El argentino Mariano Quirós ganó el premio Tusquets de Novela
El escritor chaqueño fue distinguido por un jurado presidido por Juan Marsé entre 472 obras
Ayer se conoció la noticia de que el escritor argentino Mariano Quirós (1979) había resultado ganador del XIII Premio Tusquets Editores de Novela 2017. Un jurado presidido nada menos que por Juan Marsé e integrado por Almudena Grandes, Antonio Orejudo, Daniel Ruiz García (el ganador de la edición anterior) y el editor Juan Cerezo acordó por mayoría premiar la novela Una casa junto al Tragadero.
La novela de Quirós fue elegida entre 472 obras de autores hispanoamericanos. El jurado destacó la fuerza de un relato de supervivencia en medio de una naturaleza hostil (se trata de un pueblo situado en el norte argentino), el poder hipnótico en la sucesión de acechanzas y peligros que vive el Mudo, protagonista de la novela, y el acierto en la composición. Quirós es el tercer escritor argentino en obtener el Premio Tusquets de Novela. En 2009, Sergio Olguín había ganado con Oscura monótona sangre y, en 2013, Betina González lo obtuvo con Las poseídas. También el español Fernando Aramburu y el venezolano Alberto Barrera Tyszka fueron ganadores del premio, que en dos ocasiones fue declarado desierto.
No es la primera vez que el autor gana un premio. De hecho, se puede decir que su obra completa ha sido premiada. Oriundo de Resistencia, Chaco, Quirós ganó con su novela Robles el Primer Premio Bienal-CFI; con Torrente, el Premio Festival Iberoamericano de Nueva Narrativa; con Río Negro, el Premio «Laura Palmer no ha muerto» y con Tanto correr, el Premio Francisco Casavella. La novela policial No llores, hombre duro ganó el Premio Festival Azabache y Premio Memorial Silverio Cañada y su notable libro de cuentos La luz mala dentro de mí recibió el Primer Premio del Fondo Nacional de las Artes.
Quirós es además un editor renombrado. Junto con Pablo Black, creó el sello editorial Colección Mulita, que ya lleva editados libros de cuentos de Matías Aldáz, Virginia Feinmann, Ulises Cremonte y María Lobo. Esos autores tienen en común con la obra de Quirós cierta excentricidad y posición periférica en el sistema literario argentino. Hoy, el Premio Tusquets consagra la obra de un narrador sólido y heterogéneo y, de paso, la literatura que se escribe en las provincias argentinas.
-¿Cómo recibiste la noticia del premio y de qué trata la novela?
-Como un precioso cross a la mandíbula. Además tiene un sentido especial porque en noviembre mi mujer y yo seremos padres, cosa que nos tiene muy revolucionados. La novela, por decirlo de alguna manera, es de un terror chamamecero y poético. Es la historia del Mudo, un hombre que se escapa de Resistencia, del escándalo de la ciudad, para vivir en el monte. Pero el monte se sumerge en un mundo por demás extraño y ominoso. Así que el Mudo tiene que aprender a vivir allí. Pero el verdadero problema, una vez que él ya esté habituado a esa especie de vida silvestre, serán los embates biempensantes de una fundación ecologista.
-Muchos libros tuyos recibieron premios. ¿Es una vía aconsejable para jóvenes escritores?
-¡Claro que aconsejo los concursos! Cada libro que publiqué fue gracias a un concurso. En algún momento llegué a avergonzarme un poco, ya que hay una creencia de que literatura y juego no irían bien juntos. Sin embargo, al final siempre recaigo en el vicio.
El autor chaqueño recibirá una estatuilla de bronce diseñada por Joaquín Camps y, a modo de anticipo sobre derechos de autor, la suma de 18.000 euros. Tusquets publicará la novela ganadora en noviembre.