El agujero Azul y los sospechosos de siempre
Mediante maniobras de mercadeo ecologista tendientes a crear una falsa idea de preocupación por la salud del ambiente (greenwashing) el oficialismo urdió una serie de acciones para alejar el proyecto Nro. 1039-D-2022 “Créase el área marina protegida bentónica ‘agujero azul’, constituida por la categoría de manejo de reserva nacional marina estricta sobre los espacios de la plataforma continental bajo jurisdicción de la República Argentina”, del tratamiento por las comisiones competentes (Relaciones Internacionales; Intereses Marítimos, Fluviales, Pesqueros y Portuarios; Defensa Nacional).
Con ello procuran asegurar un tratamiento expedito del proyecto y que sea aprobado en la Cámara de Diputados a la brevedad. En el medio hubo cambios de giro sin anunciar, demoras en la constitución de las comisiones relevantes para evitar la oposición a dichos cambios y otras maniobras también ocultas, pero no lo suficientemente discretas.
La contraprestación por el favor del diputado Sergio Massa se revela en los posicionamientos que la diputada Graciela Camaño defiende en los temas relacionados con los proyectos de reforma del Consejo de la Magistratura, adhiriendo incondicionalmente a las propuestas impulsadas desde el kirchnerismo.
Lamentablemente, la mirada cortoplacista de algunos indecentes junto a la omnipresente ignorancia de otros impiden evaluar las consecuencias negativas de la designación del área protegida en su actual redacción.
Y es que ni siquiera escucharon las voces de los especialistas de Pampa Azul (9 ministerios) que fundaron sus inquietudes en un documento publicado por la Cámara de Diputados. Arrogancia o desinterés: ambos defectos deleznables.
Coincidimos con los argumentos expresados por la Iniciativa Pampa Azul. Ratificamos los nuestros: falta de suficiente información científica; nula protección contra el esfuerzo pesquero sobre especies trans zonales; falta de coherencia en la reducción del área al Norte en favor de intereses petroleros; inaplicabilidad de la norma nacional al Sur del punto de coordenadas RA-481 del límite exterior de la plataforma continental; riesgo de espejar las acciones argentinas por parte del Reino Unido, ocupante ilegítimo de nuestras Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes; falta de presupuesto; dificultad de las tareas de vigilancia y control necesarias y suficientes.
No debemos dejar de objetar lo que ocurre con la zonificación al punto de coordenadas RA-481. El análisis de esta situación debe hacerse mirando la jugada geopolítica merced a la iniciativa del gobierno del Reino Unido denominada Blue Belt. Mediante esta acción estratégica pretende la hegemonía internacional de los espacios de Alta Mar, creando una serie de áreas protegidas de más de 4 millones de Km2 en sus territorios de ultramar del Hemisferio Sur.
Para ello cuenta con la participación de algunas organizaciones no gubernamentales que estarían vinculadas al proyecto del Área Protegida de la diputada Camaño.
Desde nuestro espacio continuaremos alentando la implementación de herramientas de gestión ambiental que tanto necesitan nuestros océanos, apoyando la designación de áreas que signifiquen la protección efectiva del mar y los espacios marítimos argentinos, convencidos de que todo proceso de creación de un AMP debe ser participativo, integrado y colaborativo. Pero no a cualquier costo. Por tal motivo, no dejaremos de señalar que el proyecto actual constituye en realidad una iniciativa perjudicial y desfavorable para los intereses argentinos en el mar en general, con el potencial de afectar la soberanía nacional.
Desde la presidencia de la Comisión de Intereses Marítimos, Fluviales, Pesqueros y Portuarios de la Cámara de Diputados pedimos la ampliación de giro del proyecto a esta comisión por su competencia material. Aún no tuvimos respuesta.
Mariana Zuvic, diputada nacional por la Ciudad de la Coalición Cívica.