El miedo a charlar por teléfono
Los teléfonos de línea están desapareciendo lentamente, los celulares se usan para cualquier cosa menos para hablar y una encuesta reciente señala que en los EE.UU. casi el 80% de los jóvenes siente aprensión y ansiedad si tiene que hacer una llamada y necesita varios minutos para prepararse. Según la organización BankMyCell, el 75% de ellos evita las conversaciones “porque consumen demasiado tiempo” y el 64% dice que así evita tratar con “gente pesada y demandante”.
Ya no se habla por teléfono: se prefiere el mensaje de texto o de audio porque permiten dominar el tiempo de la conversación, editar y borrar, ser dueños del momento. A diferencia de la conversación humana, que sucede en tiempo real y en la que la otra persona es testigo de nuestros silencios y titubeos. Conversar es una improvisación jazzística entre dos y nunca se sabe qué puede llegar a pasar en ella. No controlamos la versión de nosotros mismos que queremos mostrar. Es malo para el narcisismo y es natural que le tengamos miedo.
Algo más...
En la encuesta de BankMyCell aparecen varias tácticas para no responder las llamadas. Encabeza la lista “tener el celular siempre en silencio” y la cierra un “perdón, no tenía cobertura”. En el medio aparece el hábito de no responder inmediatamente la llamada y mandar un mensaje de texto preguntando “¿me llamaste?”.