El desafío de los Parques Nacionales
Uno de los activos más importantes que un país tiene son sus recursos naturales, que no consisten exclusivamente en los minerales presentes en sus suelos o los fósiles que podamos obtener debajo de ellos. En la defensa de esos activos naturales, lo parques nacionales desempeñan un papel fundamental en la conservación de ecosistemas naturales y la protección de la flora y fauna autóctonas.
Estas áreas protegidas albergan una amplia variedad de especies, algunas de las cuales están en peligro de extinción ya que proporcionan hábitats seguros y protegidos contribuyendo así a su supervivencia a largo plazo. Son estratégicos a la hora de preservar recursos claves, como fuentes de agua dulce, bosques, selvas, desiertos, mares, suelos fértiles y paisajes increíbles para disfrutar en familia o con amigos.
Estos recursos son vitales para para el equilibrio de los ecosistemas en general y, por lo tanto, para el bienestar del ser humano. Protegiendo los parques nacionales, aseguramos la disponibilidad y calidad de estos recursos para nosotros y las generaciones futuras.
Tampoco deben verse estos lugares como un gasto innecesario para la Administración Pública ya que el turismo relacionado con los parques nacionales puede impulsar la economía local, generar empleos y fomentar el desarrollo sostenible. Los visitantes suelen gastar dinero en alojamiento, alimentos, transporte y actividades recreativas, lo que beneficia a las comunidades y promueve la conservación del área protegida.
Por otra parte, desempeñan un papel crucial en la educación ambiental y el contacto con la naturaleza ofreciendo a las personas la oportunidad de aprender sobre la importancia de la conservación y desarrollar un mayor aprecio por el entorno natural.
El comienzo de los Parques Nacionales sucedió durante la presidencia de Roca, en el año 1902, cuando el gobierno le encargó al reconocido paisajista Carlos Thays realizar un estudio de las Cataratas del Iguazú quien proyectó un Parque Nacional de 25.000 hectáreas (el Parque Nacional Iguazú en la actualidad tiene 67.620 hectáreas). Pero ese no fue el primer parque nacional ya que el proyecto recién se concretó recién en 1934.
El primer Parque Nacional de Argentina fue el Nahuel Huapi, gracias al asombroso trabajo del Perito Francisco Pascasio Moreno y Exequiel Bustillo en 1922, dos próceres de nuestra patria. A la hora de pensar el parque, ambos creadores tomaron el ejemplo del naturalista escocés John Miur, uno de los impulsores de la creación del Parque Nacional Yellowstone en los Estados Unidos (primer parque nacional del mundo) quien proponía el turismo como la alternativa de uso más manejable y contribuyente.
Durante el último año en Estados Unidos sus parques nacionales fueron visitados por más de 300 millones de personas dejando un ingreso aproximado de 24.000 millones de dólares. En la Argentina entre 2003 y 2014 el número de visitantes se incrementó un 88%.
De acuerdo al Banco Mundial, en América Latina casi el 25% del territorio cuenta con algún tipo de protección lo que supera ampliamente al 12% protegido durante los años 90. Argentina, que luego de Estados Unidos y Canadá, fue el tercer país en tener un parque nacional cuenta con un inmenso y variopinto patrimonio natural en sus parques ocupan cerca del 7% del territorio.
Mucho tiempo pasó desde que brillantes mentes de la generación del 80 comprendieron que la militarización no solucionaba por completo la cuestión de la soberanía de nuestros suelos. Es tiempo de repensar nuestra estrategia de Parques Nacionales, para poder acercar la conservación de las especies, el amor por la naturaleza, la protección de nuestros recursos naturales y el desarrollo del turismo sustentable a todos los habitantes de todas las provincias de nuestro territorio.
Politólogo, exdirector del Ecoparque porteño y Director de Control Ambiental de la Ciudad de Buenos Aires