El factor humano: el periodismo como blockchain de la información
Jugando con la tecnología imaginé el descubrimiento de nuevos universos y pregunté al chat GPT por el “hallazgo de la galaxia Alumina”. El más poderoso bot de inteligencia artificial en términos de procesamiento de información respondió de manera contundente: “No tengo información sobre un “descubrimiento de la Galaxia Alumina”.
Es lógico. Chat GPT –al que llamaremos “Gepetto”, en honor al parecido fonológico entre sus siglas y el nombre del creador del entrañable personaje infantil que solo a veces decía la verdad– no puede devolver información sobre hechos que no sucedieron o que no fueron reflejados por textos académicos o crónicas periodísticas. Se alimenta de esa información externa, creada por otros, para darle sentido a su existencia. Como los virus.
No obstante, sorpresivamente Gepetto tampoco refleja la información de hechos ocurridos en los últimos dos años. Para el bot “inteligente” hoy Javier Milei “es un economista y político argentino conocido por sus opiniones liberales y su participación en el debate público sobre políticas económicas. Sin embargo –hace notar- no tengo información sobre su eventual candidatura o elección como presidente de Argentina”.
Esta respuesta incompleta y anacrónica emerge de algoritmos y actualizaciones del robot que están anclados –por ahora– en enero de 2022. Así lo afirma el mismo robot ante cualquier búsqueda sobre hechos ocurridos después de esa fecha. Todo lo sucedido con posterioridad no existe en el mundo de Gepetto.
Este mundo virtual no solo es anacrónico, sino también inexacto, contradictorio y cambiante. En otra autodefinición honesta y contundente, Gepetto reconoce que sus repuestas pueden ser “incorrectas o incoherentes en ciertas circunstancias”.
Prueba de ello son las respuestas que brindó frente a la simple pregunta: “¿Murió Elvis?”. El primer resultado que arrojó Gepetto fue: “No, Elvis Presley falleció el 16 de agosto de 1977. Su muerte fue un evento muy significativo en la historia de la música popular y continúa siendo recordado por millones de personas en todo el mundo”. Es decir, no murió, pero falleció. Respuesta ideal para los amantes de las teorías conspirativas. Sin embargo, en intentos posteriores sobre el mismo tópico “aprendió” rápidamente de su error o contradicción y unificó criterios. “Sí, Elvis Presley murió en 1977, en Graceland…”.
Las flaquezas de los modelos de lenguaje de inteligencia artificial como ChatGPT – incertezas, opacidad en las fuentes de donde nutre su aprendizaje, información actualizada a enero de 2022 y la consecuente falta de seguridad en los resultados que arroja – no hacen más que reforzar el valor del periodismo profesional y de calidad.
Allí están los principios del buen periodismo para investigar, encontrar fuentes fiables, contrastarlas con otras, recorrer el camino del proceso de producción que incluye diversas etapas de revisiones internas, hasta dar luz verde a la publicación de un hecho, hecho noticia.
El factor humano vuelve a ser la clave. Aquella capacidad de errar intrínseca del ser humano, se ha deslizado hacia la tecnología (motores de búsqueda, sistemas de chat basado en modelos de lenguaje por inteligencia artificial ajustado con técnicas de aprendizaje, etc.), que hoy no pueden garantizar la fiabilidad de sus respuestas y resultados.
En algún punto, la Inteligencia Artificial aplicada a las noticias empeoró la crisis de confianza en los entornos digitales. Y allí aparecen, pues, los cronistas y periodistas que cuentan con el respaldo de los mejores editores, y los editores son respaldados –en muchos casos– por los más altos estándares de ejercicio del periodismo. Es una cadena de valor, en etapas que se fueron perfeccionando durante siglos de ejercicio del oficio, que tiende a garantizar la certeza, la transparencia, la inmutabilidad y la seguridad de la información que se vuelca día a día, minuto a minuto en todas las páginas y sitios de internet de los medios del mundo que ejercen el periodismo bajo los principios rectores de la calidad y el profesionalismo. El periodismo como blockchain de la información.
Las crónicas e investigaciones periodísticas “tienen ese equilibrio mágico entre aprendizaje y enseñanza”, como dice Arthur Sulzberger, presidente de The New York Times, la empresa de medios periodísticos más importante de los Estados Unidos. The New York Times está dando batalla de igual a igual a las empresas tecnológicas globales para defender el valor de los contenidos que sus medios producen.
Ese proceso de aprendizaje y enseñanza se logra “hablando con la gente, sumergiéndote en la complejidad del mundo e interactuando con las fuerzas que lo configuran. Y luego te coloca en este proceso más solitario y creativo de descubrir la mejor manera de compartir lo que has aprendido”, dice Sulzberger.