El juicio por jurados ayuda a garantizar la imparcialidad
En momentos en los que se le reclama mayor equidad a la justicia, podemos decir que los juicios por jurados han sido una gran revolución, ya que es un método de juzgamiento que le permite a la ciudadanía participar, de manera activa, en las decisiones del Poder Judicial.
En la provincia de Buenos Aires se ha implementado el formato clásico, que es muy similar al que suele verse en las películas de Hollywood, donde los abogados de cada parte deben exponer ante un jurado, integrado por 12 personas, para tratar de convencerlo de sus posturas.
Este modelo es el mismo que rige en la Capital Federal, donde hace poco se aprobó una nueva Ley de Juicio por Jurados, y en Mendoza, donde se juzgó así al llamado “hombre gato”, que mató a su madre y su tía. Ese jurado tiene paridad de género entre los integrantes, 6 femeninos y 6 masculinos. También hay suplentes. Entre todos, deciden sobre si un hecho realmente sucedió, quién lo cometió, y si el acusado actuó o no con intención.
A partir de esta participación de los ciudadanos, lo que se busca garantizar es la imparcialidad, ya que no son abogados y tampoco tienen algo que ver con funciones de gobierno ni nada que se le asemeje. Con ese objetivo, debe tratarse de que se “contaminen” lo menos posible de toda la información que circula, ya sea en redes sociales o cualquier medio masivo de comunicación.
Esto no es, debemos decir, totalmente posible de lograr, pero lo cierto es que, según las instrucciones que les imparte el magistrado antes de comenzar el proceso y al momento de deliberar, los jurados van a resolver únicamente con la prueba producida durante el juicio.
Lo cierto es que los jurados no conocen el expediente, no saben lo que declaró el testigo o el perito previamente. Tampoco pueden resolver con otras hipótesis que no sean las trabajadas en el juicio ni basarse en suposiciones. Esa garantiza el debido proceso y la imparcialidad.
En cuanto a la capacidad de los ciudadanos, que ya han asumido el compromiso en más de 500 casos de juicios por jurados, se puede decir que en general han cumplido con ese compromiso eficiente y responsablemente.
Por último, vale resaltar que este mecanismo actúa como una garantía para el imputado, de ser juzgado por sus pares. Es decir, que la víctima no puede pedir que se realice el juicio por jurados. Asimismo, el acusado, a través de su abogado defensor, tiene la posibilidad de renunciar a esta opción. Así como también tiene el imputado derecho a no declarar si así lo desea.
Abogada especialista en Derecho Penal y maestra internacional (EE.UU.) en Litigación Oral