El enigma chino. Claroscuros de un actor clave en el mapa global
En continuo crecimiento, y todavía inabordable para el sentido común y la cultura occidentales, la segunda potencia mundial afianza su protagonismo económico en un contexto carente de una mínima previsibilidad
La recuperación global pospandemia depende, en gran medida, de China. La buena noticia es que China ya está en marcha. La no tan buena es que salir de las crisis colgados de la segunda (o primera) mayor economía mundial se ha convertido en un hábito. Situación que termina de configurar un sistema global bicéfalo, con una cabeza en una crisis inédita, y la otra en continuada expansión. Lejos estamos de un equilibrio entre Estados Unidos y China. Lejos estamos de una mínima previsibilidad.
Cuatro libros recientes ofrecen perspectivas complementarias sobre esta actualidad dinámica, haciendo foco en aspectos propios del país asiático y otros derivados de la interacción.
En El sueño chino. Cómo se ve China a sí misma y cómo nos equivocamos los occidentales al interpretarla, el economista chileno Osvaldo Rosales explica cómo China llegó a ocupar un lugar central. En su visión, "La vertiginosa irrupción de China en la economía mundial está reconfigurando el escenario global de las próximas décadas, un fenómeno que -junto con la dinámica del cambio tecnológico y climático- definirá el mundo del siglo XXI". Con una importante trayectoria en la Cepal (coeditora de la obra) y en la diplomacia de su país, Rosales se presenta como un intérprete de China ante la región. Habla de una triple transición: de una economía cerrada a una abierta, de una economía planificada a una de mercado, y de una sociedad rural a una urbana. Sostiene que la industrialización y la urbanización le llevó a China apenas treinta años, frente a los 200 que estos procesos le demandaron a Inglaterra y Estados Unidos.
La lista de indicadores de crecimiento es infinita. Rosales la sintetiza magníficamente: "China es ya el primer exportador de bienes, la principal potencia manufacturera, el principal acreedor de Estados Unidos y, medido en paridad de poder adquisitivo, la economía con el mayor PBI del mundo".
Tras revisar las líneas que conducen al presente (el papel de Deng Xiaoping, la reforma agrícola y urbana, la importancia de Hong Kong como experimentado centro financiero del que aprender, el énfasis en el crecimiento, ), Rosales discute los desafíos de hoy: hacia adentro, los problemas demográficos, de distribución y ambientales; hacia afuera, el conflicto comercial y tecnológico con Estados Unidos y la perspectiva de una nueva Guerra Fría.
El economista confía en la racionalidad en los espacios de "necesaria cooperación" del comercio, pero es menos optimista en términos de la disputa por la gobernanza de internet. En las páginas finales dedicadas a América Latina, alerta sobre la debilidad de las economías exportadoras de materias primas con fuerte relación con China, y recomienda un mayor papel de la región en la reforma de la Organización Mundial de Comercio. El punto clave, que refuerza en la Introducción Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la CEPAL, es que la región debe negociar unida.
Profundizando en la relación entre las potencias, La disputa por el poder global. China contra Estados Unidos en la crisis de la pandemia, de Esteban Actis y Nicolás Creu, hace foco en la complejísima interacción de las potencias en el contexto de la pandemia. Los límites de la previsibilidad están en el centro de su análisis. Por un lado, describen "fuerzas profundas", las grandes tendencias que la pandemia está acentuando: la desigualdad, las disputas comerciales y tecnológicas, las crisis de deuda. Citando al diplomático norteamericano Richard Haas, sostienen que "la pandemia acelerará la historia más que transformarla". En ese sentido, dicen, "el mundo no está cambiando ?por' sino ?con' el coronavirus".
La contracara es su discusión sobre los "cisnes negros", la noción de Nassim Nicholas Taleb para referirse a eventos altamente improbables. La pandemia también es lo imprevisible, admiten Actis y Creus. En este sentido, dejan abierta la discusión sobre el papel de China ante América Latina. Citando a John Mearsheimer, de la Universidad de Chicago, creen que la prioridad para China sería Asia, y que va a dejar que Estados Unidos se entretenga con la región para que no se involucre en sus asuntos. La conclusión preliminar de los autores, entonces, es que la región "profundizará su condición de (im)potencia emergente".
China. La superación de la pobreza, por su parte, está dedicado a explicar un fenómeno inédito. Para resumirlo de modo que no resulte propaganda aunque suene como tal: "China ha logrado un éxito fenomenal en la reducción de la pobreza", en palabras de Bert Hofman, director nacional del Banco Mundial para China. Entre 1981 y 2015, se trató de "la tasa más rápida de reducción de la pobreza jamás registrada en la historia de la humanidad". En números, más de 800 millones de personas dejaron de ser pobres desde las reformas de fines de los setenta para acá.
La compilación de Néstor Restivo y Gustavo Ng, coautores de Todo lo que necesitás saber sobre China (Paidós, 2015) incluye un prólogo del embajador argentino Luis María Kreckler, que destaca que esos 800 millones representan el 70 por ciento de la reducción de la pobreza en el mundo. La edición fue realizada en colaboración entre la Universidad de Congreso, de Mendoza, y dos casas de estudios chinas: la Universidad de Estudios Internacionales de Shanghai y la Universidad de Estudios Internacionales de Xi'an, con colaboraciones de destacados profesores de ese país.
El crecimiento sostenido no explica todo: hubo también la decisión de incorporar la mitigación de la pobreza a la estrategia nacional, desarrollando infraestructura, promoviendo capacidades en la población y afianzando redes de seguridad social. Aun así, la desigualdad crece: "La pobreza extrema está en vías de extinción, pero la cantidad de chinos que cada día se suma al podio de los millonarios sigue aumentando, lo mismo que el hiperconsumo en los sectores más adinerados", explica Restivo.
Como alternativa a estos relatos de progreso indefinido, Sombras y luces chinescas. Colonialidad y género en China, América Latina y el Caribe, compilado por las investigadoras Karina Bidaseca (Universidad Nacional de San Martín) y Zhang Jingting (Universidad de Estudios Internacionales de Shanghái) es un ejercicio de traducción cultural entre las cuestiones de género, el arte y los modos de la subalternidad. Pensado como "un puente" que establece vinculaciones entre las nociones de "he" (armonía) y "buen vivir", el texto da voz a lo silenciado en el estruendo tan masculino del progreso y la riqueza. ¿Habrá que recordar que las grandes fortunas orientales pertenecen, como las occidentales, a hombres? ¿Que la crisis ambiental ha acompañado, también, este desarrollo? Ofrece, así, una clave de lectura a contrapelo que permite ver, a la vez, más cerca y más lejos en términos históricos y geográficos, revelando fuerzas profundas, irresueltas, de la socialidad.
LA DISPUTA POR EL PODER GLOBAL
Esteban Actis y Nicolás Creus
Capital Intelectual
279 págs.
$890
EL SUEÑO CHINO
Osvaldo Rosales
Siglo XXI y CEPAL
239 págs.
$830