El español lanza su primera prueba internacional con respaldo de la UBA
La casa de estudios se unió con el Instituto Cervantes, la UNAM de México y la Universidad de Salamanca para crear la primera prueba internacional de evaluación de nuestro idioma, Siele; esperan 300.000 solicitudes en 2016
Desde este momento, cualquier estudiante de español encontrará una red de centros a nivel global para realizar una pionera prueba de evaluación de español. El Instituto Cervantes, la UNAM de México, la Universidad de Buenos Aires, la de Salamanca y Telefónica, han forjado una alianza –a la que se han asociado hasta el momento casi 60 universidades iberoamericanas– para tomar en multitud de centros expandidos por todo el mundo esta prueba a quien lo solicite y de manera rápida. El Servicio Internacional de Evaluación de la Lengua Española (SIELE) se presentó hace pocos días en el Congreso de San Juan de Puerto Rico, después de casi cuatro años de contactos y trabajo.
Los tiempos cambian. La enseñanza presencial ha disminuido en todo el mundo a cambio de la digital. Esa tendencia necesitaba de una respuesta urgente y firme. Pero las alianzas han ido más allá y han crecido hasta fraguar la primera prueba internacional reconocida como tal de un idioma.
La iberoamericanización del Instituto Cervantes ha sido un eje fundamental de la gestión de su actual director, Víctor García de la Concha. Y se ha plasmado en algo concreto y ambicioso que se presenta hoy en Puerto Rico, con el respaldo de todas las instituciones académicas y empresariales involucradas. "Empezaremos centrándonos en tres grandes áreas: Estados Unidos, Brasil y China", afirma De la Concha. Esperan conseguir 300.000 solicitudes en un año para estudiantes de todo el mundo.
La agilidad del proceso es una de las claves. Hasta el momento se han realizado unas 800 pruebas, a modo de test, que han servido para perfeccionar la oferta final. No existen convocatorias multitudinarias, sino que a la mínima demanda, se ofrece cita y uno se acerca al centro que más cerca quede y allí, en un aula especial, lo realiza.
Un examen de cuatro pasos y tres horas de duración
La puntuación oscila entre cero y mil. Los niveles se dividen en seis bloques: de la A a la C, con dos segmentos por cada una de ellas (A1 y A2; B1 y B2 y C1 y C2). "Se realizará en multitud de variantes del español", agrega Roberto Castañón, responsable de centro de enseñanzas extrajeras de la UNAM mexicana, creado en 1921 y que atiende a 2500 estudiantes al año, la mitad de los cuales son asiáticos. "Las variantes que contemplamos son ibéricas, centroamericanas y suramericanas, a elegir la más conveniente para cada cual, según el país donde, por ejemplo, quiera trabajar. Lo hemos elaborado desde una concepción plenamente panamericana", añade el representante mexicano de la iniciativa.
Se trata de ofrecer una prueba abierta, ágil, flexible, "acorde con los tiempos", añade García de la Concha. "Pero además, estamos dispuestos a que se sumen todas aquellas universidades del entorno que lo requieran, sin que por ello tengan que renunciar a los títulos específicos que cada una de ellas ofrecen".
El atractivo para las instituciones académicas reside también en que pueden adherirse a lo que será el Centro Virtual del Español, impulsado paralelamente al Siele: "Se trata de un espacio que aglutinará todas aquellas iniciativas de enseñanza del idioma que cada universidad desarrolle, por muy poco ortodoxas que resulte".
El precio de la prueba se adaptará a las posibilidades de cada mercado y oscila entre 120 y 150 euros (el precio listado para la Argentina es de 145 euros, pero aún no están disponibles los centros de evaluación para rendirla, que incluyen las ciudades de Córdoba y Rosario). Antes de realizarla, en la página se incluyen distintos exámenes de práctica. "La evaluación de las dos primeras –comprensión lectora y oral- se realizará mediante el ordenador, mientras que para las restantes habrá calificaciones por parte de profesores seleccionados. Los resultados se comunicarán entre una y tres semanas, como máximo, después de la prueba, indica Richard Bueno.
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