El fenómeno Rodríguez Larreta: por qué sube en las encuestas
Alberto Fernández y Cristina Kirchner subieron al ring a Horacio Rodríguez Larreta. Pero, al menos por ahora, solo han logrado convertirlo en víctima y concederle un nivel de exposición que ha acrecentado su imagen positiva en la opinión pública.
El fenómeno Rodríguez Larreta, sin embargo, no empezó la semana pasada, luego de que el presidente de la Nación lo pusiera en el centro de la escena cuando anunciase que, para financiar la recomposición salarial de la policía bonaerense, le quitaría mediante un decreto algo más de un punto de fondos de la coparticipación federal a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Ya un mes atrás, el jefe de gobierno porteño sorprendió por el nivel de imagen positiva que alcanzó en Córdoba, según un sondeo que lo ubicó a la cabeza de los principales dirigentes nacionales y provinciales. De acuerdo con aquella encuesta, concluida por CB Consultora entre 1060 personas el 21 de agosto, Rodríguez Larreta ostentaba un 64,1% de imagen favorable. Superaba así a Mauricio Macri (55,6% de menciones positivas) en el distrito donde el expresidente es mejor visto; al gobernador cordobés, Juan Schiaretti (54,4%) y al presidente Alberto Fernández (48,8%).
Por aquel entonces, comenzó la embestida de algunos dirigentes kirchneristas contra el alcalde porteño con el propósito de esmerilarlo, al tiempo que le reprochaban sigilosamente al Presidente su decisión de sentar al jefe de gobierno de la ciudad junto a él y a Axel Kicillof en las periódicas conferencias sobre el manejo de la crisis del coronavirus.
Ya por esos días, la titular del PAMI y dirigente camporista, Luana Volnovich, había denunciado que adultos mayores de la ciudad, afiliados al PAMI, debían atenderse en la provincia de Buenos Aires por falta de camas en la Capital Federal. La respuesta del ministro de Salud local, Fernán Quirós, no se hizo esperar: aclaró que el 20% de las camas de terapia intensiva del distrito porteño estaban ocupadas por no residentes. Del mismo modo, voceros de Rodríguez Larreta explicaron que si algunos jubilados eran derivados a centros asistenciales de la provincia era por decisión del PAMI, que no les estaba pagando a los hospitales de la ciudad. La guerra había empezado, con las consecuencias del Covid-19 como telón de fondo.
Una de las razones por las cuales fueron Cristina Kirchner y los dirigentes de La Cámpora los primeros en apuntar contra Rodríguez Larreta tiene que ver con el hecho de que, por su perfil, este podría quedarse con los votos de un sector del electorado más afín a Sergio Massa que fue clave para el triunfo del Frente de Todos en 2019. La fuerte irrupción de Sergio Berni, antes del conflicto policial, aparece como una jugada del kirchnerismo para no perder a un electorado bonaerense que pudo haber apoyado a Alberto Fernández en las últimas elecciones, pero que hoy comienza a alejarse, preocupado por las deficiencias que advierte en materia de seguridad.
El manotazo por decreto que les saca a los porteños unos 35 mil millones de pesos de coparticipación apuntó a darle una solución al conflicto con los policías, responsabilizando al mismo tiempo de los males de la provincia al gobierno porteño. El efecto, hasta ahora, ha sido el contrario al buscado, en términos electorales al menos. Rodríguez Larreta tuvo un rating que superó los 36 puntos en la noche del jueves, sumando los distintos canales de televisión que transmitieron en vivo su conferencia de prensa para rechazar la medida de la Casa Rosada.
Hoy hasta dirigentes peronistas se preguntan cuánto potenció la propia Cristina Kirchner, sin quererlo, al jefe de gobierno porteño, al hablar tiempo atrás de los jardines verticales y de los "helechos que tienen luz y agua" de la ciudad de Buenos Aires. Involuntariamente, puso de manifiesto para el resto del país bondades de la urbe porteña de las que ni sus propios habitantes eran muy conscientes.
Las últimas encuestas dan cuenta de ese favor que la actual vicepresidenta de la Nacion le hizo a Rodríguez Larreta. De acuerdo con el sondeo de la consultora Reyes-Filadoro efectuado exclusivamente en la provincia de Buenos Aires entre 800 personas consultadas entre el 4 y el 7 de este mes, quien hoy gobierna el distrito porteño goza de una imagen positiva del 67% que supera levemente a la de Alberto Fernández (64%) y por 12 puntos a la de Axel Kicillof (55%).
Curiosamente, en el otro extremo, según la misma encuesta, se ubica Mauricio Macri, con una imagen positiva del 21% y una negativa del 71% entre los bonaerenses.
Por si esto fuera poco, la figura de Rodríguez Larreta también crece en la ciudad de Rosario. Allí, de acuerdo con otro sondeo, concluido el 7 de septiembre por la consultora Innova entre 407 personas, alcanza un 50% de opiniones positivas, aunque se ubica por debajo de Alberto Fernández (64%) y de dos de los mayores referentes de la provincia de Santa Fe: el intendente rosarino Pablo Javkin (70%) y el gobernador Omar Perotti (56%).
Es probable que el kirchnerismo incurra con Rodríguez Larreta en el mismo error que cometió con Mauricio Macri en los años previos a su llegada al poder. Por aquel entonces, se acusaba al expresidente de Boca y entonces alcalde de la ciudad de Buenos Aires de "vago" y de "vivir de franco (por su padre, el empresario Franco Macri)". Pero Macri, refugiado en su gestión local, hizo oídos sordos a esas críticas y pudo superar a sus adversarios.
Tal vez el mayor error del oficialismo al descargar su artillería sobre el gobierno porteño y al forzar una polarización entre la Capital y el interior, pase por pretender compensar su aparente ausencia de proyectos con el hallazgo de nuevos enemigos, a los que solo consigue potenciar.