El inmisericorde estilo del Presidente y sus peligros
En los últimos días, la incertidumbre no provino tanto de actos de la oposición como de la impulsividad del propio Milei, reflejada en el despido de funcionarios y en su irresponsable recomendación de un dudoso criptoactivo
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Nada menos que 120 funcionarios nombrados por Javier Milei debieron abandonar sus cargos a lo largo de los primeros 14 meses de la actual gestión presidencial. Se trata de un particular rasgo del estilo de un presidente que busca transmitir una señal de autoridad y de purismo, sin reparar en que puede contribuir a sembrar el pánico entre muchos de sus propios colaboradores y a que ese temor solo provoque una exacerbada concentración en la toma de decisiones que termine paralizando algunas áreas del Gobierno, a la espera de una venia del jefe del Estado o de la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei.
Durante la última semana, quedaron en el camino tres funcionarios: la embajadora ante la OEA, Sonia Cavallo; el titular de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses), Mariano de los Heros, y la subsecretaria de Ambiente, Ana Lamas. Esta última, en medio de la crisis por los incendios forestales que afectan a distintos puntos del territorio argentino.
Al menos los motivos de los dos primeros despidos se asocian con el temperamento de Milei. Así como detesta que se objete su política económica desde sectores diferenciados del kirchnerismo o de la izquierda, el Presidente también se muestra intolerante con funcionarios que puedan generar la sensación de que intentan marcarle la agenda.
Si algo realmente molesta a Milei es que se le cuestione a su gobierno un hipotético atraso cambiario. Es lo que recientemente hizo Domingo Cavallo desde su blog personal, cuando sugirió que el actual valor del dólar estaría retrasado en un 20%. El debate sobre el precio del dólar –que es lo mismo que discutir si debe devaluarse el peso– le pone los pelos de punta al primer mandatario. Una decisión semejante pondría en riesgo la senda descendente en la que se encuentra la inflación, y la caída de esta es el mayor capital político del Gobierno de cara a las próximas elecciones.
¿Acaso olvidó Milei que la reforma previsional es uno de los objetivos que se preocupó por incluir en el Pacto de Mayo?
Las apreciaciones del exministro de Economía de Carlos Menem sobre el esquema cambiario enfadaron especialmente a Milei por conocerse en medio de la negociación por un nuevo acuerdo con el FMI. Surgieron en momentos en que Milei y su ministro Luis Caputo aseguran a coro que ni el Gobierno va a devaluar ni habrá salto cambiario porque han secado la plaza de pesos. Cavallo pasó de ser calificado como “el mejor economista de la historia” en octubre de 2023 por Milei a convertirse súbitamente en “un impresentable”, según la propia versión presidencial. Y quien pagó el pato fue la hija del padre de la convertibilidad, Sonia Cavallo. ¿Justifica el malestar de Milei con Cavallo el despido de la embajadora ante la OEA? ¿Es razonable que una funcionaria vuele por los aires solo por una opinión discrepante de su padre? Algo parecido experimentó un año atrás Osvaldo Giordano, el primer titular de la Anses de Milei: fue forzado a dejar ese cargo luego de que su esposa, la diputada nacional por Córdoba Alejandra Torres, votara en contra de algunos artículos del proyecto de ley ómnibus. Esa legisladora no había suscripto compromiso alguno para votar de determinado modo, pero su actitud enfureció a Milei y quien sufrió las consecuencias fue su marido.
Despiadada e inmisericorde fue también la respuesta del Presidente con el hasta hace poco titular de la Anses. De los Heros cometió el “pecado” de afirmar que el Gobierno impulsaría antes de fin de año una reforma previsional que incluiría una suba de la edad jubilatoria. Bastó que esa declaración se publicara en la tapa de Clarín para que Milei aclarara que esa reforma “no está en carpeta” y fustigara al funcionario por “hablar de un tema que no está en la agenda”, antes de enviarlo a la guillotina.
¿Acaso olvidó Milei que la reforma previsional es uno de los objetivos que se preocupó por incluir en el Pacto de Mayo? El Presidente explicó que su programa debe seguir una “secuencialidad”, en la que ninguna reforma jubilatoria puede ser anterior a una solución de la cuestión laboral, caracterizada por un 40% de trabajadores informales. Aun así, ¿justificaría esa estrategia el despido del titular de la Anses? La explicación puede pasar por el hecho de que tanto Milei como sus principales cortesanos descuentan que se mueven en un campo minado por las urnas electorales, donde hay que evitar cualquier paso en falso que pueda ser aprovechado por sus adversarios.
La historia mundial está plagada de batallas tan riesgosas como inoportunas. Hacia el año 415 antes de Cristo, Atenas se propuso conquistar la isla de Sicilia. Parecía sencillo para una potencia por entonces enorme. Pero al prolongarse demasiado el conflicto, Siracusa, la principal ciudad-Estado siciliana, creció en importancia hasta que terminó derrotando a los atenienses. John F. Kennedy cometió un error parecido: su fracasada invasión a la Bahía de los Cochinos, en 1961, convirtió a Fidel Castro en un héroe internacional.
El Gobierno trata de evitar batallas innecesarias que puedan despertar el terror al cambio en segmentos del electorado que La Libertad Avanza aspira a disputarle al peronismo
Frente a reformas seguramente imprescindibles pero de concreción difícil y arriesgada en términos políticos, como la previsional, Milei podría refugiarse en la táctica de las uvas verdes: si hay algo que desearía pero se ve impedido de conseguir, tal vez crea que lo mejor es sobreactuar cierto desinterés.
Fuera de la lucha por el equilibrio fiscal y la desregulación, que no cesa, el mileísmo en modo electoral parece dispuesto a aminorar la velocidad de ciertas reformas. La liberación del cepo cambiario y la previsional son algunas de ellas. Se trata de evitar batallas innecesarias que puedan despertar el terror al cambio en segmentos del electorado que La Libertad Avanza aspira a disputarle al peronismo.
Y en el duro camino hacia la consolidación del poder, el mensaje de Milei a sus colaboradores es que es su amo quien tiene que parecer el Sol en torno del cual gira todo lo demás. Un Sol que irradie esplendor y poder y sea el único centro de atención.
Pero lo cierto es que, en los últimos días, la incertidumbre no ha venido tanto de la mano de actitudes de la oposición como de gestos de nerviosismo del propio Presidente. La impulsividad que exhibió para limpiar su gobierno de figuras en apariencia poco confiables resulta tan cuestionable como la inexplicable visibilidad que le dio en sus redes sociales a una tan flamante como riesgosa opción de inversión digital ($LIBRA), que subió en forma exponencial hasta que se desplomó en pocos minutos. Como apuntó el consultor Alejandro Catterberg, el equilibrio macroeconómico debe ser acompañado de equilibrio emocional. En ese sentido, Milei no puede eludir su propia responsabilidad.

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