El mes más oscuro del Consejo de Seguridad de la ONU
Desde el 1° de abril de 2023, durante todo el mes, Rusia asumió la presidencia del Consejo de Seguridad de la ONU.
Desafortunadamente, esta no es la primera broma mala del mes de abril. Sin embargo, revela la complacencia de Occidente en momentos en que Rusia se burla de nuestros valores fundamentales y el respeto a las instituciones.
El Artículo 24 (1) de la Carta de las Naciones Unidas estipula que su Consejo de Seguridad, que está compuesto por quince estados miembros de la ONU, tiene las siguientes funciones y poderes: “A fin de asegurar acción rápida y eficaz por parte de las Naciones Unidas, sus Miembros confieren al Consejo de Seguridad la responsabilidad primordial de mantener la paz y la seguridad internacionales, y reconocen que el Consejo de Seguridad actúa a nombre de ellos al desempeñar las funciones que le impone aquella responsabilidad”.
En febrero de 2022, durante su último mandato como presidente del Consejo de Seguridad de la ONU, Rusia lanzó su guerra generalizada, no provocada, contra Ucrania.
El 12 de abril de 2022, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, calificó las atrocidades cometidas por Rusia en Ucrania durante esta guerra generalizada como “genocidio”, y luego explicó: “Lo llamé genocidio porque se ha vuelto cada vez más claro que Putin solo está tratando de eliminar incluso la idea de ser ucraniano”.
Además, ocho estados miembros de la ONU (Canadá, Estonia, Irlanda, Letonia, Lituania, Polonia, República Checa y Ucrania) han reconocido este genocidio con los correspondientes actos en sus parlamentos.
El 3 de enero de 2023, el primer ministro de Ucrania, Denys Shmyhal, indicó que los daños causados por la guerra genocida de Rusia contra Ucrania ya han superado los 700.000 millones de dólares americanos.
En vísperas del primer aniversario de la guerra generalizada de Rusia contra Ucrania, es decir, el 23 de febrero de 2023, la Asamblea General de la ONU adoptó una resolución en la que “reitera su exigencia de que la Federación de Rusia retire de inmediato, completa e incondicionalmente todas sus fuerzas militares del territorio de Ucrania de acuerdo con las fronteras internacionalmente reconocidas”.
El 17 de marzo de 2023, la Corte Penal Internacional emitió una orden de arresto contra el presidente de Rusia, Vladimir Putin, por “la deportación y traslado ilegal de niños ucranianos de áreas ocupadas de Ucrania a la Federación Rusa, en contravención del… Estatuto de Roma”.
Esto significa que, durante todo el mes de abril de 2023, el Consejo de Seguridad de la ONU, cuya principal responsabilidad es “el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales”, será presidida por Rusia, un país sancionado por los estados miembros de la ONU por su guerra generalizada, y cuyo presidente es buscado por su participación en el espantoso crimen de la deportación ilegal a Rusia de los miembros más vulnerables de una sociedad, que requieren de su protección, es decir, los inocentes niños.
Esto no solo desafía la lógica y el sentido común básico, sino que demuestra una firme falta de voluntad política de Occidente para tomar todas las medidas necesarias para detener un genocidio y garantizar que Ucrania libere en 2023 todos los territorios ocupados por Rusia.
La insensatez de la presidencia de Rusia del Consejo de Seguridad de la ONU debería ser una seria llamada de atención para que la comunidad internacional tome todas las medidas necesarias para ayudar a Ucrania a recuperar la integridad territorial y su posterior protección, lo cual promoverá la paz, la seguridad y la estabilidad en el mundo.
Presidente de la ONG Ukraine-2050