El mundo nos mira: la gran oportunidad de unas semanas históricas
Pocas veces la Argentina ha tenido simultáneamente tantas dificultades en encontrar su imagen colectiva, percibir su futuro inmediato, conocer su destino como nación, entender por qué anversos y reversos de la economía se suceden en ciclos trágicos, fortalezas y debilidades de un modelo común, en fin, entender quiénes somos y hacia dónde vamos.
Inflación, desocupación, deuda interna y externa, sacrificios de la clase media, reclamos de las entidades sindicales, recortes e inestabilidad del dólar, riesgo país, la Justicia y su propia crisis, y los capitales que no llegan. Intensas disputas de sectores e intereses, corrupción y transparencia, seriedad y el engañoso camino de las propuestas populistas, donde todo depende del Estado.
Y en medio de tantas dificultades, tres eventos que se llevarán a cabo en los próximos 45 días -los Juegos Olímpicos de la Juventud, la Asamblea anual de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y la reunión del G20, uno de los encuentros políticos más trascendentales del mundo- muestran otra cara de la misma Argentina, su potencia y sus posibilidades de futuro.
El país ha trabajado por décadas para poder ser sede internacional de estos encuentros que acaparan la atención del mundo entero en temas de política internacional, los deportes y la libertad de prensa. Encuentros que son por eso mismo una gran oportunidad para sentirnos orgullosos como argentinos y para que nos conozcan por nuestras mejores cosas: nuestras grandes personalidades del deporte, la ciencia y la cultura de ayer y de hoy; nuestra prodigiosa geografía con sus maravillas naturales; nuestras carnes y vinos, marcas de identidad.
Desde este sábado hasta el 18 de este mes, los Juegos Olímpicos de la Juventud, organizados con laboriosa acción desde el Gobierno de la Ciudad desde 2011, convocan a más de 1500 periodistas acreditados que seguirán de cerca las actividades de cuatro mil atletas de 206 países, en 32 disciplinas rigurosamente competitivas: entre otras, remo, vóley, futbol, baloncesto, equitación, ciclismo, canotaje, triatlón, tenis.
Por su parte, la SIP celebrará del 19 al 22 de este mes, en Salta, su 75° Asamblea, a la que llegarán más de 500 delegados intercontinentales. Esta sociedad, fundada en 1943 y desde entonces inclaudicable en la defensa de la libertad de prensa, la dignidad y el cuidado de sus periodistas, se reunirá en Asamblea para dilucidar los infinitos desafíos que significa el ejercicio de la prensa libre. El presidente Mauricio Macri será el encargado de inaugurar el encuentro, suscribiendo con su presencia su indiscutida vocación democrática. El tradicional diario salteño El tribuno honra su 70° aniversario recibiendo a todos los representantes.
Por último, el encuentro más destacado del panorama internacional: el G20. Desde fines de noviembre, los principales líderes políticos del mundo –los representantes de Alemania, Japón, Estados Unidos, Rusia, India, Brasil, Canadá, Italia, Francia y el Reino Unido, entre otros- debatirán en jornadas históricas sobre el futuro del trabajo, la infraestructura que requiere el desarrollo, la alimentación sustentable, así como sobre perspectivas de género. Demás esta decir que la agenda internacional de este foro abarca además temas de geopolítica y seguridad internacional.
¡Todo esto sucederá en la Argentina! Y nosotros seremos los anfitriones. ¡Qué maravillosa responsabilidad nos confía la comunidad internacional haciéndonos depositarios de esta oportunidad!
Es de desear, fervientemente, que invocando a Mandela y sus políticas de consenso, este privilegio que hemos merecido sea debidamente complementado por todos nosotros, modestos y anónimos ciudadanos argentinos, para que cada uno exprese lo mejor de la hospitalidad, el respeto por el disenso y la cultura del entendimiento.
Demostremos con generosidad que la Argentina es también aquella que puede ser anfitriona de grandes encuentros. País en vías de desarrollo pero con un destino confiable, serio y por demás integrado al mundo.
Honremos la historia y nuestro potencial futuro en el mundo. Vale la pena intentarlo, de nosotros depende.