El misterio de Stuxnet
Stuxnet, un virus informático de origen incierto y extremadamente sofisticado, hizo su aparición hace poco en el mundo, inaugurando lo que podría ser el rostro de la guerra en el siglo en curso. Expertos en seguridad señalan que Stuxnet fue creado para atacar el programa nuclear de Irán, país en el que se han producido la mayor parte de las infecciones. "Stuxnet es un temible prototipo de un arma cibernética que podría llevar a la creación de una nueva carrera armamentista", dijo la empresa Kaspersky Labs. Es muy probable, para Kaspersky, que algún Estado-nación, con acceso a grandes volúmenes de información de inteligencia, haya dado cobertura al desarrollo de Stuxnet. Kaspersky no dudó en calificar a Stuxnet como "la apertura de la caja de Pandora". Este gusano marca el pasaje de la creación de códigos maliciosos con fines de robo, envío de correo basura, o sustracción de identidad, a una instancia destinada a sabotear plantas nucleares y sistemas industriales. En este caso, el virus atacó principalmente los sistemas de control industrial de Siemens. Sin embargo, los expertos tienen que determinar todavía quién creó este software que describen como la primer "superciberarma" conocida, al estar diseñada para destruir un objetivo en el mundo real.
Las hipótesis que rodean el caso de este ataque anónimo, invisible y devastador, hacen las delicias de cualquiera que tenga alma de detective. La hipótesis más extendida es que el virus fue desarrollado por los Estados Unidos e Israel para dañar el programa nuclear iraní, y que tuvo como objetivo específico el ataque a la planta de Natanz. Es obvio que Israel no reparará en medios para frenar la nuclearización de Irán. Ya Golda Meir decía que más valía una condena de la ONU que las condolencias del Papa. Y, según Le Monde, un general israelí, Gabi Ashkenazi, reconoció haber supervisado la creación de Stuxnet. En general se cree que el daño al desarrollo nuclear iraní ha sido significativo, aunque algunos piensan que los propios iraníes han simulado haber tenido un daño mayor sólo para calmar la ansiedad de Occidente y desactivar en parte su presión. No falta tampoco quien sospecha una complicidad entre Washington y Microsoft en el desarrollo del producto.
Otros detalles hacen las delicias de quienes tienen alguna inclinación por la metafísica. Así, Stuxnet tiene escondido en su interior un código bíblico, la palabra "Myrtus", que podría ser una alusión, en hebreo, a Ester , libro del Antiguo Testamento que relata un complot persa para exterminar a Israel. ¿Se desarrollará en el futuro un virus con una cita del Apocalipsis? Y el virus, que infecta a Windows en todas sus versiones, utilizó una vulnerabilidad nunca descubierta antes. Este tipo de vulnerabilidad, que no es conocida por el creador del programa, se denomina "día cero". Nada diferente de la pasión humana por detectar las vulnerabilidades "día cero" en el programa de la existencia. ¿Seremos, en este sentido, una suerte de Stuxnet, gusano anónimo, pequeño y devastador, que busca en piloto automático el sabotaje de la existencia? Es la pregunta que se haría Cioran. En cualquier caso, el misterio de Stuxnet sigue abierto y parece ser una pincelada de lo que nos depara el futuro.
Twitter: @evnoailles
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