristina Kirchner se sacó de encima a Martín Redrado y puso a Mercedes Marcó del Pont en la Presidencia del BCRA), hasta que la tasa de inflación casi se cuadruplicó de 10% a 37% y las reservas cayeron más de 50% desde u$52.000M a u$s25.000M
A fines de enero de 2014, con un BCRA desplumado (su activo estaba derretido con el crédito al gobierno ocupando el 50%) y asustado por la corrida cambiaria que a nivel anualizado se estaba llevando reservas por el equivalente al 100% del stock existente y con un dólar blue que superaba los $13, el Gobierno devaluó 12% en 2 días y aceleró el déficit fiscal nominal (en el primer trimestre fue 6 veces superior al primero de 2013), pero cambió la manera de financiarlo. Pasó desde la emisión monetaria y reservas a la colocación de Lebacs a los bancos absorbiendo base monetaria por $33.000M (10%) y subiendo las tasas de interés 10 puntos porcentuales en sólo dos meses (enero y febrero).
Por la recesión comenzaron los despedidos y suspensiones de personal, y el Gobierno volvió a asustarse
La corrida cambiaria paró, pero como todo ajuste fiscal o monetario no creíble (la tasa de inflación esperada sigue alta porque la situación fiscal es cada vez más delicada) causó una recesión que, por ahora, es más suave que la de 2009 (PBI -3.9%). Por la recesión comenzaron los despedidos y suspensiones de personal, y el Gobierno volvió a asustarse, ya no por la pérdida de reservas y el "red" blue sino, por el frío en la economía.
¿Cómo romper (en el corto plazo) la dicotomía entre dólar hot+ pérdida de reservas (fines de 2013 y principios de 2014) versus recesión y despidos (hoy) sin lanzar un plan antiinflacionario que enemiste a la clase política con su clientela que vive del gasto público? Colocando deuda externa en el mercado voluntario (el crédito viene de afuera del sistema y encima no son $ que nadie quiere sino u$s que todo el mundo quiere).
En los últimos 6 meses, el Gobierno ya ha emitido deuda externa para pagar los juicios perdidos en el Ciadi (u$s500M), indemnizar a Repsol por la expropiación de su participación en YPF (u$s5.000M) y llegó a un acuerdo carísimo con el Club de París (u$s9.700M). El flujo de nuevos pagos de capital más intereses de los próximos 5 años suman más de u$s13.000M adicionales a los ya existentes (en 2015 parte se compensa porque el cupón PBI 2014 no se pagará por la recesión o el bajo crecimiento que publique el IndeK). El desendeudamiento al excusado.
Ciadi, Repsol y Club de París, en la cabeza del Gobierno, no son fines en sí mismos, sino medios para el objetivo mayor: el que realmente podría ayudar a abrir los mercados de deuda externa
Pero en realidad, Ciadi, Repsol y Club de París, en la cabeza del Gobierno, no son fines en sí mismos, sino medios para el objetivo mayor: el que realmente podría ayudar a abrir los mercados de deuda externa (¿con cepo cambiario?) que es que el 12 de junio próximo la Corte Suprema de los Estados Unidos tome el caso Argentina-holdouts (me niego a nombrarlos como buitres salvo que primero le digamos "buitres" a los verdaderos pajarracos carroñeros que tenemos durmiendo en nuestra cama: la clase política que nos sodomiza a impuestos de todo tipo) o le pida opinión al gobierno de Barack Obama (básicamente si Thomas Griesa se excedió en las cautelares violentando la Foreign Sovereign Immunities Act de los EE.UU. –FSIA-).
Si esos dos fueran los escenarios, el gobierno de Cristina Kirchner seguiría pateando la pelota para adelante del ajuste fiscal necesario para pagar más deuda pública (el ajuste la gente de a pie ya lo hace igual cuando no llega a fin de mes por la inflación alucinante que tenemos).
Si se diera el tercer escenario, o sea que el 12 de junio la Corte no tome el caso (hay una apelación argentina que la Corte Suprema ya rechazó que es sobre pari passu y ratable payment), el gobierno de Cristina tiene que decidir entre acatar y pagar a los holdouts u$s1300M o desacatar y defaultear (default nada técnico, sería default en serio) ¿Tiene sentido que Cristina, en este tercer escenario defaultee la deuda con todo lo que ha hecho en el último semestre para congraciarse con los mercados de deuda? Ninguno. La lógica sería que pague. Pero en la Argentina todo puede pasar. Ejemplos no sobran, empachan. Wait and see.
lanacionar