El año del bocho podrido
Estamos el mes en el que los principales diccionarios del mundo eligen la palabra del año. El año pasado la Real Academia Española eligió “polarización”. En 2023 fue “inteligencia artificial”.
Para 2024 el diccionario de la Oxford University Press eligió “brain rot”, que es algo así como “podredumbre cerebral” o nuestro criollo pudrir el bocho. Es el “deterioro del estado mental o intelectual de una persona, especialmente como resultado de un consumo excesivo de material (principalmente en internet) considerado trivial o simple”.
Algo que nos sucede después de pasar horas diarias repasando videos de TikTok, reels de Instagram, opiniones de baja calidad sobre temas de poco interés en Twitter. (Mientras tomo notas en mi celular acerca de esto, aparecen publicidades de una plataforma argentina de comercio electrónico).
Tenemos una resaca de imágenes y palabras. Tenemos los ojos cansados. Pero queremos cada vez más. ¿Alguien nos ayuda a salir de esa adicción, aunque sea solo por hoy?ß
Algo más...
“Mientras Inglaterra se esfuerza por curar la podredumbre de la papa, ¿no se esforzará nadie por curar la podredumbre del cerebro, que prevalece de forma mucho más extendida y fatal?”, decía David Thoreau en 1854, criticando los debates en favor de ideas cada vez más simples y menos complejas.ß