El antológico viaje de contradicciones que hará Cristina
Uno de los últimos viajes internacionales que se propone encarar la Presidenta este sábado a Italia dejará huellas imborrables
Uno de los últimos viajes internacionales que se propone encarar la Presidenta este sábado a Italia dejará huellas imborrables y dignas para la antología de las contradicciones del manual kirchnerista.
Todo el viaje de Cristina Kirchner fue pensado originalmente al revés de lo que finalmente será. Para evitar que la visita a Roma quede centrada en su reunión con el Papa Francisco -quien advirtió que se sentía usado por los políticos argentinos- la Presidenta había anunciado una bateria de actividades alrededor de ese encuentro como estrategia de camuflaje. Pero al parecer no cumplirá con buena parte de lo pautado. No sólo eso: eludirá reuniones que podrían ser centrales para la política exterior de la Argentina en los próximos años.
Cristina Kirchner se reunirá con Francisco el próximo domingo por la tarde. No será un largo almuerzo en Santa Marta como la última vez que lo visitó. El Papa optará por una reunión más protocolar y acotada. Antes recibirá al presidente de Venezuela Nicolás Maduro.
Algunos funcionarios del Gobierno especulan con un encuentro de Maduro y Cristina en Roma. No sería extraño. Aunque está claro que la agenda quedará exenta de los reclamos de la oposición venezolana por los presos políticos del chavismo. Extraña contradicción la de la Presidenta: pregona reiteradamente en contra de la violación a los derechos humanos en la dictadura argentina pero elude pronunciarse por los dirigentes políticos detenidos en Caracas. Deslices de la política. O vaivenes propios del discurso oficial.
Presidenta: pregona reiteradamente en contra de la violación a los derechos humanos en la dictadura argentina pero elude pronunciarse por los dirigentes políticos detenidos en Caracas.
El lunes Cristina Kirchner ofrecerá un discurso en la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) "en reconocimiento de progresos notables y extraordinarios en la lucha contra el hambre" en la Argentina. El ministro de Agricultura Carlos Casamiquela preparaba en estos días parte del discurso que allí dará la Presidenta, donde naturalmente eludirá mencionar las muertes por desnutrición que padecieron cientos de niños en Chaco y Formosa.
La última actividad oficial prevista por Cristina Kirchner en su paso por Roma y antes de regresar al país será una reunión con el presidente de Italia Sergio Mattarella. Claro que este funcionario no es precisamente el hombre de mayor peso en la política parlamentarista italiana. En tal caso, el primer ministro italiano Matteo Renzi es quien ocupa el sitial central de la política de Italia. Pero Cristina Kirchner no tendrá el gusto de ser recibida por ese joven ex alcalde de Florencia por una simple razón: el primer ministro italiano se encontrará en esos momentos a unos kilometros de Roma para participar en Bruselas de la cumbre de presidentes de la Celac y de la Unión Europea (UE). Allí habrá más de 40 jefes de Estado de América latina, el Caribe y la UE para discutir las políticas económicas de los próximos años en ambos continentes. Pero la Argentina sólo deberá conformarse con la representación del canciller
Paradojas del destino. Cristina Kirchner eludirá ir a Bélgica porque teme quedar atrapada por los embargos de los fondos buitre que ya bloquearon las cuentas de la embajada de Bruselas.
"Para ver a Renzi y dialogar a fondo de Italia o del rumbo de la política europea su Presidenta debería estar presente en la cumbre de Bruselas", comentó ayer a LA NACION con marcada ironía un diplomático de la Unión Europea.
Paradojas del destino. Cristina Kirchner eludirá ir a Bélgica porque teme quedar atrapada por los embargos de los fondos buitre que ya bloquearon las cuentas de la embajada de Bruselas que lidera el ex ministro de Economía Hernán Lorenzino . Pero lo más relevante de ese faltazo es que en Bélgica estarán Dilma Rousseff,Tabaré Vázquez y Horacio Cartes para negociar con la UE un acuerdo de libre comercio. La presidenta argentina brega por una negociación de todo el Mercosur con la UE. No piensan lo mismo sus pares de Brasil, Uruguay y Paraguay que están cansados de las trabas que imponen la Argentina y Venezuela para llegar a una propuesta consensuada. En cambio, los socios del Mercosur que irán a la cumbre de Bruselas buscan negociar por separado o "a dos velocidades" con la UE un acuerdo de libre comercio.
No es el único faltazo significativo que dará Cristina Kirchner en su periplo europeo. En contra de la idea original de visitar el pabellón argentino en la Expo Milán para que la visita a Italia no quedara limitada a su encuentro con el Papa, la Presidenta eludirá aquella feria internacional donde están presentes 147 países y ya fue visitada por más de dos millones de personas.
La política y el empresariado italiano están concentrados en esa feria por lo que consideran que sería relevante que Cristina Kirchner pase por allí. Pero los jóvenes camporistas de la Cancillería no le jugaron una buena pasada a la Presidenta con la seguidilla de irregularidades que incurrieron en el armado del pabellón argentino en Expo Milán. No sólo esto. El canciller Héctor Timerman y el secretario de Relaciones Económicas Internacionales del Palacio San Martín, Carlos Bianco fueron imputados en la justicia por los manejos irregulares de fondos en esa feria. La Presidenta no quiere manchar la visita a Italia con esos pormenores de su administración.
Cristina Kirchner prefiere ahondar en sus contradicciones y en una política exterior cortoplacista. Algo de esto expondrá en su próximo paso antológico por Italia.
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