El apoyo a Ucrania disminuye, y el riesgo de una catástrofe global aumenta
Cuando Rusia inició su invasión militar de Ucrania, el Kremlin apostó a que Occidente sería el primero en retroceder, disminuyendo su crucial apoyo a Ucrania. Ello aumentaba considerablemente las posibilidades rusas de conquistar Ucrania y luego proceder a recrear la Unión Soviética, cuya desintegración, según Putin, fue “la mayor catástrofe geopolítica del siglo XX”.
¿Ha dado sus frutos la apuesta de Rusia? Hasta ahora no lo ha hecho, debido a la notable resiliencia de las fuerzas armadas de Ucrania, con el apoyo de Occidente.
Sin embargo, según el Ukraine Support Tracker del Instituto Kiel para la Economía Mundial, un instituto de investigación alemán, “la dinámica del apoyo a Ucrania se ha desacelerado. La ayuda recientemente comprometida alcanzó un nuevo mínimo entre agosto y octubre de 2023: una caída de casi el 90 por ciento en comparación con el mismo período en 2022″.
A menos que esta crítica tendencia se revierta rápidamente, el riesgo de una catástrofe global seguirá aumentando a un ritmo alarmante.
¿Por qué, en principio Rusia atacó a Ucrania?
En su libro titulado Visión Estratégica: Estados Unidos y la crisis del Poder Global, Zbigniew Brzezinski, exconsejero de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, politólogo y estudioso de las relaciones internacionales, respondió a esa pregunta con las siguientes palabras, inequívocamente claras: “Nunca se insistirá lo suficiente en que sin Ucrania, Rusia deja de ser un imperio, pero con Ucrania subordinada y luego conquistada, Rusia se convierte automáticamente en un imperio”.
¿Rusia irá más lejos?
Seguramente lo hará, ya que el Kremlin no puede recrear la Unión Soviética, conforme las promesas de Putin, sin subyugar a las antiguas repúblicas soviéticas y a sus estados satélites. Muchos de ellos son ahora países miembros de la OTAN, protegidos por el artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte, que compromete a los países miembros de la OTAN a considerar un ataque armado contra cualquiera de ellos como un ataque contra todos.
¿Es esta una posibilidad real? Ciertamente lo es. El 10 de enero de 2023, Reuters informó que durante una entrevista con el periódico ruso Argumenti i Fakti, Nikolai Patrushev, secretario del Consejo de la Federación de Rusia y un poderoso aliado de Putin, dijo: “Los acontecimientos en Ucrania no son un choque entre Moscú y Kiev, es un enfrentamiento militar entre Rusia y la OTAN, primeramente con Estados Unidos y Gran Bretaña”.
Esto revela claramente que el Kremlin percibe que Rusia ya está en una confrontación militar con la OTAN, empezando por Estados Unidos y el Reino Unido. Y no debería ser una sorpresa, porque tres días antes de lanzar la guerra total contra Ucrania, el 21 de febrero de 2022, la agencia Reuters informó que Putin declaró: “Permítanme explicarles que los documentos de planificación estratégica de Estados Unidos contienen la posibilidad de un llamado ataque preventivo contra los sistemas de misiles enemigos. ¿Y quién es el principal enemigo de Estados Unidos y la OTAN? Eso también lo sabemos. Es Rusia. En los documentos de la OTAN, nuestro país es declarado oficial y directamente la principal amenaza a la seguridad del Atlántico Norte. Y Ucrania servirá como trampolín para dicho ataque”.
Por lo dicho, el presidente estadounidense Joe Biden reconoció correctamente, el 6 de diciembre de 2023, que si Ucrania cae, Rusia irá aún más lejos, obligando a Estados Unidos (y a todos los otros países miembros de la OTAN) a enviar a sus ejércitos, ello cuando describía con crudeza, el siguiente potencial y evitable escenario: “Si Putin toma Ucrania, no se detendrá allí. Es importante tener, en este punto, una visión a largo plazo. Él seguirá adelante. Lo ha dejado bastante claro. Si Putin atacara a un aliado de la OTAN, – si decidiera avanzar -, y luego atacase a un miembro de la OTAN entonces, nosotros como miembros de esta organización estaríamos comprometidos a defender cada centímetro del territorio de la OTAN. En ese caso tendríamos un escenario que no buscamos y que no tenemos hoy: tropas estadounidenses luchando contra tropas rusas, si estas avanzan hacia otras partes de la OTAN.”
En pocas palabras, el presidente Biden predijo la Tercera Guerra Mundial, si Ucrania no detiene ahora a Rusia.
La apuesta es muy alta, el tiempo se está acabando y extender cualquier vacilación por parte de los países miembros de la OTAN, empezando por Estados Unidos, será percibida por el Kremlin como una señal de debilidad que debe ser plenamente explotada.
Los países miembros de la OTAN, empezando por Estados Unidos, pueden proporcionar inmediatamente el apoyo necesario a Ucrania para detener los planes imperialistas de Rusia, o cargar con la nada envidiable perspectiva de tener que utilizar sus ejércitos para enfrentar a Rusia en un futuro no muy lejano.
Presidente de la ONG Ukraine-2050, presidente del Congreso Mundial Ucranio (2008-2018)