El cambio ya comenzó
En su segunda aparición pública tras las elecciones, anteayer, la Presidenta destacó como un gran triunfo que el Frente para la Victoria ganara las primarias en la Antártida, pero nada dijo de la derrota sufrida en los más importantes distritos del país y muy especialmente en su propia provincia, donde perdió con el 23% de los votos contra el candidato del radicalismo y la Coalición Cívica, Eduardo Costa, que obtuvo el 45%.
Justamente, el domingo viajé a Río Gallegos para ver de primera mano si el fin de ciclo ya había comenzado en la tierra de los Kirchner, prenunciando lo que sobrevendrá en el nivel nacional.
El notable triunfo del joven dirigente radical Eduardo Costa revela que el poderío krichnerista se está apagando rápidamente tras un cuarto de siglo de dominación.
"El cambio vence al miedo", fue el slogan de campaña de Costa, un exitoso empresario local que nunca se dejó doblegar por Néstor Kirchner y que en 2007 decidió enfrentar ese poder hegemónico y disputar la gobernación. En 2011 hizo una excelente elección, pero perdió contra Peralta, en ese momento candidato cristinista, por sólo tres puntos, 51 a 48%.
La clara victoria de este domingo es sin duda el fruto de su gran perseverancia, pero también refleja la tenacidad y el coraje de su esposa, Mariana Zuvic, presidenta de la Coalición Cívica ARI, quien ganó visibilidad nacional por sus detalladas denuncias sobre el enriquecimiento colosal de los Kirchner y sus aliados, entre ellos Lázaro Báez y el propio Peralta. Si bien los hechos denunciados eran un secreto a voces en la provincia, al ver las mansiones, estancias, bóvedas, testigos y bolsos de dinero por televisión, la complacencia y el miedo dieron lugar a la indignación.
"Antes la gente se conformaba con tener un empleo público o un subsidio estatal en una provincia donde el 70% de la población depende del Estado, hoy no", explica Eduardo Costa, quien recorrió la provincia innumerables veces y burló el cepo informativo que impone el control oficial de casi todos los medios periodísticos visitando personalmente las casas de decenas de miles de ciudadanos. Comprendió que el cambio por fin había llegado cuando en un pueblito una mujer le dijo: "¡A nosotros nos dan bolsones de comida y ellos se llevan bolsos llenos de dólares!"
Como en otras provincias, el "vamos por todo" que planteó la Presidenta tras su victoria de 2011, para descabezar a posibles sucesores y enemigos, también terminó actuando como un bumerán en su contra. En Santa Cruz, al igual que ocurrió en la provincia de Buenos Aires, la Cámpora intentó debilitar y vaciar de poder al gobernador. Pero Peralta resistió y los santacruceños comprobaron que había vida más allá de los K, algo que creían imposible desde que Néstor Kirchner ganó la intendencia de Río Gallegos en 1987 y cuatro años después llegó a la gobernación.
Hasta hace muy poco realmente pensaban que el kirchernismo era invencible; hoy saben que no lo es. Por eso creo que el cambio que ya vemos en Santa Cruz se expandirá por el país, como pasó con cada una de las piezas de este anacrónico "modelo".
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