El gran salto de Gachi Prieto
La nueva sede de la galería, ubicada entre los circuitos de Palermo y Villa Crespo, es un amplio galpón industrial que funciona como espacio de exhibición y formación
Este año la galería Gachi Prieto cumple una década de vida. Nació en 2007 con el propósito de promover obras de artistas argentinos de la generación intermedia. Silvana Lacarra, Andrés Waissman, Alejandro Chaskielberg y Nora Aslan son algunos de ellos. Poco tiempo después, la galería decidió incluir a varios jóvenes; hoy, esos artistas representan casi la mitad de la selección. Entre ellos se cuentan Verónica Gómez, Andrés de Rose y María Elisa Luna, además de colegas de América Latina como el brasileño Nino Cais y el colombiano Sebastián Camacho.
Sin embargo, Gachi Prieto no es sólo un espacio de exposición y comercialización de obras. Actriz y directora teatral, su fundadora concibió las dos primeras sedes porteñas, una en Palermo y otra en Villa Crespo, como el medio para que los artistas convocados instalaran situaciones escenográficas con sus trabajos. En ambas, las vidrieras formaban parte de la propuesta visual.
A inicios de septiembre, en ocasión de la celebración por los diez años, se conoció la noticia de la mudanza de la galería al límite entre ambos circuitos, en Uriarte 1373. Fue un salto cuantitativo: pasó de 30 a 180 metros cuadrados cubiertos. Ahora cuenta, además, con un enorme patio donde se realizarán conciertos, festejos y encuentros al aire libre. En la sede actual, la galería dispone de una residencia para artistas invitados de provincias argentinas o del exterior.
El 1 de septiembre, día de la inauguración de la nueva casa y de las dos exposiciones que se pueden ver hasta el sábado, casi quinientas personas se acercaron para brindar. En lugar de una vidriera con intervenciones de artistas, la concurrencia atravesó el umbral de un portón blanco de estilo industrial.
Bajo el mismo techo
“Siempre tuve el deseo de crear una galería de arte contemporáneo que trascendiera la comercialización de obras y permitiera puntos de encuentro entre artistas, curadores y público”, dice Prieto. El espacio nuevo refleja ese deseo: muestras individuales y colectivas, talleres y base de operaciones del Proyecto PAC (Prácticas Artísticas Profesionales) conviven bajo el mismo techo.
En 2012, Gachi Prieto creó PAC, un área física y simbólica de formación e interacción por la que ya pasaron aproximadamente cien artistas de la Argentina y de países limítrofes. Concebida como una plataforma donde la obra artística crece mediante el intercambio y la experimentación, PAC privilegia el trabajo en equipo y la generación de sentidos positivos en un mundo de incertidumbres. "El artista solitario es una figura del pasado; ahora, el trabajo se realiza en red", sugiere Prieto.
El proyecto facilita la inserción de los participantes en el circuito comercial. Hoy, todos los que pasaron por PAC están representados por una galería y muchos pudieron exponer en muestras colectivas e individuales. El debate con pares y el intercambio con docentes como Rodrigo Alonso, Eduardo Stupía, Carlos Herrera y Rafael Cippolini, entre otros, guían la propuesta.
Desde 2014 se sumó una iniciativa similar para jóvenes curadores. Participantes de uno y otro programa idearon muestras y trabajos en colaboración. Gracias a la ley de mecenazgo, en PAC se ofrecen becas a dos de los veinte artistas seleccionados por cada edición, se publica un anuario para registrar los procesos creativos de los asistentes y se cubren gastos de las muestras que, en 2017, se llevarán a cabo en Panal 361 durante noviembre. Desde este año se implementaron los encuentros de PAC Foto para doce jóvenes fotógrafos tutelados por un equipo de docentes. A fin de año se podrán ver en FoLa los trabajos de esta primera edición.
Experiencias urbanas
Lorena Marchetti (Buenos Aires, 1976) fue la artista elegida para inaugurar la nueva sede de Gachi Prieto. Graduada como diseñadora gráfica en la Universidad de Buenos Aires y formada con Diana Aisenberg, Guillermo Ueno y Gabriel Valansi, integró la segunda edición de PAC en 2013. Con curaduría de Javier Villa y una envolvente obra sonora de Francisco Slepoy, Marchetti presenta en Vértigo una enorme foto fija de una vista de la ciudad de San Pablo que divide en dos la primera sala de la galería.
En la pantalla, el paisaje urbano que se atisba desde una terraza que da al Parque Ibirapuera (no es otra que la terraza del edificio donde se realiza la Bienal de San Pablo), con templos y obeliscos entre rascacielos, se convierte en un escenario íntimo transformado por las sombras de los visitantes. También los sonidos de la ciudad, puertas afuera, se filtran en el ambiente.
Ésa es sólo una sección de la exposición, que completan otras dos series de imágenes. En un mueble de madera para guardar planos se ocultan otras once imágenes de paisajes metropolitanos, entre las que se cuela una foto de Juan Rulfo, el autor de Pedro Páramo, de cara al desierto. En otra serie, el tono predominante de la foto de un conjuntos de edificios se expande en un soporte más allá de la imagen.
Las fotografías de Marchetti son retratos paradójicos de una ciudad superpoblada. Sobresalen las arquitecturas observadas a la distancia, que permite apreciarlas como si fueran miniaturas fáciles de maniobrar y en las que la presencia humana, casi inexistente, se deja intuir apenas por el uniforme de un trabajador, un objeto o un dispositivo de control.
La segunda muestra que celebra los diez años de Gachi Prieto consta de obras de diez artistas. Todos ellos participaron de PAC desde 2012, pero sólo una, Sabrina Merayo Núñez, es parte del equipo de la galería. Los demás son Cecilia Catalin, Samuel Lasso, Sofía Durrieu, Verónica Calfat, Lorena Fernández, Pablo Cavallo, María Ferrari Hardoy y Hernán Soriano, que exhibe un sólido conjunto de planos con volumen. Al cuidado de María Alejandra Gatti, Escribir el espacio estrena la página en blanco de la nueva casa de Gachi Prieto en Buenos Aires.
Hoy a las a las 19, con María Guerrieri, Alejo Ponce de León, Simón Altkorn y Germán Paley, se presentará la décima edición de Escenario Prestado, una colección de libros de pequeño formato que propone un acercamiento a la obra de los aristas (en este caso, Lorena Marchetti) desde un relato poético. La edición limitada, numerada y firmada por los participantes de cada muestra contiene también textos de los escritores invitados, además de imágenes de obras.